La imagen de Estados Unidos ha empeorado en la mayoría de los países del mundo, entre ellos los latinoamericanos, según un estudio publicado ayer, que indica que la llegada de un nuevo mandatario podría cambiar esa percepción.
El presidente del Centro de investigación Pew, Andrew Kohut presentó un informe elaborado a partir 24 mil encuestas realizadas en 24 naciones para analizar la visión que se tiene en el resto del mundo sobre EU, su política exterior y otros asuntos como la economía global.
En 18 de esos 24 países la percepción sobre Estados Unidos ha empeorado en los últimos años, incluidos Argentina, Brasil y México, que han sido seleccionados como “los más representativos de América Latina”.
Según el documento, menos de la mitad de los entrevistados en estas tres naciones tiene una visión positiva de EU y su popularidad ha descendido en casi diez puntos respecto al año pasado. Así, en México bajó del 56 por ciento en 2007 al 47 por ciento en 2008, igual que en Brasil, y en Argentina, aunque el dato es algo mejor que el año anterior, su valoración es del 22 por ciento.
No obstante, los ciudadanos estadounidenses están mejor valorados que su propio país y en 14 de los 23 países encuestados (excluyendo EU) recibieron un buen resultado.
Entre ellos Corea del Sur, Líbano, Holanda y Reino Unido, pero sobre todo los de América Latina, donde son considerados “muy cercanos”.
La parte más negativa del sondeo se refiere a la gestión de la guerra de Irak, algo que ha contribuido a deteriorar la imagen del presidente George W. Bush en 14 países, donde su popularidad descendió del 78 por ciento en 2003 (antes de la ofensiva) al 37 por ciento.
No obstante, la mayoría de ellos -incluido EU- es optimista y confía en que el nuevo jefe de la Casa Blanca que será elegido el próximo 4 de noviembre “reformará la política exterior del país para mejor”.
Según Kohut, “muchos tienen esperanza del cambio del papel de EU en el mundo con la marcha del presidente Bush, que se ha vuelto profundamente impopular en casi todo el mundo”.
En la mayoría de países los ciudadanos están siguiendo de cerca el proceso electoral estadounidense; “en el caso de Japón el 83 por ciento, casi en la misma proporción que los estadounidenses (el 80 por ciento)”, apuntó.
Los entrevistados de 14 países esperan que el nuevo gobernante mejore la política exterior estadounidense, entre ellos Francia, España y Alemania, donde la oposición pública a las políticas de Bush en Irak ha sido muy fuerte.
Este optimismo se extiende a naciones como India, Nigeria, Tanzania y Sudáfrica.
En Egipto, Jordania y Líbano tienen la mayor expectación ante el nuevo jefe de Estado y qué políticas llevará a cabo en el exterior, y destaca el escepticismo manifestado en la mayoría de países musulmanes.
Por su parte, Japón, Turquía, Rusia, Corea del Sur y México consideran que habrá cambios, pero pocos.