Iraquíes shiies participaron ayer en la ceremonia religiosa del “Ashoura”, el décimo día del mes musulmán de Moharram, que conmemora el aniversario del martirio del imán Hussein, nieto de Mahoma. (AP)
Cientos de miles de shiitas se golpearon las cabezas y pechos al unísono, azotándose con cadenas ayer en todo el territorio de Irak, en recuerdo del martirio de uno de sus santos más venerados. Las procesiones se vieron marcadas por la violencia, con un mortal ataque con bomba en el norte del país y enfrentamientos en el sur de Bagdad.
Miles de shiies celebran estos días la fiesta del “Ashura”, el décimo día del mes musulmán de Moharram, que conmemora el aniversario del martirio del imán Hussein, nieto de Mahoma.
Un ataque con cohetes contra un concurrido mercado en la ciudad norteña de Tal Afar mató a siete personas y lesionó a 17 reunidas allí tras completar el ritual, dijo el alcalde Najim Abdullah.
Y dos bombas ocultas bajo basura estallaron cerca de la procesión en la ciudad de Kirkuk, matando al menos a dos personas e hiriendo a cinco, dijo el general de brigada de la Policía, Burhan Tayeb Taha.
Al sur de Bagdad, las autoridades elevaron a 72 el número de muertos por choques en dos ciudades predominantemente shiitas cuando concluyeron los combates ayer, después de que las Fuerzas de Seguridad allanaron una mezquita y expulsaron a los miembros de la secta Soldados del Paraíso.
Las autoridades iraquíes expresaron que al menos 44 personas -siete policías, dos civiles y 35 milicianos- murieron en Basora, la segunda ciudad más importante en Irak, y otras decenas resultaron heridas. Unos cien milicianos fueron arrestados.
Choques similares dejaron al menos 28 muertos en Nasiriya.
Imágenes en video de la televisión estatal presentan a varios hombres heridos o muertos tenidos en las calles ensangrentadas de Basora, donde de acuerdo con las autoridades la situación está bajo control. Un soldado iraquí presentó la pañoleta amarilla de un sujeto, lo cual significaría que es miembro del culto conocido como Soldados del Paraíso.
La meta del grupo sería traer el advenimiento del “Imán Oculto”, el también llamado Mahdi, un descendiente de Mahoma que desapareció cuando niño en el siglo IX. Los shiitas creen que algún día regresará para traer justicia a la Tierra.