Dos Pemex
De acuerdo con la percepción del presidente de la Fundación Colosio, Francisco Rojas Gutiérrez, de aprobarse tal cual la propuesta de reforma energética en la mesa, habrá una industria privada paralela a la reservada constitucionalmente para Petróleos Mexicanos
Más aún, la empresa pública se volverá enana al quedar como simple administradora de contratos, lo que le impedirá absorber tecnologías y prácticas modernas de administración y marginaría la investigación y el desarrollo tecnológico.
Y si le seguimos, la paraestatal moriría de inanición y obsolescencia, y únicamente quedaría como sumiso monoexportador de crudo.
Casi el infierno.
Lo grave del caso es que, preparado el escenario como un paso más de los compromisos secretos derivados del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el país no negoció nada a cambio por parte de Canadá y Estados Unidos.
El Estado mexicano, pues, elimina olímpicamente la reserva de mercado establecida en el capítulo de Energía y Petroquímica Básica; desincorpora las fases de transporte, el almacenamiento y la distribución de la industria petrolera nacionalizada, además de volver irreversible la participación privada en refinación de petróleo.
En una ponencia planteada como parte de un seminario, Aportaciones al debate sobre la reforma energética, organizado por la Academia Mexicana de Ingeniería, el ex director general de Pemex cita a “un alto funcionario de la paraestatal”, señalando que bajo el nuevo modelo de contratación, es decir, los llamados contratos incentivados, los contratistas realizarían actividades de perforación de pozos, tomarían información sísmica, podrían también procesar la información sísmica, construir las plataformas y terminar los pozos”.
Si ese fuera el caso, se pregunta Rojas, cabría preguntarse cuál sería el papel de los ingenieros mexicanos y cuál su oportunidad de asimilar tecnología.
Por lo pronto, la posibilidad de un sí del Congreso a la iniciativa se califica abiertamente de fraude a la ley, al modificarse la Constitución a través de cambios a leyes secundarias.
La catarata habla de permitirse todo:
— Que la empresa privada pueda refinar mediante contratos de maquila, contrariamente al artículo tercero de la Ley Reglamentaria del artículo 27 de la Constitución, que ubica la actividad como reservada a la nación.
— Que los sectores privado y social realicen actividades de transporte, almacenamiento y distribución de los productos que se obtengan de la refinación de petróleo y petroquímica básica, y que Pemex deba pedir permiso para participar en ese mercado.
— Que las empresas privadas construyan, operen y sean propietarias de ductos, instalaciones y equipos.
— Que las empresas privadas interconecten la explotación y elaboración del gas natural, es decir, de los pozos a las plantas.
— Que las empresas privadas transporten, almacenen y distribuyan el gas asociado a los yacimientos de carbón mineral.
— Que las empresas privadas obtengan contratos incentivados, conocidos internacionalmente como risk contracts, para trabajar en cualquier área, incluyendo aguas someras y tierra.
— Que las empresas privadas que aporten innovaciones tecnológicas puedan obtener contratos incentivados mediante asignación directa, discrecional e incluso confidencial.
— Que la empresa privada que descubra recursos prospectivos comercialmente viables reciba una recompensa monetaria y el derecho a desarrollar el yacimiento.
Ahora que en el escenario de una reforma factible, Francisco Rojas Gutiérrez habla de convertir a Pemex en una entidad competitiva, moderna y de clase mundial, lo que implicaría, de entrada, despetrolizar paulatinamente las finanzas públicas, sin descuidar el gasto social ni las participaciones a las entidades federativas.
Más allá, se plantea que el gobierno absorba la deuda derivada de los Pidiregas, es decir, las obras realizadas con financiamiento privado, además del pasivo laboral, o si lo prefiere el boquete en su fondo de retiro.
El abanico habla de revisar el destino de los excedentes petroleros y evitar la discrecionalidad en su distribución para destinar más recursos de inversión a la paraestatal; mejorar la capacidad de administración y ejecución de ésta, reestableciendo la planta técnica e incrementando la investigación y el desarrollo.
Adicionalmente, se habla de reestablecer al ciento por ciento las reservas probadas mediante un programa simultáneo y continuo de incorporación de las probables; de las posibles a las probables, y de los recursos prospectivos a reservas posibles, en paralelo a maximizar la vida útil de los yacimientos.
El remedio y el palito.
Balance General
Veinte meses después, al fin, la Suprema Corte de Justicia de la Nación perfila su resolución frente a los amparos interpuestos por Rafael del Villar y Gonzalo Martínez Pous contra el rechazo de la Comisión Permanente del Congreso a su nombramiento presidencial como integrantes del pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones.
Las apuestas están dos a uno a que los hoy subsecretario de Comunicaciones y director jurídico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ganarán la partida, lo que de pasadita le abriría el escenario a la salida frente a un caso análogo: la controversia constitucional interpuesta por el ex presidente Vicente Fox en reclamo de inconstitucionalidad de la nueva Ley de Competencia Económica aprobada por el Congreso.
El principal sustento de la impugnación apunta a si el Senado, o en su caso la Comisión Permanente, tiene derecho de veto sobre los nombramientos que realizó el presidente de la República de los comisionados que integran el pleno del organismo.
Ahora que la carambola no sólo invalidaría el nombramiento de los que sustituyeron a los rechazados, sino le abriría el escenario a una serie de amparos contra las resoluciones votadas por éstos, bajo el alegato simple de ilegitimidad.
Digamos que la papa caliente se volverá más caliente.
Córtala
De acuerdo con un comunicado difundido por el sindicato minero, Altos Hornos de México está rompiendo el trato de entendimiento constructivo con éste, “que le permitió salvarse de la quiebra y del castigo hacendario”. El trato, según ello, “le permitió volver a trabajar normalmente y seguir después obteniendo voluminosas utilidades”.
Digamos que el sindicato se la jugó con el patrón… hasta que éste lo acusó de intento de extorsión por 15 millones de pesos.
Roto, pues, el acuerdo realizado a espaldas de los trabajadores en la época en que la firma se declaró en suspensión de pagos, ahora la acusación habla de utilizar contra el sindicato a más de 200 porros, drogadictos y esquiroles.
Se acabó, pues, el amor entre Napoleón Gómez Urrutia y Alonso Ancira, el presidente de la empresa siderúrgica.
A confesión de parte…
Regresa Prieto
La noticia es que, en una extraña maniobra, el presidente de la Concamin, Ismael Plascencia, prepara la reivindicación del ex presidente del organismo Javier Prieto de la Fuente, a quien se integraría como representante ante el Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Como recordará usted, el ex funcionario de Cementos Mexicanos renunció de mala manera a su posición como subsecretario de Promoción del Empleo de la Secretaría del Trabajo. Se diría que simplemente aventó el arpa, según ello por no “hallarse en el cargo”. De acuerdo con una reforma de estatutos de la cúpula industrial, las posiciones en la instancia tripartita deben ser ocupadas por los últimos ex presidentes… salvo el caso de León Halkin.
A quién le importa si llenan el perfil frente al tamaño de la responsabilidad.
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