NY de Oriente
Shanghai está obligada a abrirse de lleno a la inversión extranjera para mantener un ritmo de desarrollo que alcanza, intactas, las metas de crecimiento económico de 9%, 10% y hasta 12%.
SHANGHAI.— Si alguna postal define nítidamente a esta ciudad, la segunda más importante de China, el segundo puerto de Asia, es la caravana de lanchones que navega lentamente por el río Yan Tzse con su carga hormiga de cemento, arena, grava, tabiques blancos…
Calificada como la Nueva York de oriente por sus mil rascacielos de copete caprichoso, ya una corona inglesa, ya el techo de una pagoda, ya una colosal bola, alguno de ellos, con sus 88 pisos, ubicado como el cuarto mayor del planeta, Shanghai se prepara al reto mayúsculo de maravillar a propios y extraños como sede, en el 2010, de la Expo Mundial.
Mil 500 obras públicas, autopistas, pasos a desnivel, multifamiliares, centros de convenciones, hoteles, le dan escenario al reto.
De pronto la brutal picota arrasa 10 mil hectáreas de terreno cercano al aeropuerto, para dar cabida al escenario central. El centro de exposiciones mayor del Extremo Oriente sobre lo que fueron miles de casas miserables, la cara opuesta del glamour.
Y de pronto desaparece lentamente el olor a incuria de vecindades, casuchas, edificios chaparros, tendajones, que le dan un dejo de color a la Habana vieja, entre ropa al sol colgada a los postes.
Y de pronto, entre un enjambre de motocicletas que le ganan el volado a la tradición de la bicicleta, van apareciendo los letreros en inglés con su derroche de neón que vuelve fiesta la noche, en cumplimiento al último rito quinquenal que obliga a la provincia a rascarse con sus propias uñas, agotada la ruta de 30 años de inversión centralmente planificada.
Shanghai está obligada a abrirse de lleno a la inversión extranjera para mantener un ritmo de desarrollo que alcanza, intactas, las metas de crecimiento económico de nueve, 10 y hasta 12 por ciento.
La alternativa, por más que sean ya 25 años de Mc Donalds, Kentucky Friend Chicken y hoteles Hyatt y Marriot, no es fácil, dada la pérdida de competitividad en materia de salarios, provocada por la revaluación del yuan, que en un año se ha fortalecido 12.5 por ciento.
La competencia, asimilado el modelo chino por otras naciones, se vuelve feroz al empuje de la India, Vietnam y Laos.
Ahora que, aunque la percepción generalizada apunta hacia lo contrario, abrir una empresa en China está en chino. De entrada, la exigencia habla de un socio local, cuya participación podría llegar al 50 por ciento, por más que el peso de la aportación de capital es del extranjero.
Desconfiados por naturaleza, en ocasiones los chinos tardan hasta cuatro años en aceptar integrar una sociedad, con la exigencia de negociaciones en que las partes se deben mirar de frente, lo que obliga al largo viaje una y otra vez.
De hecho, cerrada la posibilidad para las pequeñas y medianas empresas, sólo media docena de grandes firmas mexicanas han llegado a este país, entre ellas Bimbo, Maseca, Domos, y, naturalmente, Modelo.
Ahora que la cadena Taco Bell lleva tres años de pian pianito.
Empero, de cara al futuro, en esta ciudad viven 70 estudiantes mexicanos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, que llegaron a buscar la fórmula mágica de transformar una economía centralmente planificada por otra de mercado, que sólo en 1998 tenía 238 mil empresas públicas, con un capital de 1.63 billones de dólares, de las cuales nueve mil 357 se clasificaban como “grandes”.
Más aún, entre los planes del TEC está instalar un campus en esta ciudad donde conviven sin estorbarse, lo mismo grandes comercializadoras de marcas mundiales, que centros semiclandestinos donde la piratería se vuelve atractivo turístico, a la par de las torres monumentales y la arquitectura de tinte oriental-occidental…
El paraíso de la falsificación, lo mismo se ubica en el mercado turístico más importante de la ciudad, rodeado de templos budistas, añejas construcciones de pagodas y jardines exóticos, que en lujosos locales camuflajeados con fachadas de ruinosas construcciones.
