Colocada en el ojo del huracán al ubicársele como la gasolina que provocó el incendio, la Controladora Comercial Mexicana apunta el índice hacia su director de Administración y Finanzas, Francisco Martínez De la Vega, homónimo, por cierto, de aquel gran articulista crítico
Según ello, el funcionario, alentado por el espíritu patrio septembrino, se envolvió en la bandera nacional y se lanzó al abismo en defensa del peso frente al cañoneo enemigo.
¡Muera el dólar!
El caso es que el arrebato nacionalista se llevó de corbata a la empresa; a la Bolsa Mexicana de Valores y, de pasadita, al dos por ciento de las reservas del Banco de México.
Más aún, a la confianza sembrada a base de tranquilizantes para los nervios… y ungüentos para el catarrito.
Naturalmente, el arribo sorprendió mal parados al presidente de la firma, Guillermo González Nova; a la Bolsa Mexicana de Valores; a las agencias calificadoras; a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores…
Qué le hace si lo que se jugaba en la ruleta era el equivalente al 75 por ciento del valor contable de la cadena mercantil.Ya sabe usted que en este país y en China los funcionarios de las empresas hacen lo que se les pega la gana.
Ahora que, colocado el chivo expiatorio en la picota, con correrlo se tapó el pozo. Y que no se diga que el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, no tiene bien fajados los pantalones.
Sin embargo, que del dicho al hecho podrían pasar semanas, meses quizá, dado que la “enérgica” investigación que realiza la autoridad bursátil va hasta el fondo, empezando por solicitar un informe detallado a la empresa emisora, a la que se le mandaría luego la conclusión obtenida, digo para que le haga las correcciones pertinentes.
Faltaba más.
Tan fácil que habría sido pedirle a la Bolsa la lista de reportes de eventos relevantes de las últimas semanas.
Tan fácil que habría sido recordar sólo que Comercial Mexicana había informado, al incendio de la pradera, que el nuevo escenario del país “podría” impedir que cumpliera compromisos de pago de deuda de corto plazo… cuando ya había caído en default al incumplir el entero de Certificados Bursátiles por 400 millones de pesos.
Tan fácil que habría sido revisar los estados financieros de las grandes empresas para ubicar si se habían transparentado las operaciones de alto riesgo realizadas en los mercados… con auxilio de los bancos.
A quién le importa si fue hasta que su acción cayó a ras de piso cuando se animó a confesar el meollo, es decir, la compra de coberturas dentro del marco de los derivados, para garantizar dólares baratos para pagar pendientes… y de pasadita hacer el gran negocio al venderlos a un precio mayor.
A quién le importa si, al fragor del escándalo, la firma señaló que su controladora se iría a concurso mercantil o procedimiento de quiebra ordenada… mientras caían como cascada los reportes de empresas en problemas similares que colocaban sus barbas a remojar.
A quién le importa si algunos, como el caso del Grupo Maseca, debieron salir con forceps al suspenderse la cotización de sus papeles en el piso de remates de la Bolsa.
A quién le importa, en fin, que las operaciones, con derivados se realizaban desde hace por lo menos cuatro años, al cobijo de una paridad que apuntaba a cierta estabilidad, alcanzando hace cuatro meses el escándalo de 9.80 por dólar.
Digamos que incapaz de darle una pelea frontal a la cadena Wall Mart, Comercial Mexicana invirtió sus recursos en un negocio fácil, por más que de alto riesgo. Y en el concierto, la ambición alcanzó a Vitro, Alfa, San Luis, el Grupo Industrial Saltillo, Cementos Mexicanos…
Por lo pronto, al margen de sus proverbiales tibiezas que desmienten sus declaraciones tronantes al fragor de los berrinches, la autoridad está obligada a ponerle puntos a las íes.
¿Se vale que las empresas gigantes arriesguen el patrimonio de sus accionistas, las fuentes de empleo, la confianza en el país, en operaciones de casino, a soslayo de sus valuadores de riesgo?
¿Se vale que se metan miles de millones en la ruleta rusa haciendo malabares en los estados financieros para ocultar el riesgo… y escatimarle las ganancias a los que confiaron en la solidez de sus papeles?
¿Se vale dejar ayunas de substancia a las calificadoras de las emisoras en Bolsa, al dibujarles paisajes de colores pastel? ¿No bastó la lección de Enron, Parmalat y MCI?
Lo demás es puro cuento.
Balance General
Pues ahora resulta que la semana pasada vinieron a México, en opción de abrevar experiencia, misiones de los principales países europeos, con la mira puesta en el a b c del rescate bancario de 1985, el Fobaproa, pues.
Las entrevistas incluyeron a funcionarios públicos y banqueros… sobrevivientes.
La lección incluyó las telas de las formidables quitas que se le hicieron a los grandes deudores de la banca… a cuenta del erario público; la venta a terceros de las deudas, recuperando cinco o 10 por centavos de cada peso; la compra de cartera incobrable por parte del gobierno, colocando en la mesa el equivalente al 14 por ciento del PIB; el oxígeno a bancos que gozaban de cabal salud…
Dicen que la mayoría de los emisarios se quedó a vivir en el paraíso, digo en el país.
Vox populi
De acuerdo a una encuesta realizada al fragor del traumatismo por la empresa de mercadotecnia integral Eventum, el 90 por ciento de los participantes afirmó que el país sí está en crisis, por más que sólo la mitad lo atribuye a causas exógenas.
El 65 por ciento, además, opina que el principal causante de la crisis es la devaluación del peso, en tanto el 60 por ciento opina que ésta se originó porque el gobierno carece de recursos suficientes.
Ahora que el 95 opina que el Banco de México engañó al público al anunciar una subasta diaria de 400 millones de dólares… para llegar a seis mil 400 en un solo día.
El juicio se lo dejo a usted.
Aún no
Aunque sostiene que el proyecto East Loop, es decir, la posibilidad de un puer
to ferroviario fronterizo en la zona de Nuevo Laredo es el más viable, seguro y económico entre la baraja, Kansas City Southern México rechaza que su matriz de allende el Bravo hubiera iniciado la construcción desde su propio ámbito.
Como le señalábamos hace unos días, el proyecto no tiene aún el visto bueno de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pese a la exigencia plasmada en el Programa Nacional de Infraestructura.
El área elegida se conoce como Río Grande.
Icono empresarial
Colocada la firma en entredicho al hacerse públicas sus operaciones en derivados de alto riesgo cuya pérdida es aún incierta, ayer el grupo Vitro recibió otro formidable golpe: La muerte de su presidente honorario vitalicio, Adrián Gerardo Sada Treviño.
Hijo de Roberto G. Sada, uno de los pilares de la industrialización de Monterrey, el empresario cruzó uno por uno todos los escalones hasta llegar en 1976 a la presidencia de la firma, en la que permaneció hasta 1992.
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