Huele a gas
En probadita, quizá, de lo que ocurriría en el país de abrirse la posibilidad de participación extranjera en la distribución de gas LP, la presencia de una multinacional mexicana en Honduras se ha convertido en una pesadilla de 30 años para la población
Se diría que el Grupo Tomza de Tomás Zaragoza exportó, vía su filial Gas del Caribe, el estilo de hacer negocios en el país al amparo de la impunidad y el atropello.
La bitácora habla de barrer literalmente del mapa turístico a la población de San Fernando Omoa, sus playas bañadas por el Mar Caribe; sus palmeras, su historia vieja concentrada en un museo; su castillo de cuatro baluartes, expresión viva, viviente, de la dominación española… a 40 minutos de San Pedro Sula.
El hecho es que en atropello a la lógica, la ética y desde luego la estética, la multinacional a la mexicana instaló una terminal marítima de gas con cuatro colosales esferas al calce, a 500 metros del centro histórico de la población de 30 mil habitantes.
Sus huellas están en todas partes: el derrumbe del comercio marítimo que alcanzaba en peregrinación interminable la bahía; la caída de la actividad pesquera, con el turismo la gran fuente de ingresos de la zona; la grave contaminación de la playa; la destrucción del entorno…
La catarata es interminable: la colocación de rompe-olas para proteger los terrenos de la firma mexicana, por ejemplo, generó la contaminación y la destrucción parcial de una laguna de agua dulce, cuyo atractivo era el mayor gancho para los amantes del ecosistema.
Lo que hace un lustro era una esmeralda transparente en que nadaban miles de peces, se ha convertido en un depósito pestilente al traspasar las aguas del mar a las barreras naturales de la laguna, terminando por destruirlas.
La contención, a su vez, provocó la huída de las olas a la playa, volviéndola inaccesible. De hecho, las palmeras están prácticamente a ras del mar, cayendo una por una al embate interminable.
Ahora que las calles alguna vez románticas se han convertido en un gran bache al paso interminable de las pesadas pipas que surten los depósitos de Gas del Caribe.
Y si hace unas décadas los cruceros y yates detenían su travesía a la vista del paisaje, el sitio de volvió prohibido a la vista de las esferas de gas, lesionando de muerte a comercios y hoteles.
La razón que explica la prepotencia y le da sustento a la humillación la anota letra por letra un cable de la Agencia Latina fechado el cuatro de marzo pasado en Tegucigalpa: “La empresa trasnacional Gas del Caribe continúa hoy en el municipio hondureño de Omoa porque pagó una cifra millonaria de dinero a las autoridades de la zona. El arreglo implicó varias concesiones económicas favorables a la empresa del mexicano Tomás Zaragoza”.
La denuncia se le atribuye a uno de los defensores del ecosistema, de nombre Máximo Parrissi.
Adicionalmente, de acuerdo al diario local La Prensa, “Gas del Caribe trabaja en el lugar sin licencia ambiental y el arreglo entre sus representantes y la alcaldía es extralegal porque violenta los derechos de los pobladores de Omoa”.
Zaragoza, pues, exporta las técnicas más oscuras para hacer negocios en México.
Lo cierto es que al cobijo de la desesperación se han integrado al común denominador de la defensa de su entorno habitantes, restauranteros, hoteleros y organizaciones de ecologistas.
La movilización provocó, a su vez, la creación de un organismo a nivel nacional bajo el nombre de Gran Alianza de la Sociedad Nacional por Omoa, a la que concurren 30 organizaciones.
Esta logró, de entrada, una hazaña inconcebible hasta hace unos meses: impedir la instalación de una quinta esfera de depósito por parte de Gas del Caribe.
Su segundo campanazo fue conseguir una copia de los acuerdos firmados por Tomás Zaragoza al ingresar al país, encontrándose con la novedad de que 90% de las cláusulas, seis lustros después, no se han cumplido.
Sin embargo, aunque se logró el año pasado que el Congreso Hondureño emitiera una resolución en exigencia de la “inmediata” reubicación de Gas del Caribe, el escenario se mantiene intacto.
Más aún, la ruta fue la misma para una resolución de la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente, bajo el cobijo del dictamen 206-2006, que señalaba letra por letra que Gas del Caribe no podía seguir en el mismo lugar.
La impotencia obligó a colocar ocho denuncias ante los tribunales internacionales.
Por lo pronto, en el escritorio de la Secretaria de Energía, Georgina Kessel, y del embajador de México en Honduras, Tarcisio Navarrete, está una larga denuncia de atropellos de la multinacional mexicana.
¿Protestamos contra las travesuras de las trasnacionales en el país?
Balance General
Entre las sorpresas que se barajan en la propuesta de reforma energética que finalmente llegaría bajo el cobijo de un grupo de legisladores panistas y priístas a la ventanilla del Senado, está la de permitir la expedición de Certificados de Participación Ordinaria (CPO) con aval del capital de la paraestatal en su serie B.
Los trazos hablan de una serie de emisiones para llegar a 18% de participación, por más que los papeles no tendrían posibilidad de canjearse por acciones, ni derechos de voto.
El objetivo es cubrir un programa de canje de deuda nueva por vieja, y de pasadita reforzar a la empresa pública.
La idea, sin embargo, no es nueva. La había colocado en la mesa Genaro Borrego en su época de senador priísta.
Los papeles estarían abiertos a todo tipo de público, por más que el énfasis se daría en colocaciones cerradas hacia fondos institucionales.
Casi el empate
De acuerdo a cifras de la secretaría del Trabajo, durante la segunda quincena de febrero se crearon 50 mil nuevos empleos, que sumados a los 160 mil de la fase previa, dan un total en lo que va del año de 210 mil.
El problema, lo adivinó usted, es que durante diciembre y enero el país perdió 300 mil plazas, lo que nos coloca aún lejos de alcanzar el empate.
La sorpresa, sin embargo, es que la maquinaria está caminando en meses tradicionalmente apáticos en la materia.
Slim al galope
Lo cierto es que la desilusión de los fans del magnate Carlos Slim por su caída al segundo lugar de las listas de los ricos más ricos del mundo de la revista Forbes será pasajera.
El rival a vencer, Warren Buffet, está obligado espiritualmente a deshacerse de la mayor parte de sus riquezas por mandato de la sofisticada religión que profesa.
Según ello, así como el empresario estadounidense no requirió de herencias o legados para abrirse las puertas de los clubes de los multimillonarios, sus hijos están obligados a seguir la misma ruta.
De hecho, está viva su promesa de destinar la mitad de su fortuna a las causas que apoya la fundación integrada por Bill y Melinda Gates.
¿Misión imposible?
Entusiasmado por el respaldo unánime con que llega a la presidencia de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción, en sustitución de Nezahualcoyolt Salvatierra, Humberto Armenta prometió lo que en el papel parece misión imposible.
Estamos hablando de que las principales obras de infraestructura del país las desarrollen empresas nacionales.
En abono del reto el dirigente habla de pugnar por la autosuficiencia técnica y financiera de las empresas del ramo, además de imbuir una cultura empresarial orientada a la responsabilidad social.
Modelo de negocio
Invitado como orador principal en un periplo de grandes empresarios por la Escuela de Negocios de la Universidad Internacional de Florida, el presidente del Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, habló de la responsabilidad social de las empresas frente al sector de consumidores de bajos ingresos.
El nicho, pues, de las firmas del conjunto.
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