“Hagan su juego…”
Reintegrada, pian pianito, a la idiosincrasia nacional la afición por lo juegos de azar y las apuestas, en la coyuntura de la difícil situación que enfrenta la mayoría de la población, los empresarios del ramo van por todo.
De entrada, al grito de garito unido jamás será vencido, están creando su propia Cámara del ramo, bajo la denominación simple de Cámara Nacional de la Industria de Juegos y Sorteos.
La intención es aglutinar todo lo que se mueva en la actividad. De permisionarios a operadores, pasando por proveedores de bienes y servicios con relación directa o indirecta.
Más aún, de pasadita hay un huequito para las empresas promotoras de casinos del exterior que se integren a la ruleta… digo, cuando les caiga el veinte a nuestros conservadores legisladores que no abren juego.
De la manita, pues, Televisa, Pronósticos Deportivos, la Corporación Interamericana de Entretenimiento… y el ex candidato a gobernador de Baja California, Jorge Hank Rhon, además, naturalmente, de la chiquillería que forma legiones.
La exposición de motivos habla de erradicar “los mitos y leyendas” sobre el juego en México, es decir borrón y cuenta nueva sobre el tristemente célebre Casino de Aguacaliente de Tijuana; las peleas de gallos en Tlalpan a las que llegaban a acudir algún virrey de la Nueva España, o los garitos clandestinos que se cobijaban en las ferias.
Más allá, el gremio plantea “consolidarse como una fuerza industrial comprometida con los intereses de la sociedad”, acorde, ¡válgame Dios!, con el Plan Nacional de Desarrollo y sus Planes Sectoriales.
Adicionalmente, se habla de crear puentes de diálogo y colaboración con el gobierno federal y los locales, a efecto de buscar en la medida de lo posible “la erradicación de la ilegalidad dentro de nuestra industria”.
Y si le seguimos, coadyuvar con el Congreso para desahogar los temas más relevantes de nuestra industria, “en concordancia con el bien común”; profesionalizar la fuerza laboral, para ofrecer mejores oportunidades de crecimiento personal y profesional, e integración de la industria a los mercados de juego más competitivos a nivel mundial.
Puente, pues, a Las Vegas, Montecarlo y los casinos navegables que deambulan por el Caribe.
La exposición de motivos habla de un boom de la “industria” en los Estados Unidos, que necesariamente despertará el apetito del Gobierno panista, urgido de empleos “haiga sido como haiga sido”.
Por ejemplo, en el estado de Lousiana los casinos y demás anexas registraron una tasa de crecimiento anual de 15 por ciento, casi el doble de los de Nevada (donde se ubican Las Vegas), que llegó a 8.4.
Más allá, se plantea que la actividad emplea a 366 mil 192 personas, generando anualmente 5.26 billones de dólares por impuestos directos.
Ahora que mientras las máquinas tragamonedas representan el 61 por ciento de la recaudación de un casino, el black Jack alcanza el 24.
En materia de apuestas deportivas, el fútbol americano representa el 47 por ciento y el basquetbol el 26.
Según ello, además, quienes más le rinden tributo a Birján son los hombres.
En el nuevo escenario, propósito de contricción a cuestas, las empresas de juegos de apuestas y sorteos ofrecen más y mejores empleos; pago puntual de impuestos, derechos y aprovechamientos; implementación de tecnología de punta en sus establecimientos, y combate a las adicciones. Casi el paraíso.
Lo que soslayan, tal vez por modestia, es la enorme cantidad de divisas que se quedarían en el país al ahorrarle a los líderes obreros y funcionarios corruptos el penoso viaje a Las Vegas con la maletita negra a cuestas. Hagan su juego señores…
Balance General
Colocado el grupo azucarero Escorpión en concurso mercantil o procedimiento de quiebra ordenada por el gobierno, bajo el argumento de ser insostenible su situación financiera, hete aquí que el procedimiento, es decir la sola colocación en la fila costó 20 millones de pesos.
La factura la pagó el Fondo de Administración de Empresas Expropiadas, por instrucciones de la Secretaría de Agricultura. Dinero bueno, pues, al malo.
Como recordará usted, la firma propietaria de nueve ingenios, cuyo dueño original era Enrique Molina Sobrino, fue la única que logró librar las demandas de los afectados por la expropiación, al demostrar el gobierno la utilidad pública de la medida.
El caso es que los ex propietarios plantearon una demanda adicional impugnando el concurso mercantil.
Gas explosivo
Pendiente aún la respuesta de la Secretaría de Energía a los reclamos de empresas como Cementos Mexicanos, Vitro, Copamex, Holcim/Apasco y demás etcéteras, para extender las coberturas que permitan garantizar un precio estable, finalmente subió a las nubes el precio del gas natural. El golpe fue de 100 por ciento.
El precio del combustible decretado por la Comisión Reguladora de Energía es ahora de 12.60 dólares por millón de BTU’s, el nivel más alto alcanzado en la historia.
Lento como FFCC
Tres años después de que la Comisión Federal de Competencia emitiera una serie de recomendaciones para reducir los costos en los fletes por ferrocarril, cuyo eje lo constituyen las elevadas tarifas que se cobran en materia de interconexiones, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes está tomando cartas en el asunto.
La semana pasada se publicaron las reglas para el cobro de derechos de vía, en cuyo escenario se mantenía un pleito permanente entre las empresas Kansas City Southern México y Ferrocarril Mexicano, este último propiedad de Germán Larrea Mota Velasco.
La firma, como usted sabe, además del Ferrocarril Mexicano opera el del Sur, por más que la fusión nunca ha sido aceptada por la propia Comisión Federal de Competencia.
La paradoja del caso es que cuando se fragmentó a los ex Ferrocarriles Nacionales de México para su privatización, se dijo que el Estado mantendría la propiedad de las vías, justo para evitar que se fragmentara la red. La promesa se la llevó el viento.
Tiro por la culata
De acuerdo al analista en jefe de la organización sin fines de lucro con sede en Washington, The Broking Institution, Robert W. Crandall, la política de desagregación de la red de Teléfonos de México que impulsa la Secretaría de Comunicaciones y Transportes podría resultar peligrosa para el desarrollo de México.
De entrada, se alerta de la reducción de incentivos para los operadores de redes públicas de telecomunicaciones interesados en invertir en el desarrollo de infraestructura.
La experiencia en otros países, dice, ha sido muy limitada y muy transitoria.
albertobach@yahoo.com.mx
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