Ganó el ‘Mary Nour’
¿Se acuerda usted de la frustrada expedición del Mary Nour, aquel barco-silo griego de bandera panameña que traía al país un cargamento de 27 mil toneladas de cemento ruso que jamás pudo descargar, pese a permanecer meses anclado frente al puerto de Tampico?
¿Se acuerda de los mil litigios que debió enfrentar contra las cementeras nacionales, con énfasis en Cementos Mexicanos? ¿Se acuerda las colosales multas que le impusieron las autoridades portuarias? ¿Se acuerda de las que a su vez le impuso la Coordinación de Aduanas?
Bien, pues, dos años después habrá justicia… por la vía indirecta.
A soslayo aún de la denuncia por prácticas monopólicas que colocó en su mesa la empresa afectada por el hágase-la-globalización-en-los-bueyes-de-mi-compadre, la Comisión Federal de Competencia, inició una investigación de oficio sobre el escenario en que gira el comercio exterior.
La pregunta es simple: ¿Hay o no un clima propicio para la competencia internacional que llega lealmente al país?
El resultado se hará público en los próximos días, tras agotar los testimonios de la propia autoridad, las firmas exportadoras e importadoras, los recintos de fiscalización privados, las firmas transportadoras, las administradoras de sistemas portuarios integrales…
La presunción hablaba de trato preferencial hacia un puñado de empresas hegemónicas a quienes se rentan los espacios sin derecho de ocupación alterna; de convenios oscuros con los sindicatos de estibadores para obstaculizar la descarga de mercancías ajenas a la causa, y de colocar obstáculos para el transporte terrestre.
Un nudo, pues, a favor de los poderosos.
Adicionalmente, la pesquisa apuntaba a las quejas de los usuarios sobre lo que califican de elevadas tarifas de carga ferroviaria, que los concesionarios atribuyen a los altos costos por concepto de derecho de vía de empresas alternas, es decir, de Kansas City Southern hasta el Ferrocarril Mexicano que controla el Grupo Industrial Minera México, en paralelo al Ferrocarril del Sureste.
De hecho, la primera de las empresas tiene tres años en espera de una resolución de fondo sobre la materia.
El documento, a título de recomendaciones, se entregará con los atentos saludos de la Comisión Federal de Competencia a las dependencias involucradas.
Lo interesante del asunto es que fue el propio presidente de la dependencia en lucha contra las prácticas monopólicas, Eduardo Pérez Motta, quien planteó la urgencia de la indagación… en evidente presión ante el fracaso para plantear una solución ante el caso Mary Nour, dada la ausencia de evidencias sólidas.
Como el Cid Campeador, pues, el navío gana una batalla después de muerto en la guerra.
La historia está ahí para quienes quieran escribir un libro sobre la hipocresía de quienes en una ventanilla lanzan pestes contra el poteccionismo y en otra lo practican a ultranza.
Fletado por la Compañía Comercio para el Desarrollo Mexicano, cuyos socios eran tres ex ejecutivos de Cementos Mexicanos, el barco de la discordia llegó al país el 27 de julio de 2004 con un cargamento de 27 mil toneladas de cemento ruso y una oferta en la proa: vender el producto 15 dólares debajo de su costo en el país.
De hecho, la importadora tenía ya tres clientes a los que se entregaría el producto… con la idea de abrir una ruta para alcanzar cinco millones de toneladas al año.
El hecho es que casi un año después el navío debió regresar por donde vino con su mercancía a cuestas y sus colosales pérdidas en la popa… por más que se habla de un arreglo económico con las firmas cementeras instaladas en el país, para cancelar planes futuros.
El caso es que de entrada el Mary Nour no pudo atracar en el puerto de Tampico ante una orden judicial tramitada por Cementos Mexicanos, bajo el alegato de que el barco obstaculizaría sus propias maniobras.
Así las cosas, se giró el timón para alcanzar un recinto fiscal ubicado en la desembocadura del río Pánuco… que resultó balín.
Ahí se inició el infierno.
Acusado de obstaculizar un canal navegable, el barco fue multado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en una cadenita que se volvió interminable: 11 millones 270 mil pesos por parte de la Administradora General de Aduanas por “intento de descargo en un recinto no autorizado”.
Y más: una multa de un millón 650 mil dólares por haber tramitado el permiso de importación a nombre de otra empresa.
Adicionalmente, la Secretaría de Hacienda aplicó una multa más por supuesto entero extemporáneo del Impuesto al Valor Agregado y el General de Importación, con un recargo de 150%, más actualizaciones.
Todo el peso del Estado, pues, para el navío.
El caso es que pasaron 10 meses, tres millones de dólares al calce por la renta del navío, para que el Mary Nour pudiera atracar en Tampico… con la novedad de que los sindicatos estibadores controlados por la CTM se negaron a descargarlo.
La ruta completa del Vía Crucis.
La pregunta es si atreverá al fondo la Comisión Federal de Competencia en el no más Mary Nours.
Balance General
A contrapelo del catarrito que auguraba el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, el coletazo de la desaceleración económica de Estados Unidos está provocando una grave contracción de ventas en dos de las ramas industriales clave del país: automóviles y autopartes y aparatos electrónicos y electrodomésticos.
De hecho, el descenso se inició desde octubre del año pasado, prolongándose a enero hacia un escenario similar al de julio de 2006, en que las exportaciones descendieron 8%.
En la cresta máxima, éstas habían crecido en octubre del año pasado 6%, oscilando en los meses siguientes entre 5% y 3%.
Pifia de Banamex
A solicitud del Consejo de la Judicatura Federal, en los próximos días el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación desahogará en última instancia un procedimiento que involucra a Banamex y al Infonavit, en perjuicio del Fovissste.
La historia se inició en junio de 2003, cuando en una pifia de párvulos el banco le entregó al Infonavit una remesa de 28 millones de pesos… que debió entregar al Fovissste.
El banco no hizo nada por subsanar el yerro, y tampoco el Infonavit regresó los recursos, pensando, quizás, que lo cáido cáido.
El caso es que de aceptarse la resolución que plantea el ministro Sergio Vals, el Instituto no sólo deberá regresar los recursos, sino pagar 16 millones 198 mil pesos por concepto de intereses, actualizaciones y demás anexas.
Como Lord
La noticia es que el Grupo Peñoles de Alberto Bailleres se convirtió en la primera empresa nacional que cotiza en la Bolsa de Londres, al colocar exitosamente una emisión de su subsidiaria Fresnillo Pie.
El monto de la operación fue de dos mil millones de dólares, equivalentes a 25% del capital de la emisora.
Los recursos se utilizarán para financiar la expansión de la firma, abrir nuevas minas y cubrir pasivos.
La acción cotiza normalmente a partir de mañana.
Más contra Napo
El turno, en la presión a la Secretaría del Trabajo para no otorgar la toma de nota a la reelección de Napoleón Gómez Urrutia como dirigente del sindicato minero, fue ahora de la organización denominada Unidad Democrática Obrera.
Estamos hablando de una coalición que agrupa a diversas secciones del sindicato ubicadas en Coahuila, entre ellas la 147 y la 288.
La misiva enviada al titular de la dependencia, Javier Lozano Alarcón, incluye la firma de decenas de trabajadores.
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