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EMPRESA

Alberto Barranco

Todo y más…

La paradoja del caso, frente a la amenaza del Gobierno de jugar al todo o nada en su propuesta de reforma energética, es que de cara a un grupo de ex directores generales de Petróleos Mexicanos, la puerta de salida ante la emergencia es todo y más.

Estamos hablando de que el Gobierno, de una vez por todas, le quite el maquillaje a su iniciativa, para plantear abiertamente la modificación del artículo 27 de la Constitución.

El documento califica a la posibilidad del fuera máscaras de responsabilidad urgente “para poder diseñar una política petrolera nacional que le empiece a dar una viabilidad razonable de solución a la problemática actual, a través de una apertura moderna, ordenada y eficiente del sector”.

Privatización sin tapujos, pues.

De entrada, además, se acusa al gobierno de no transparentar con certeza la triste realidad de la paraestatal, en un escenario en que el problema es de más fondo de lo que se ve en las actuales discusiones, y nadie está diciendo la gravedad que representa en el corto plazo.

Textualmente se señala que “estamos condenando a nuestra industria petrolera al colapso, pero ni siquiera estamos tomando una actitud responsable de comunicarlo a todos los mexicanos”.

La exposición de motivos habla de que las arcas públicas no son suficientes, por mucho, para financiar los requerimientos de inversión para una industria petrolera sustentable en el largo plazo.

Las pinceladas hablan de una situación por demás crítica, y “sobre todo muy compleja de resolver”, aduciendo que los síntomas, más no la causa de los males de Pemex, están dados por su situación financiera, insuficiencia operativa, obsolescencia técnica y tecnológica, y una arcaica relación laboral que sólo privilegia al sindicato petrolero.

Más allá, se habla de la “dramática” caída de la producción petrolera, que por primera vez desde 1972 dejó de incrementarse en el 2005, en paralelo a la caída en las reservas petroleras del país.

“Llegamos a la situación crítica de hoy —dice letra por letra el texto que se entregó al columnista—, debido a la ausencia total de una política de Estado en materia de hidrocarburos, por conveniencia política y sobretodo económica de los gobiernos priístas, por negligencia o por ambas”.

Y más: “El petróleo se convirtió por más de 30 años en uno de los puntales económicos discrecionales, convenientes y fáciles de acceder para conveniencia de los gobiernos de turno con su simple visión sexenal”.

Ahí que se hagan bolas los que llegan.

Más aún, la industria petrolera se fue reinventando cada seis años. Se cometió el error grave de no definir una política de hidrocarburos de largo plazo, y por tanto sustentable.

La crítica es demoledora: “Se diseñaban planes y programas anuales para la operación de Pemex por su dependencia anual del presupuesto a que está sujeta. ¿Qué industria puede subsistir con la incertidumbre de no saber con qué recursos contará de un año a otro?”

El documento habla de haber exprimido a la empresa vía su renta petrolera, sin inversiones durante 25 años, lo que necesariamente implicó su condena a muerte.

El país explotó al máximo el megayacimiento de Cantarell, con las consecuencias a la vista en materia de declinación acelerada, que se inició en 2005.

La debacle es de 14 por ciento anual.

Pese al incremento en el precio internacional del barril de petróleo, Pemex pagó al fisco durante el primer trimestre del año el equivalente a ¡98% de sus ingresos!

“Y lo más grave, de lo que no se habla, hicimos depender las finanzas públicas del ingreso petrolero en más de 40%, al mismo tiempo que se caía en el deterioro constante de la infraestructura petrolera en toda su cadena de valor”.

De lo que no se habla, tampoco, es que a las actuales tasas de declinación Pemex está dejando de producir a un ritmo de más o menos 400 mil barriles diarios de un año a otro, por lo que la plataforma de exportación alcanza sólo 1.5 millones, lo que implica que en cuatro años ya no llegará la catarata actual de divisas.

Del otro lado de la moneda, las importaciones de petrolíferos y petroquímicos se multiplicarán al infinito.

Dicen que para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo.

La autocrítica de los ex funcionarios.

Balance General

Bajo la asesoría del despacho especializado estadounidense Perella Weinberg, la empresa Satélites Mexicanos realizará un nuevo intento de venta, aún cuando la oferta apunta también a la posibilidad de una fusión.

La presión proviene de los acreedores de la firma, quienes detentan 43 por ciento del capital, tras la última reestructura de deuda de la compañía.

La familia Autrey tiene sólo 8 por ciento, en tanto 49 por ciento lo conserva el gobierno desde la privatización de la firma.

El primer intento de venta, lo recordará usted, se realizó el año pasado, con la novedad de que ninguno de los postores se acercó ni de lejos a los 500 millones de dólares que se pedían como base.

El problema, lo adivinó usted, es que pese a la reestructura Satmex arrastra un débito de 380 millones de dólares.

Ahora que, en lo que representa un handicap adicional, la firma está obligada a lanzar en el corto plazo un nuevo satélite para estar en opción de mantenerse en competencia.

Van sobre Gil

Calificada como jugada maestra de Carlos Slim su alianza con la principal caja de ahorro de España, Caxia, quien adquirió 15 por ciento del capital del banco Inbursa, dada la posibilidad de aprovechar la enorme experiencia de la firma en la captación popular, la segunda parte está en la antesala.

Digamos que en el juego de la reciprocidad el magnate adquiriría un parte del capital de la firma ibérica, lo que de entrada le abriría la puerta de la nación ibérica.

La jugada, empero, tendría doble filo, dado que la Caxia es dueña de la Telefónica de España, cuya filial en México la encabeza el ex secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz.

De pronto, pues, Slim se convertiría en patrón de su más encarnizado enemigo.

Líder global

Quien acaba de obtener una designación como diseñador líder a nivel global para el sistema trasero de suspensión de la nueva generación de camionetas Tursit de Ford, es la firma de autopartes San Luis Rassini.

La empresa es filial del grupo San Luis que encabeza Antonio Madero Bracho.

albertobach@yahoo.com.mx

barrancoalberto@prodigy.net.mx

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