Impresionante operativo montaron policías de los tres niveles de Gobierno en el poblado Chupaderos para localizar a los sicarios, sin lograr resultados positivos.
Minutos después de las 17:00 horas de ayer fueron emboscados el jefe de grupo Jesús Graciano Silva y el agente Miguel Huerta, ambos destacamentados en Santa María del Oro, cuando acababan de salir de la capital del Estado y en la curva ubicada en el kilómetro 14+300 de la carretera a Parral fueron “topados” por dos vehículos llenos de sujetos fuertemente armados con fusiles AR-15 y tras accionar sus rifles quedaron lesionados los dos policías quienes fueron internados en una clínica particular.
Los hechos. Tras iniciar las primeras investigaciones por parte de Servicios Periciales y el Ministerio Público se presumió que los agentes, quienes se dirigían a Santa María del Oro, fueron esperados por los sicarios en la entrada al poblado Chupaderos y justo cuando pasaron por el entronque se arrancaron hasta alcanzarlos como a 300 metros del lugar donde no les importó obstruir la carretera pues todavía se bajaron del vehículo y dispararon contra la patrulla.
Al ver que los proyectiles habían hecho blanco en los policías se regresaron a Chupaderos y se internaron entre los caminos de terracería que atraviesan los sets cinematográficos Villas del Oeste, en donde se perdieron de la vista de los habitantes del poblado.
El operativo. Decenas de patrullas de la Policía Municipal, de la Estatal Preventiva (PEP), de la Federal, del Ejército y obviamente de la Dirección Estatal de Investigación (DEI), se desplazaron por toda la ciudad para acudir al apoyo de sus compañeros después de que se activó el código rojo.
Mientras el helicóptero salía del aeropuerto, los agentes lesionados eran internados en el Hospital San Jorge en medio de un fuerte operativo de seguridad montado en las avenidas 20 de Noviembre y Libertad, de la Zona Centro.
De inmediato los elementos de las Fuerzas Especiales de la Policía Federal se dirigieron al poblado Chupaderos, ubicado en el kilómetro 14 de la citada rúa; allá ya se encontraban los agentes de la DEI y de la Policía Municipal y los de la PEP recorriendo la localidad pues algunos testigos comentaron que los criminales se habían metido por un camino de terracería.
Se trasladaron a Canatlán. Posteriormente se incorporó el Ejército a las pesquisas recorriendo varios kilómetros hacia adentro de Chupaderos en donde penetraron a dos ranchos ahí ubicados pero al parecer no encontraron a nadie.
Mientras tanto, en la entrada al citado poblado se colocó un fuerte operativo en espera de instrucciones pues sólo esperaban la orden para dirigirse a la ciudad de Canatlán a donde tambien podrían haber huido los sicarios.
Ya como a las 19:00 horas, cuando los municipales y estatales habían regresado de las pesquisas, pasó por el lugar el primer comandante de la DEI, Antonio Artea, y al parecer dio la orden de que se dirigieran a Canatlán, pues en ese momento las patrullas salieron a toda velocidad rumbo a aquel municipio.
Los agentes de la Policía Municipal y de la Estatal se regresaron a la capital, pues prácticamente los de la DEI los “desafanaron” y se fueron solos a continuar con la búsqueda.
El segundo atentado. El jefe de grupo Jesús Graciano Silva con el atentado de ayer suma ya dos emboscadas en los últimos siete meses, pues tal y como lo informó El Siglo de Durango oportunamente en su edición del 6 de febrero, el policía resultó herido junto con otros tres agentes en el municipio de Rodeo, a manos también de la delincuencia especializada.
En aquella ocasión ingresaron también al Hospital San Jorge el comandante regional de Santa María de El Oro, Sergio Rosales Ramírez, y los agentes José Santos Casanova y Carlos Domínguez León, este último herido de gravedad tras recibir varios impactos de bala en el tórax.
Detuvieron a cuatro en la 20 de Noviembre
Un par de horas antes del atentado en contra de Jesús Graciano y de Miguel Huerta, los agentes federales y efectivos del Ejército llevaron a cabo un cateo en las inmediaciones de Autos Clase, ubicado en la avenida 20 de Noviembre, donde se llevaron detenidas a cuatro personas.
La gente que pasaba por ahí se percató de que los agentes cerraron la avenida principal de la capital de Estado para sacar a los cuatro detenidos a los que les cubrieron el rostro con capuchas para que la prensa no conociera su identidad.