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EMPRESA

Alberto Barranco

‘Ni maiz’

Frustradas, por absurdas, las campañas con las que el gobierno intentó documentar el no a la exigencia de renegociar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la escenografía presenta ahora un cuadro muy lejano al apocalipsis vaticinado

El reverso de la medalla vía la visión oficial, en cuyo marco se habla de una mayor producción de granos, con énfasis en el maíz, a partir de la entrada en vigor del acuerdo mercantil, con un abatimiento frontal de la pobreza del campo al calce.

¿Se acuerda usted del patético spot en el que la campeona golfista Lorena Ochoa hacía el panegírico de un supuesto campo ganador? ¿Se acuerda de aquel que mostraba una comunidad chiapaneca que según ello mantiene, gracias a la magia del concierto con Estados Unidos y Canadá, estándares de vida similares a los de Japón?

El caso es que según un documento (“Apertura del TLCAN en el sector agropecuario”), elaborado desde los cubículos de la academia con cargo al gobierno federal, de entrada Estados Unidos nos otorgó un trato de excepción al conceder un lapso de 15 años para la desgravación total de productos negociados, a contrapelo de los 10 que exige la Organización Mundial de Comercio.

Nos regalaron un lustro, pues.

Más allá, se señala que la producción del producto más sensible, el que hace bandera en las protestas (“sin maíz no hay país”), ha crecido a niveles inauditos durante los casi 15 años de vigencia del TLCAN, pese a que la superficie cultivable casi ha permanecido intacta, lo que indica mayor productividad.

Si en 1970 producíamos nueve millones de toneladas de maíz, en 1993 llegamos al doble, para alcanzar 24 millones el año pasado… por más que las importaciones se han multiplicado.

Si en el propio 1970 compramos sólo un millón de toneladas del exterior, el año pasado llegamos a 10 millones.

La importación a partir de 1996 se realiza libre de aranceles o impuestos de importación, es decir por la vía de los llamados cupos negociados o sobrecupos.

De hecho, la apertura que nos alcanzó este año es de cupos, no de aranceles, dado que éstos son inexistentes desde hace 12 años.

El caso es que, a contrapelo de los eriales que plantean los estudios realizados por organizaciones de campesinos o de productores rurales como el Consejo Nacional Agropecuario, de acuerdo a la óptica del gobierno la vigencia del acuerdo mercantil ha permitido disminuir sensiblemente la pobreza en el sector rural.

La alimentaria, según ello, se redujo 12.5 puntos porcentuales, pasando de 37 a 24.8 por ciento, en tanto la de capacidades se abatió 14.8 puntos, para bajar de 47.5 a 32.7.

En ese mismo plano espectacular, la pobreza patrimonial decreció 14.6 puntos, bajando de 69.3 a 54.2.

El documento plantea además que todos los productos sensibles que se liberaron de aranceles en el 2003 experimentaron aumentos en la producción.

El incremento más aparatoso, documentado de 1990 al 2006, fue de carne de ave en pie, con 229.7 por ciento, seguido de la carne de ave en canal, con 228.3.

Ahora que la producción de huevo creció 126.8 por ciento; la de cebada en grano 76.7; la de ganado porcino en canal, 46.4; la de durazno 37.8; la de manzana 31.8, y la de papa 18.4.

El hecho es que el mismo ramillete de productos, ubicados todos como sensibles, incrementó su producción entre el 2002 y el 2006 en rangos que oscilan entre 25.5 en el caso de la manzana; 21 en el de las aves en pie; 20.5 en el del huevo; 18.7 en la carne de ave en canal; 18 en el de cebada; 3.6 en la carne de ganado porcino en canal, y 2.2 en el de papa.

Desde otro ángulo, gracias al TLCAN México ha podido incrementar el consumo de cárnicos por habitante. De 30 kilos por año en promedio durante 1990 se llegó en el 2001 a 60, es decir más de un kilo por semana.