Ahora que el milagro de Shanghai lo explica la férrea disciplina con que los chinos han cumplido los planes quinquenales que nacieron a la par de la revolución cultural impulsada por Lin Piso.
Los pilares que definen la relación de China con el mundo son la ideología, el desarrollo económico y la protección y defensa de la soberanía nacional y la integridad territorial.
Socialismo a la capitalista, o quizá capitalismo con rigor social autoritario.
Balance General
Sería el destino, la mala suerte o simples gajes del oficio, el caso es que a Aeroméxico se le aguó la fiesta de su vuelo inaugural México-Tijuana-Shanghai, en su fase de retorno.
Diez segundos después de haber despegado del aeropuerto internacional, el pasmo de los pasajeros, entre ellos dos de los accionistas de la firma aérea, y el embajador de México en China, Jorge Guajardo, escuchó tres explosiones contínuas. Haga de cuenta colosales batazos en la panza del gigantesco Boeing 777-200, llamado, por cierto, “Frida Kalho”.
El motor izquierdo, uno de los dos del colosal avión, se había averiado en un escenario en que la emergencia obligó a tirar 50 toneladas de turbosina, la mitad de la carga. El chorro dejó una estela de humo, en 20 minutos de vuelo en círculos para regresar a la pista, que para algunos pasajeros fueron la mitad de su vida, entre avisos tranquilizadores de que había fallado un sensor sólo un sensor, nada más un sensor.
El aplauso unánime coronó la maniobra en aterrizaje.
Lo demás corrió a cargo del consulado de México en Shanghai. El regreso sin visa. La estancia en una sala de espera cerrada. El regreso al hotel. La angustia del incierto. Las llamadas a México.
El Boeing 777-200 regresaría 37 horas después, ya sin escala en Tijuana… con una carta a bordo de disculpa firmada por el director general de la línea aérea, Andrés Conesa.
El avión tiene dos años. Se adquirió en pareja con otro llamado “Diego Rivera”. Estaba, pues, nuevecito.
Enorme potencial
Inaugurada oficialmente la ruta México-Tijuana-Shanghai por el presidente de Aeroméxico, José Luis Barraza, la bitácora habló de un potencial de 100 millones de turistas chinos al país en el 2010, en paralelo, naturalmente, al flujo de negocios.
De hecho, se esperaba en los próximos días la llegada de representantes de armadoras instaladas en el país, para iniciar contactos con ocho empresas chinas fabricantes de automóviles, con mira a coinversiones. Modelos chinos en México.
Se diría, pues, que se va a replicar al infinito el experimento del Grupo Salinas de Ricardo Salinas Pliego para producir automóviles Faw en el país.
Por lo pronto, el primer vuelo de Aeroméxico trajo 10 toneladas de ayuda humanitaria para los damnificados por el reciente terremoto en la provincia de Sachuan.
Cuates aquí
La sorpresa, frente a los desencuentros entre el gobierno federal y el de la Ciudad de México, es que, invitados al vuelo inaugural de Aeroméxico a esta ciudad, el presidente del Consejo de Promoción Turística, Oscar Fitch Gómez, y el secretario de Turismo del DF, Alejandro Rojas Díaz Durán, trabajaron codo a codo en una agenda común.
La intención es diseñar programas para el gran turismo chino, en un escenario en que la Ley de Herencias coloca al Estado como benefactor del 70 por ciento de los legados, lo que obliga a consumir en vida la riqueza acumulada.
Por lo pronto, se está agilizando el otorgamiento de visas para el país.
Mal augurio
De acuerdo a la tradición milenaria china, cuando sucede alguna catástrofe natural en el país, la interpretación apunta hacia el cambio de gobierno, con la novedad de que en esta ocasión el terremoto de Sachuan devastó fundamentalmente edificios públicos, ya sede de la espesa burocracia, como escuelas…
La tensión se siente en el ambiente.
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