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EMPRESA

ALBERTO BARRANCO

Van por Basf

Finalmente, 11 años después, hay una rendija en el largo túnel: la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte, abrió un expediente de hechos contra el gobierno mexicano, al que acusa de negligencia frente a denuncias de depredación ambiental contra la firma alemana Basf

El cargo concreto del organismo derivado de los compromisos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte contra la autoridad ambiental, es incurrir en omisiones en la aplicación efectiva de la legislación en la materia.

La denuncia, o mejor dicho su reposición, la habían presentado en julio de 2006 Myredd Alexander Mariscal Villaseñor, en representación de 100 familias de la comunidad El Hospital, ubicada en el municipio de Cuautla, Morelos, y el propietario de la ex hacienda de Nuestra Señora de la Concepción, Roberto Abe Almada.

El escándalo se inició en 1997 cuando, tras abandonar el casco de la ex hacienda donde había instalado por espacio de 25 años una planta productora de pigmentos químicos, se descubrió que Basf Mexicana había dejado una secuela de daños ambientales que amenazaba la salud de la población.

El caso más grave habla de dos drenajes con proa hacia el río del Espíritu Santo, que transportaban cargas de plomo y sedimentos de pigmentos y agua sin tratar por fugas en las válvulas de alimentación, con la novedad de que ahí lavaba sus trastes la comunidad.

Adicionalmente, la empresa había empleado indebidamente residuos de plomo o cromo que lo mismo invadieron paredes que maderas, arcos de papel y botes que se exponían al aire libre.

Lo dramático del asunto es que en la mudanza de la empresa se regalaron o subastaron a la comunidad algunos de los materiales, incluidos piedras y grava, que se integraron al entorno.

El hecho es que meses después empezaron a aparecer casos de saturnismo y retraso mental provocados por exceso de plomo en la sangre, para no hablar de contaminación en las tierras de cultivo de caña.

La paradoja del caso es que, colocadas en la mesa las denuncias correspondientes, éstas se revertirían contra la comunidad, al colocarse abiertamente el gobierno del lado de la empresa. De hecho, el propietario de la ex hacienda estuvo a punto de perder ésta.

Y aunque se diseñó un plan de remediación para limpiar el escenario, el gobierno no pudo o no quiso obligar a la empresa alemana a cubrirlo a cabalidad.

Su mayor hazaña fue aplicarle una multa de un millón 872 mil pesos… siete años después de planteadas las denuncias.

Ahora que el desglose resulta risible: 140 mil pesos por no contar con una bitácora de residuos peligrosos; 140 mil por no caracterizarlos; 18 mil por almacenarlos a cielo abierto; 18 mil 720 por carecer de letreros en el área de almacenamiento; 936 mil por la contaminación del suelo, y 468 mil por contaminar el casco de la ex hacienda.

Lo inaudito del asunto es que, conminada por la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte a ofrecer una respuesta, la autoridad entregó un cargamento de 58 tomos, distribuidos en 13 carpetas… con puras imprecisiones y vaguedades.

Aunque se habló, por ejemplo, de ejercer acción penal contra Basf Mexicana, se omitían detalles sobre el qué, el cómo y el cuándo, pretextando la confidencialidad del expediente abierto contra la firma.

La respuesta, por lo demás, se expidió el 10 de enero de 2007, es decir, hace más de un año, sin que hasta la fecha se haya movido un dedo para hacer efectiva la amenaza.

Ahora que, bajo la certeza de que la mejor defensa es el ataque, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales culpó al ofendido de la ofensa, al insistir en que el dueño de la ex hacienda se opuso a las obras de remediación.

A quién le importa si quien lo hizo fue el gobierno municipal de Cuautla, al detectarse graves violaciones en la documentación exhibida por la firma alemana como licencias de obra, entre ellas el ostentarse como dueña del inmueble.

Más allá, se señala temerariamente que la existencia de residuos peligrosos en la zona no se documenta, soslayando las conclusiones de una auditoría ambiental realizada en abril de 1997… con cargo a la propia Semarnat.

La factura fue de 10 millones de pesos a favor de la firma Topografía, Estudios y Construcción.

Ahora que en relación con los drenajes clandestinos que mezclaban aguas residuales con residuos tóxicos, se señaló que “no hay información documentada de descargas”.

Y aunque desde otro ángulo se señala que el gobierno envió a un confinamiento ubicado en Mina, Nuevo León, 11 mil 800 toneladas de tierra contaminada, se omite que se incumplió un acuerdo para realizar un nuevo muestreo del suelo de la totalidad de la zona.

Llama la atención, por otra parte, que se hable de que el gobierno ordenó el cierre de la planta, cuando fue la empresa alemana la que decidió trasladarse a otro lugar.

¿Usted creyó los argumentos del gobierno? Bien, pues hete aquí que la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte tampoco. De ahí la apertura del expediente.

La pregunta es si el órgano transnacional logrará al fin que se haga justicia. Imagínese qué triste.

Balance General

Lo cierto, frente a la sorpresa que provocó la acumulación de acciones de la empresa Vitro por parte de Banamex, a cuya vera el banco se presentó sorpresivamente a una asamblea general de accionistas de la firma productora de vidrio como un socio importante, con derecho de al menos dos lugares en el Consejo de Administración, es que la práctica no es nueva.

De hecho, representa la marca de la casa.

Digamos que la intermediaria encabezada por Roberto Hernández, cuya formación se fraguó en los vericuetos de la especulación bursátil, el casque, pues, se especializa en ubicar coyunturas para acumular acciones de una firma y luego presentarse como socio incómodo.

Ahora que la intención no es adquirir empresas productivas vía compras hostiles, sino colocar a éstas en posición desventajosa… para revenderles la participación adquirida.

El negocio es de antología.

De hecho, en la fase previa a la venta de Teléfonos de México, Banamex, es decir, Hernández, había acumulado una tenencia de 10% del capital de la entonces paraestatal, lo que le permitió alcanzar un asiento en el Consejo de Administración.

Con la ventaja a cuestas, de cara a la obtención de información privilegiada, Roberto Hernández fue uno de los postores en la licitación para desincorporar la empresa pública, perdiendo por un pelito con Carlos Slim, lo que abrió una enemistad que hasta hoy sigue viva.

La situación, letra por letra, se repitió con la empresa fabricante de alimentos enlatados y en conserva Herdez.

El sello, pues, de la casa.

Misma historia

Aunque la preocupación del Banco de México es evitar que la tasa de inflación para este año rebase 5% o 6%, lo cierto es que, de cara a la canasta de consumo de los estratos más desprotegidos de la población, el promedio se ubica ya entre 25 y 30%.

El fenómeno, pese a 160% de inflación general que se dio en el primer año del gobierno delamadrilista, tras aumentarse en 85% el precio de las gasolinas, es similar al registrado durante el último tramo del gobierno de Porfirio Díaz, cuando se inició la debacle de las haciendas.

El problema es que la dieta cuyo precio se ha ido a las nubes alcanza a algo así como la sexta parte de la población, es decir, 20 millones de mexicanos.

Diez de Volaris

Quien se aventó literalmente un 10 fue la línea aérea Volaris, al transparentar de cara a los usuarios el incremento en el costo del combustible, manteniendo incólumes sus tarifas de bajo costo.

La apuesta es impecable.

El boleto cuesta lo mismo, pero hay que afrontar la nueva realidad en el precio de los insumos.

Si suben éstos la cuota será más alta, pero si bajan…

El genio, no hay duda, de Pedro Aspe Armella.

albertobach@yahoo.com.mx

barrancoalberto@prodigy.net.mx

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