¿Blindaje total?
A contrapelo del augurio frívolo del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, de que la recesión en puerta en Estados Unidos le provocará al país un simple catarrito, el gobierno ofreció ayer algo más que pañuelos desechables, aspirinas, tecitos y ungüentos
Se diría que el país se prepara para una grave influenza con peligro de neumonía… por más que la medicina prescrita tiene más perfil preventivo que curativo.
Lo curioso del caso es que la reacción oficial frente a un horizonte que algunos calificaban de traumático se planteó bajo una puesta en escena que incluyó la actuación estelar de las cúpulas empresariales.
Como recordará usted, el lunes pasado sus representantes fueron en peregrinación a Los Pinos para reclamar una serie de medidas anticíclicas a título de colchón, algunas de las cuales se colocaron en la mesa.
El gobierno, pues, escucha y actúa… con reflejos de lince.
Ahí está, por ejemplo, el reclamo de flexibilizar la normatividad relacionada con anticipos del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), “a efecto de no castigar los flujos de efectivo de las empresas”, al permitirse un descuento de tres por ciento en los pagos provisionales no sólo de éste, sino del Impuesto sobre la Renta.
La merma para las arcas públicas será de 6 mil millones de pesos, lo cual, dijo el discurso oficial, “coadyuvará en los problemas de liquidez que puedan tener las empresas”.
Lo curioso del caso es que la recaudación adicional del IETU representaba siete mil millones de pesos mensuales.
Ahí está, más allá, la exigencia de “fortalecer el sistema nacional de gasoductos, contar con infraestructura redundante en tramos y ramales que ofrezcan mayor flexibilidad, para evitar vulnerabilidad y reducir costos de transporte”, vía una oferta de inversión de 10 mil millones de pesos para la rehabilitación del Sistema Nacional de Ductos de Pemex, “para generar más empleos y mayor eficiencia productiva”.
Qué le hace si en el camino se le coloca un obstáculo a la prevención de abrir el manejo de la red al capital privado nacional y extranjero, en un marco en que la crítica apuntaría a que se quiere entregarla “peladita y en la boca”.
Ahí está, adicionalmente, la exigencia de revertir el alza en las tarifas eléctricas para evitar la asfixia de las empresas, vía una oferta de descuento adicional al sector productivo de 20% en horario punta, y 10% para el sector comercial.
Y ahí está, si le seguimos, la exigencia de sacudir a la banca de desarrollo, vía la promesa de acercar el crédito a los sectores que tradicionalmente no han tenido el beneficio.
Sin embargo, el gobierno fue más allá de lo planteado al incluir en la agenda la devolución del 5% de las cuotas patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social, “para impulsar el empleo y reducir el costo para la contratación laboral”, lo que implicará un segundo sacrificio de 6 mil millones de pesos.
Lo interesante del asunto es que la medicina toma el camino largo, es decir, no apunta al esquema simple de reducir el pago patronal en esa proporción, lo que agravaría la de suyo frágil situación del organismo de seguridad social.
El IMSS, pues, le regresará el dinero a los patrones tras cumplir la obligación, y el gobierno retribuirá el monto a éste.
Desde otro ángulo, se abre un escenario de estímulos fiscales y créditos blandos para inversionistas que coloquen apuestas en zonas de alta marginación, con la novedad, además, de que no habrá pagos de Infonavit y Seguro Social durante año y medio.
El círculo, naturalmente, se cerraría si el gobierno a su vez contribuye a crear la infraestructura que serviría de plataforma.
Adicionalmente, se le inyectan 650 mil millones de pesos al Sistema Nacional de Empleo y se crea un portal en internet para concentrar la oferta laboral.
Lo deseable, empero, sería empatar ofertas y demandas, es decir que se tenga retroalimentación por ambos lados de la moneda.
Del otro lado de la mesa, se soslayó la exigencia del Consejo Coordinador Empresarial de aceptarse la deducción inmediata de nuevas inversiones dentro del marco del Impuesto sobre la Renta; acelerar las licitaciones públicas para proyectos de infraestructura para iniciarlos antes de mayo en que llega de lleno la temporada de lluvias, y elevar la eficiencia del gasto público.
Ahora que las grandes virtudes del catálogo de estímulos a la actividad empresarial las representan su oportunidad; el mantener una cobertura no deficitaria en el financiamiento, y el aceptar, tácitamente, la inoportunidad del IETU.
Lo deseable, sin embargo, habría sido convocar a un gran acuerdo nacional en el que participaran trabajadores, campesinos y académicos, no sólo empresarios.
La gran pregunta, frente a la pérdida de 300 mil empleos durante diciembre y enero pasados y la desaceleración económica que camina en el país, es si el blindaje es total frente al poderío del huracán que toca a la puerta.
Balance General
Sin haberse colocado aún en letra de molde la posibilidad de reformas a la ley para permitir la participación de inversión privada nacional y extranjera en tareas de refinación de petróleo para producir gasolinas, el magnate Carlos Slim está puestísimo.
Su oferta habla de arriesgar una inversión de 2 mil millones de dólares para construir una planta que se explotaría durante 10 años, al término de los cuales se le entregaría al gobierno. La ubicación está aún en análisis.
Lo interesante del asunto es que la carta marca la pauta de por dónde correría el río, digo en caso de que la propuesta adquiera rango de iniciativa.
Sí se podía
Lo cierto, frente al callejón en que coloca el gobierno al país: participación extranjera o nos quedamos sin petróleo, es que durante varios lustros el Instituto Mexicano del Petróleo desarrolló una tecnología para realizar exploración y explotación de crudo en aguas profundas.
El problema es que durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari se le cortaron las alas al organismo.
Más aún, en el de Ernesto Zedillo se modificaron los estatutos para impedirle la posibilidad de desarrollo de ingeniería.
El colmo llegó en 1996, cuando se ordenó destruir el acervo acumulado durante años.
Sí, pero no
Aunque el Seguro Social presume de que este año romperá todas sus marcas en materia de inversión en infraestructura, al alcanzar un monto de 5 mil 622 millones, lo cierto es que para medio equilibrar su oferta de camas se reclamarían 12 tantos más.
Estamos hablando de regresar al escenario de hace 25 años, cuando se tenía una cama por cada mil habitantes… frente a las cuatro del promedio de países desarrollados.
Por cierto, está pasando de noche, aparentemente por el cambio de prioridades, el aniversario número 65 de la institución de asistencia social fundada en 1943 por el entonces presidente Manuel Ávila Camacho.
Nocaut a ICA
De acuerdo a su propio aserto, la llegada del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) resultó demoledora para el grupo ICA de Bernardo Quintana, quien debió pagar durante el primer mes de vigencia mil 748 millones de pesos… frente a los 55 millones enterados en el mismo lapso de 2007.
El golpazo se explica por los anticipos que recibió la firma contratista en la fase previa por licitaciones pendientes, la mayor parte de los cuales no los alcanzó a utilizar.
El caso es que, en la carambola, durante el último trimestre del año pasado la compañía registró pérdidas por mil 431 millones de pesos… frente a la utilidad de 362 millones durante el mismo lapso del año anterior. albertobach@yahoo.com.mx barrancoalberto@prodigy.net.mx