Con una nueva cáscada de juegos pirotécnicos, el campo del 'Nido de Pájaro' quedó libre para que los aros olímpicos hicieran su primera aparición y emergieran por los aires.
Los chinos inventaron la pólvora hace más de mil años y no se cansan de presumirlo.
Luego del conteo regresivo para que dieran las 20:00 horas locales para el inicio de la ceremonia de la inuaguración de los Juegos Olímpicos Beijing 2008, toneladas de juegos pirotécnicos armoniosamente comenzaron con un espectáculo colorido no sólo en el Estadio Olímpico, sino en toda la capital china.
Con la presentación del belga Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, 60 mil aficionados y otros 30 mil invitados, entre prensa y personalidades, comenzaron a paladear el espectáculo preparado por el tercer país más grande del mundo.
Un total de dos mil ocho jóvenes con tambores tradicionales protagonizaron el primer episodio de una ceremonia que tuvo un costo de 300 millones de dólares.
Con una nueva cáscada de juegos pirotécnicos, el campo del "Nido de Pájaro" quedó libre para que los aros olímpicos hicieran su primera aparición y emergieran por los aires, mientras niños de las 56 etnias chinas comenzaban a invadir la cancha.
Cantando un himno dedicada su país, los niños entregaron la bandera de China a ocho soldados del Ejército del Pueblo, quienes la izaron al fondo del estadio para entonar el Himno Nacional del anfitrión de la edición 29 de los Juegos Olímpicos.
