Seguros para todos
En consonancia con una oleada mundial que nació en India y creció en Pakistán, México está ubicando las vías para democratizar un servicio tradicionalmente elitista: las pólizas de seguros, con alcance a salud, muerte y protección de bienes
De lo audaz del giro habla la exigencia de llegar a lo que se ubica como base de la pirámide, es decir, 30 de los 45 millones de mexicanos ubicados en estándares de pobreza. El segundo nivel en escala ascendente, pues, excluyéndose sólo a los 14 millones en pobreza alimentaria.
El primer paso se dio con la publicación en el Diario Oficial, el 22 de enero pasado, de dos circulares expedidas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, cuyo objeto pretende abaratar los costos de transición y de comercialización para los seguros enfocados a la población de bajos ingresos.
La regulación habla concretamente de microseguros para protección de vida, daños o accidentes y enfermedades, “que tengan como propósito promover el acceso de la población de bajos ingresos vía pólizas de bajo costo”.
El marco fija, incluso, los límites a la protección ofrecida en lo que se plantea como borrón y cuenta nueva, o si lo prefiere acto de contracción de las compañías de seguros… con evidentes tintes pragmáticos, naturalmente.
Así, la póliza más jugosa en el caso de seguros de personas, apuntaría a cuatro veces el salario mínimo anual del Distrito Federal, es decir, 72 mil pesos.
En el caso de los seguros grupales o colectivos, la suma asegurada máxima sería de tres tantos, es decir 54 mil pesos.
En el renglón del seguro de daños se fija una prima máxima mensual equivalente a 1.5 salarios mínimos, es decir, 75 pesos.
La intención, en afán de eliminar los costos de intermediación, es formalizar la relación vía los llamados contratos de adhesión.
Las reglas hablan, además, de no establecer pago de dividendos, y no considerar el pago de deducibles, copagos, franquicias o cualquier otra forma de participación en los siniestros.
En afán de abaratar los costos, adicionalmente, quienes contraten las pólizas no requerirán del requisito de certificación por parte de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas. La capacitación la realizarán las propias compañías.
Ahora que, a diferencia de la India, donde el gobierno indujo la cultura del seguro por la vía de la coacción, es decir, obligó a la leva, a la población mediante leyes, en nuestro país se plantea acercar las puntas bajo escenarios de convencimiento.
¿Se acuerda la reacción popular cuando se pretendía hacer obligatoria la contratación, por parte de cualquier propietario de un vehículo en la ciudad de México, de una póliza en protección de daños a terceros?
Digamos que las compañías integradas a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros intentan romper los diques de desconfianza a través de facilidades y escenarios de pago inéditos.
Así, por ejemplo, en caso de un fenómeno natural, llámese huracán, terremoto, inundaciones… que afectara una región determinada, no haría falta un peritaje individual para cubrir la indemnización por pérdida de bienes muebles, inmuebles o de cosechas, lo que provoca en ocasiones demora de hasta dos años por la revisión del caso.
La sola comprobación de ubicarse la propiedad en el epicentro de la zona siniestrada sería suficiente.
Más allá, no se fijará un pago de deducible para garantizar la indemnización.
Por lo pronto, son ocho ya las compañías de seguros que han manifestado su interés de entrar al esquema, de las cuales cinco están operando.
Y por lo pronto, además, las primeras ofertas de microseguros están indexados a la contratación de créditos vía microfinancieras, con la novedad de que el pago de la póliza se amortiza con la redención de éstos.
En paralelo, los pagos se pueden deducir de cuentas bancarias de ahorro; de intereses ganados en cuentas bancarias; de recibos de pago por otros servicios, o cobrada mediante intermediarias no tradicionales.
En la coyuntura se pueden contratar microseguros de vida cuya suma asegurada oscila entre 10 y 50 mil pesos, a cambio de primas que oscilan entre cinco y 30 pesos mensuales.
El esquema ha sido implantado con éxito en países como Brasil, Uruguay, Colombia y Perú, en la certeza, naturalmente, de que la posibilidad de negocio sólo cuaja cuando se dan ventas masivas de pólizas.
El gran reto, naturalmente, ha sido convencer a la población de que el beneficio será mutuo, es decir que si cumplen, las compañías les cumplen.
Te vendo confianza… baratita.
¿Seguros para todos?
Balance General
En lo que constituye una sospecha más de la intención del subsecretario de Transportes de la SCT, Manuel Rodríguez Arregui, de cargar los dados en la licitación para adjudicar el contrato de construcción y operación del puerto de Punta Colonet, en Baja California, hete aquí que el funcionario intenta vetar la exigencia de ley de que la Comisión Federal de Competencia sancione las bases del concurso.
La exposición de motivos señala que ya no hay tiempo para el análisis de la dependencia autónoma en lucha contra las prácticas monopólicas, por más que se utilizó un argumento similar para obstaculizar su visto bueno en las pautas para licitar el tren suburbano… cuya opinión, por cierto, llegó en tiempo y forma.
La paradoja del caso es que, a contrapelo de la prisa del funcionario, las bases de la licitación se harán públicas el mes próximo y el resultado de ésta llegaría hasta junio del próximo año… para iniciarse los trabajos en el año 2010.
La conclusión de éstos llegaría hasta el 2015.
México de noche
¿Se acuerda usted cuando la delegación mexicana que acudía a los trabajos del Foro Económico Mundial a celebrarse año con año en la ciudad suiza de Davos obligaban a fletar un vuelo charter para darle espacio a la demanda?
¿Se acuerda cuando el presidente de México era una de las figuras estelares del show convocado por los mil corporativos más importantes del planeta? ¿Se acuerda los codazos para alcanzar lugar en la plenaria a la que acudía éste?
Bien, pues este año fueron sólo seis empresarios quienes acudieron a la cita, es decir la décima parte de la delegación privada más raquítica de la última década, de los cuales a sólo dos se les ubicó como relevantes: el presidente de Fomento Económico Mexicano (FEMSA), José Antonio Fernández, conocido como el diablo, y el director general del grupo Vitro, Federico Sada González.
La razón es simple: México ya no funge en las expectativas.
Y aunque del lado oficial acudieron los secretarios de Hacienda, Agustín Carstens, y de Energía, Georgina Kessel, esta última pasó de noche.
De hecho, la figura fue el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, cuyo discurso advirtió de los peligros de la posible recesión económica en Estados Unidos.
Lo demás es lo de menos.
Simi en capilla
Dígase lo que se diga, aunque la nueva regulación en la materia no lleva dedicatoria para las Farmacias Similares propiedad de Víctor González Torres, éste necesariamente saldrá raspado con la exigencia de que no se venda un solo fármaco que no haya pasado las pruebas de bioequivalencia y biodisponibilidad, es decir que mantengan un mínimo de sustancia activa y, naturalmente, calidad.
En el marco sólo caben las medicinas con patente vigente o los llamados genéricos intercambiables, que por cierto son los que integran el cuadro básico del sector salud.
Y aunque la mayoría de los productos que se venden en la cadena con alcance multinacional están en concordancia, una parte se sale del parámetro, es decir está al margen de la ley.
El plazo para la regulación, sin embargo, será de dos años.
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