Puñalada a la industria mexicana
Como todo lo que hizo Vicente Fox a lo largo de su sexenio, sólo aplazó los problemas, pero no resolvió casi ninguno
Una de estas herencias malditas que le debe Calderón a Fox consistió en la eliminación de las cuotas compensatorias procedentes de China, después de haber aprobado —indebidamente, como todo lo que hizo Fox, el presidente inútil— la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio.
Después de aplicar cuotas compensatorias en alrededor de 17 sectores de la economía (principalmente textil y confección, calzado, productos químicos orgánicos, herramientas y juguetes), en más de 1000 fracciones arancelarias, como siempre, dejamos todo hasta el último, y nos aplicamos aspirinas, en lugar de atajar de raíz el problema.
Las cuotas compensatorias constituyen un paliativo de los sectores afectados. Suelen ser el último bastión al que se aferra la industria antes de desaparecer. No estoy diciendo que haya que eliminarlas —se trata de proteger a los empleos nacionales, que ascienden en estos ramos aproximadamente a 2 millones y medio de empleos—, pero sí de hallarles solución jurídica y económica.
Sobre lo primero, me parece que los procedimientos vía competencia económica en contra de los importadores mexicanos, constituye una vía alterna que no se ha utilizado, pero que puede dar frutos en la eliminación de las prácticas desleales chinas contra México. Las prácticas anticompetitivas de venta por debajo de costo y de discriminación de precios (vender en diferentes condiciones a empresas que se encuentran en las mismas circunstancias), son primos hermanos del derecho antidumping, y constituyen una herramienta que ni los abogados, ni la Comisión Federal de Competencia (CFC), han utilizado, pero según el que escribe, al menos se deberían intentar.
La otra medida —la económica—, es la tan trillada mejora competitiva de los diferentes sectores. Y en esta vía los empresarios mexicanos han brillado por su ausencia. Baste para esto dos ejemplos: uno de ellos, que durante los cerca de 15 años de espera en el TLCAN a la apertura del campo, apenas el gobierno y los empresarios se están poniendo las pilas para recuperar una rama clave de la economía ¡en 2008!; la otra es que los empresarios ya sabían de la eliminación de las cuotas al cabo de los 5 años de la entrada de China a la OMC, y se esperaron hasta el último momento, para negociar con el gobierno, y presionar a las autoridades —de manera un tanto tibia—, a mantener tales tarifas.
Si no se acomete un verdadero plan de competitividad en los sectores involucrados (especialmente calzado, textil y confección), mediante acciones conjuntas de empresarios y gobierno, el fin del 2008 nos acompañará con la desaparición de tales sectores. Con ello, la pérdida de cientos de miles de trabajos bien remunerados —la manufactura suele pagarse mejor que el campo, el comercio y los servicios—, junto con un posible estallido social —aunque no creo que de fuertes dimensiones—, y la salida de masas de gente al país del Norte, que ya está llegando al límite de su capacidad de absorción de empleos.
Hace falta buscar alternativas jurídicas para resolver —al menos en forma temporal—, el problema de la competencia desleal de China. Como ya se ha señalado, se considera que una vía que ofrece ventajas procedimentales y económicas a las empresas afectadas, son las acciones que se puedan ejercitar ante la CFC, vía que se sugiere intentar por depredación y discriminación de precios. Otro camino son las demandas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial por competencia desleal. Una última es la ya señalada continuación de las cuotas compensatorias, que tarde o temprano se eliminarán. Tres vías, casi todas temporales, pero que constituyen en este momento la última tabla de salvación de las empresas afectadas.
Esperemos que este año sea el año de este sí, del año o tiempo en el que sí se puede —aunque en futbol sigamos sin dar golpe, ni con Hugo Sánchez al frente de los ratoncitos verdes—, y no nos quedemos en la espera de los últimos momentos para encontrar una tabla de salvación para nuestra economía.
Jurídico y asesor del Pleno de la Comisión Federal de Competencia, y responsable del área de Competencia económica de TMC Consulting México
xavier.ginebra@tmconsultingmexico.com