Volando bajo
Supertortillas y pan
Encrucijada del CNA
En lo que constituye un capítulo más de una penosa peregrinación que camina de Herodes a Pilatos, ayer los directores generales de las líneas aéreas más importantes del país acudieron a la Cámara de Diputados con su cadena de lamentos a cuestas.
El pliego petitorio entregado al presidente de la Subcomisión de Transporte, Jesús Ramírez Stabros, plantea una de dos: otorgar un subsidio a la turbosina a imagen y semejanza del que se ofrece al consumo de gasolina y diesel… o eliminan éste.
Todos coludos o todos rabones, pues.
El escenario, naturalmente, apunta a equilibrar la competencia con las líneas de autobuses de pasajeros… a las que en su momento les quitaron un segmento de mercado las líneas aéreas de bajo costo.
La caravana, es decir Aeroméxico, Mexicana de Aviación, Interjet, Aviacsa, Líneas Aéreas Mesoamericanas… acudió originalmente ante el Secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, quien la despidió rápidamente con una frase lacónica: —Yo no fijo el precio de la turbosina ni de las gasolinas.
La siguiente estación del Vía Crucis llegó a la oficina del secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien ofreció vagas promesas de apoyo, por más que al día siguiente declararía a los cuatro vientos que el subsidio a las gasolinas es “sostenible”, es decir, no habrá marcha atrás.
Llama la atención que el único directivo de las líneas aéreas de peso en el país que no ha participado en el periplo, pese a las reiteradas invitaciones, haya sido el presidente de Volaris, Pedro Aspe Armella, quizá por su conocimiento profundo de las entrañas del sistema que le dejó su paso como Secretario de Hacienda.
Se diría que el ex funcionario sabe que no hay más salida que rascarse con sus propias uñas.
Si el gobierno aceptara subsidiar la turbosina enfrentaría agrias críticas de la opinión pública al considerarse a la aviación como servicio elitista, además de que las propias líneas aéreas con vuelos internacionales enfrentarían acusaciones de prácticas desleales.
Si, del otro lado de la moneda, se desmantelara el subsidio a las gasolinas y el diesel, la ira popular sería incontenible, en la antesala de la elección intermedia para renovar la Cámara de Diputados.
Ahora que el golpe, de cara a la inflación, sería demoledor. ¿Se acuerda usted del cuatro por ciento que se registró en el primer mes de vigencia del incremento de 85 por ciento en el costo del combustible durante el primer año de gobierno del ex presidente Miguel De la Madrid?
Por lo pronto, en lo que va del año el precio de la turbosina se ha elevado de siete a 12 dólares por galón, es decir 71 por ciento. Si hasta el año pasado el nivel representaba el 15 por ciento de los costos totales de las líneas aéreas, hoy se acerca peligrosamente al 40.
En la carambola, mientras Aeroméxico y Mexicana le están apostando a los vuelos internacionales, las líneas aéreas de bajo costo están racionando sus vuelos para evitar ocupaciones inferiores al 60 por ciento, porcentaje que se considera de equilibrio para salir tablas.
Sin embargo, aunque Mexicana tenía en su bitácora la posibilidad de volar a Tokio y Shanghai, no tuvo la suficiente liquidez par adquirir los aviones Boeing 777-200 requeridos.
Aeroméxico le ganó la partida.
Ahora que la propia Mexicana redujo en mayo pasado cerca de mil horas de vuelo de las 26 mil que realizaba, y en la desesperación se está exponiendo a una sanción por desacato al iniciar el desmantelamiento del contrato colectivo de sus sobrecargos a que le autorizó la Secretaría del Trabajo tras ventilarse un Conflicto de Naturaleza Económica, soslayando una suspensión provisional contra la medida, promovida por la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación.
Por su parte, Aeroméxico prepara un nuevo ajuste de personal de vuelo.