Quienes comían tortillas, pues, ahora le ponen carnitas a la sal.

Lo curioso del caso es que el texto enfrenta el polémico capítulo de los subsidios que ofrece la Casa Blanca a sus productores con una teoría simple: México tiene las herramientas para combatirlos, o si lo prefiere contrarrestarlos vía la imposición de cuotas compensatorias.

Lo que no explica el documento es porque el país, en tal caso, se ha cruzado de brazos.

Ahora que del otro lado de la moneda las reglas de comercio internacional permiten a México ofrecer apoyos tipo Procampo, por más que se trate de migajas frente a los 10 mil millones de dólares que se reparten allende el Bravo.

“El TLCAN, señala a la letra el texto, faculta al gobierno mexicano a contrarrestar el efecto negativo de los subsidios en caso de que existieran y fuera conveniente hacerlo, tras previa investigación del subsidio y el supuesto daño”.

Si, pues, pero no.

Finalmente, el gobierno justifica el rechazo señalando que a partir del 2001 se ha elevado al infinito el presupuesto destinado al apoyo del sector rural. Si en el 2001 éste era de 120 mil millones de pesos, en el 2003 saltó a 150 mil, para alcanzar 182 mil en el 2007, y llegar a 200 para este año.

Qué le hace si en el 2004 se cayó en cinco mil millones de pesos.

Dicho, pues, con todas las letras, ni maíz que matemos la gallina de los huevos de oro.

Y bájenle a sus gritos, que despiertan a los funcionarios.

Balance General

Pues el embate que prepara la Procuraduría General de la República contra el líder minero Napoleón Gómez Urrutia parece más serio de lo previsto originalmente.

Como usted sabe, al dirigente sindical se le vincula con un presunto integrante de un cártel internacional de lavado de dinero al que se le detuvo en el aeropuerto capitalino a solicitud del gobierno español.

De acuerdo a la Audiencia Nacional de España, el detenido con fines de extradición, Arturo Ponce Medina, alquilaba vuelos privados para realizar operaciones ilícitas con destino original a Chicago, y de ahí a Barcelona.

La vela en el entierro de Gómez Urrutia es el hallazgo de fichas de depósito bancarias en el portafolios que llevaba el español a su detención, a nombre de dos de sus familiares, es decir su hijo Alejandro Gómez Casso, y su cuñada, o si lo refiere la tía de éste, Darlinda Casso Valdés.

El caso es que según ha trascendido uno y otro cambiaron de domicilio para evitar ser investigados.

Por lo pronto, en sus primeros interrogatorios Ponce Medina ha señalado ser amigo cercano de la familia del líder minero.

Punta Colonet para largo

Pues ahora resulta que la licitación para el multimillonario contrato que permitiría la construcción y explotación de un puerto ubicado en Punta Colonet, Baja California, previsto para salir a luz en marzo, va aún para largo.

El banco responsable de la intermediación, es decir Banobras, no ha terminado los trabajos relacionados con el diseño del concurso.

Digamos que sí hay tiempo para que la Comisión Federal de Competencia analice las bases y ponga en la mesa su dictamen.

La dependencia se había quejado de que se le quería marginar del asunto, lo que implicaría una grave violación a la ley.

Mouriño contra Cartens

En afán de arropar al aún recién ungido secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, los panistas están tratando de impulsar en el Congreso una iniciativa de ley para traspasarle a la dependencia la administración de las aduanas en el país.

La idea es dotarla de dientes, dado que tras retirarle el mando de la Policía Federal Preventiva con la creación de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, el alguna vez Ministerio del Interior se quedó sólo con la Dirección General de Migración.

Naturalmente, entre el dicho y el hecho se desatará un jaloneo de antología con la Secretaría de Hacienda, quien históricamente ha tenido en su férula las puertas de entrada de mercancía al país.

albertobach@yahoo.com.mx

barrancoalberto@prodigy.net.mx

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