El parlamento paquistaní eligió ayer a su ex presidente Yousaf Raza Gilani como primer ministro, y éste de inmediato ordenó poner en libertad a jueces detenidos por el presidente Pervez Musharraf.
Minutos después que el parlamento eligió a Gilani, decenas de activistas políticos y abogados subieron un muro que rodeaba la vivienda del presidente de la Corte Suprema Iftikhar Mohammed Chaudhry, quien fue echado de su cargo cuando Musharraf asumió poderes de emergencia en noviembre. Chaudhry salió a un balcón, sonrió y agradeció a sus simpatizantes en su primera aparición pública desde que fue sometido a arresto domiciliario hace más de cuatro meses.
“No tengo palabras para agradecer por la forma en que ustedes lucharon durante casi cinco meses a fin de hacer cumplir la Ley y la Constitución”, dijo el magistrado. Según la agencia noticiosa oficial de Pakistán, el subinspector de Policía de Islamabad, Amir Ahmed Ali, dijo que “todos los jueces destituidos tienen la libertad de circular”.
Y Aitzaz Ahsan, abogado de Chaudhry, señaló por su parte, “Los prisioneros han quedado en libertad”.
La liberación de Chaudhry es el símbolo más poderoso de que Musharraf, un aliado clave de Washington, está perdiendo progresivamente el poder que obtuvo tras un golpe incruento en 1999.
El nuevo Gobierno ha prometido reponer a Chaudhry y a otros altos funcionarios judiciales en sus cargos dentro de los próximos 30 días. La acción podría precipitar una lucha por el poder con Musharraf. Algunos creen que el presidente se verá obligado a renunciar.