Atenazado por la dramática caída en la nómina manufacturera de diciembre pasado que impidió alcanzar el millón de nuevas plazas vaticinado apenas dos semanas antes, el gobierno está resucitando el Programa de Primer Empleo… que había nacido muerto
La semana pasada se publicaron nuevas reglas para replantear el esquema, en una suerte de borrón y cuenta nueva frente al laberinto en que lo había colocado la burocracia.
Del escandaloso fracaso de la medida planteada como estrategia de campaña del presidente Felipe Calderón hablan los números: de 39 mil nueve plazas previstas para jóvenes sin experiencia, sólo llegaron a escena 6 mil 630, es decir, 17%.
Más aún, de los 3 mil millones de pesos previstos para apuntalar el programa sólo se gastaron 840, equivalentes a 28%.
Como usted sabe, el gancho para motivar a las empresas planteaba el otorgamiento de un subsidio para cubrir las cuotas obrero-patronales al Seguro Social durante un año.
El problema, de entrada, es que éste empezaría a correr a partir de que hubiesen transcurrido nueve meses de la vigencia de la plaza, lo que empinaba demasiado la cuesta.
Bajo los nuevos Lineamientos Operativos par dar Cumplimiento al Programa Primer Empleo publicados en el Diario Oficial el 15 de enero, que la enmiendan la plana a los del 23 de enero de 2007, el beneficio correrá a partir del tercer mes.
Sin embargo, el IMSS mantiene vigentes los mismos montos de apoyo de la primera vuelta, que cancelaban la posibilidad de empleos de calidad, es decir, alcanzarían hasta 100% cuando los trabajadores ganen menos de 10 salarios mínimos; 60% cuando se alcancen hasta 14;
20% cuando sea mayor a 14 y menor a 20, y sólo 10% cuando pasen de este nivel.
Ahora que bajo el nuevo paraguas se introduce la posibilidad de la alternativa ficta, es decir, dar por aceptada una solicitud de subsidio cuando transcurra un lapso determinado sin respuesta.
Más allá, se abre el escenario para los trabajadores contratados previamente, con registro ante el IMSS, en un lapso inferior a nueve meses, es decir, la pinza alcanzará no sólo a los de nuevo ingreso.
Adicionalmente, se amplia la vigencia del programa hasta el 30 de noviembre, de 2012.
Ahora que la exigencia habla de contar con firma electrónica ante el Instituto Mexicano del Seguro Social; de ser una compañía establecida bajo los lineamientos legales al menos seis meses antes, y de no estar bajo la jurisdicción del apartado A del artículo 123 de la Constitución.
El reclamo apunta, además, a no tener créditos firmes, léase adeudos con el organismo, salvo cuando esté en vigencia un convenio para el pago a plazos.
En paralelo, las firmas deberán estar al corriente de sus contribuciones fiscales, lo que implica un certificado de buena conducta de la Secretaría de Hacienda.
El Instituto le depositará al patrón del monto de subsidio en una cuenta bancaria abierta para el efecto, para resarcir el monto cubierto, con la novedad de que en todos los casos se requiere solicitud previa.
Dicho con todas las letras, primero me pagas y luego te devuelvo.
La prebenda dejará de surtir efecto en caso de comprobarse que los datos de inscripción son falsos, o de no mantener registro ante el Seguro Social de la totalidad de los trabajadores de la empresa.
En caso de que un patrón diera de baja a un trabajador inscrito al programa antes de los 15 meses que se reclaman, el Instituto cancelará la parte proporcional remanente del subsidio correspondiente.
Con base en el número de solicitudes planteadas, el organismo le solicitará a la Secretaría de Hacienda el monto del subsidio global previsto, sobre la base del remanente en caja. Agotado éste, se solicitará al Congreso una ampliación.
Lo cierto es que lo ocurrido en diciembre se plantea apenas como la punta del iceberg frente a los coletazos del monstruo herido, es decir, lo que parece inevitable recesión económica en Estados Unidos.
El último episodio, al inicio del gobierno foxista, provocó una caída promedio del empleo en las grandes empresas exportadoras de 10%.
De acuerdo a los analistas del grupo financiero Banamex-Citigroup, durante el año pasado el país generó 818 mil nuevos empleos, es decir, 120 mil menos de los que contabilizaba el Instituto Mexicano del Seguro Social hasta la primera quincena de noviembre.
De hecho, la cifra que apuntaba a la ruptura de todas las marcas resultó inferior a la de 2006, cuando se crearon 832 mil 600 plazas.
Lo grave del asunto es que la desaceleración se dio a partir del segundo semestre del año en los dos sectores en que centra el gobierno su apuesta para paliar la crisis económica en Estados Unidos: manufacturas y construcción.
Una resurrección con tintes de desesperación.
Balance General
En lo que parece la batalla del año en el sector de las telecomunicaciones, Teléfonos de México analiza la posibilidad de demandar a la Cámara de la Industria de Televisión por Cable por oponerse a la posibilidad de que participe en el llamado triple play.
Estamos hablando, naturalmente, de que la empresa de Carlos Slim ofrezca servicios de video a sus suscriptores, en equilibrio a la posibilidad, a su vez, de que las cableras ofrezcan servicio de telefonía aprovechando su red… como la hace ya la mayoría.
El enfrentamiento llegó a su punto de ebullición hace unos días con la publicación de un desplegado del organismo en que se lanzan acusaciones de monopolista a la firma, rechazándose de entrada su derecho a la convergencia.
Cemex en líos
En lo que constituye uno de los problemas más delicados que ha enfrentado la firma propiedad de Lorenzo Zambrano a nivel internacional, a solicitud del gobierno colombiano, un juez local decretó ayer el embargo de una planta de Cementos Mexicanos.
La medida se plantea como cautelar, frente a una eventual sanción pecuniaria por parte del Ayuntamiento de Bogotá a la compañía con sede central en Monterrey, por haber usado productos de mala calidad en la construcción de una autopista.
De acuerdo con el reclamante, el hecho provocó la ruptura de aproximadamente de 3 mil lozas de
la autopista, cuyo costo de reposición se calcula en 7 millones 400 mil dólares.
Banamex no vuela
Aunque lo comentábamos como una versión que corre en el ámbito financiero, Banamex rechaza que en su matriz, el Citigroup de Estados Unidos, esté planteando su venta como parte de una estrategia para afrontar el formidable boquete que le abrió la llamada crisis de hipotecas.
Sin embargo, reiteramos que el postor que ronda la casa en la eventualidad es el banco inglés HSBC (Hong Kong Shangai Bank Corporation), quien incluso ausculta la postura que adoptaría la Comisión Federal de Competencia (Cofeco).
Como usted sabe, el Citigroup enfrenta un problema doble: la cartera vencida de créditos hipotecarios pactados con garantías insuficientes, y la emisión de bonos en respaldo de la bursatilización, es decir venta a terceros, de éstos.
¿Chiva loca?
De acuerdo a Omnilife, la empresa propietaria del club de futbol Guadalajara, las “chivas rayadas”, es falso que su presidente, Jorge Vergara, haya rechazado una oferta de 150 millones de dólares de Televisa para la transmisión en exclusiva de los partidos.
La cifra está aún a discusión… por más que el monto está muy lejos de lo señalado.
Cachetada a Napo
En lo que constituye un descontón al dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, la Secretaría del Trabajo recibió a los integrantes de éste que llegaron a protestar a su sede con una curiosa manta: “Aquí no se tramitan asuntos penales”.
Tomada la puntada como provocación, los mineros causaron destrozos a los automóviles que se ubicaban en el estacionamiento de la dependencia, además de cortarle la luz.
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