Y tras la suspensión provisional por tres meses de los vuelos de la firma Magnicharters, propiedad de Luis Bojórquez, bajo acusaciones de excesivo endeudamiento y bajo mantenimiento de sus naves con 23 años de antigüedad, Aerocalifornia está poniendo nuevamente sus barbas a remojar.
El promedio de antigüedad de los aviones de ésta es de 28 años.
En la misma ruta estaría Aviacsa, cuyo único activo real es su posibilidad de volar desde el aeropuerto internacional “Benito Juárez” de la ciudad de México.
Más allá, la desbandada de sus socios apunta a la quiebra inminente de A Volar, la línea aérea con base en Tijuana, cuya cabeza visible es Jorge Nehme.
De acuerdo a los expertos sólo cuatro líneas aéreas tienen opción de sobrevivir: dos tradicionales y dos de bajo costo.
Haga usted sus apuestas.
El problema es que la crisis se está llevando de corbata a las agencias de viajes, castigadas de suyo por una drástica baja de comisiones por parte de las líneas aéreas tradicionales, y marginadas por las de bajo costo.
Se encendieron, pues, todos los focos rojos del tablero.
Balance General
La noticia es que la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), lanzará una norma que obligará a la industria harinera del país, es decir, la materia prima para elaborar tortillas, pan, pastas, cereales y demás anexas, a enriquecer los productos con más vitaminas y minerales, incluído el ácido fólico, en afán de disminuir los niveles de desnutrición y anemia en el país.
El nuevo escenario afecta a firmas como Maseca, Bimbo, Kellogg’s, Mac Ma, Sumbean… por más que les ofrecerá la posibilidad de reforzar sus campañas publicitarias con el plus.
Melón o sandía
Esta tarde, finalmente, los socios, es decir, las organizaciones de productores del campo, y los asociados —las principales empresas de alimentos en el país—, léase Bimbo, Bachoco, Tysson, Maseca, Lala, IMSA, Herdez, Del Fuerte…, elegirán a un nuevo presidente del Consejo Nacional Agropecuario.
Fundado hace 25 años por un puñado de disidentes de la Coparmex, entre ellos Manuel Clouthier, el organismo vive hoy su mayor relevancia ante la crisis alimentaria mundial, frente al reto formidable de recuperar la autosuficiencia en materia de producción.
La elección la empañaron las presiones de algunos funcionarios a nivel estatal para torcer la votación hacia el ex subsecretario de Agronegocios de Agricultura, Juan Carlos Cortés, a quien se ubica como abanderado de la causa del gobierno.
En la esquina contraria está Juan Habermann Gastélum, un empresario agrícola de Sinaloa que acumula en su curricula una larga trayectoria de cargos de representación patronal.
Tarea por bloques
De aprobar el Congreso tal cual la propuesta de reforma energética planteada por el presidente Felipe Calderón, la posibilidad de exploración y explotación en aguas profundas se abriría por bloques a imagen y semejanza del esquema que se inauguró vía los contratos de servicios múltiples para la búsqueda de gas natural en la Cuenca de Burgos.
Cada bloque tendría una extensión de cinco mil kilómetros agotándose la tarea de la empresa que gane la licitación en un lapso de 15 a 20 años.
Dos al hilo
Por segundo año consecutivo, la consultora española Managment and Excellence le otorgó a la cadena de tiendas Wal Mart México una distinción especial, en este caso como la empresa con mejor gobierno corporativo en el país, y la cuarta en América Latina.
En mayo del año pasado la firma reconoció a la cadena que encabeza Eduardo Solórzano como la del mayor índice de sustentabilidad, gobernabilidad y responsabilidad empresarial en México.
Holcim social
La noticia es que el Centro Latinoamericano de Responsabilidad Social le otorgó un reconocimiento a la firma suiza Holcim Apasco por sus prácticas ligadas a la vinculación comunitaria y el medio ambiente.
La empresa que dirige Eduardo Kuetchamer se ha distinguido desde hace años por sus tareas de desarrollo sustentable.
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