Salida a medias
Festinado estrepitosamente por el presidente Felipe Calderón, el nuevo escenario para jubilaciones y pensiones para los trabajadores de nuevo ingreso al IMSS, lo cierto es que el esquema plantea una salida a medias.
Aunque se frena el crecimiento del formidable faltante de reservas que enfrenta el organismo, de cara a los trabajadores activos, el boquete se mantiene intacto.
Estamos hablando de una cifra cercana al billón de pesos.
La paradoja del caso es que aplaudido escandalosamente a su vez por el sindicato, el nuevo marco implicará una aportación mayor de los trabajadores al fondo correspondiente, que alcanzará 15% de su salario.
Como usted sabe, los trabajadores que se contrataron antes del 15 de octubre de 2005 cubren apenas 3%, en tanto a los que lo hicieron después de esa fecha, de acuerdo a un escenario original firmado con el sindicato, se les descontaría hasta 10%.
El nuevo escenario le enmienda la plana a éste, argumentándose que sólo se “beneficiaba” a unos cuantos trabajadores de nuevo ingreso, “además que la única ventaja era garantizar una pensión al 100% del último salario”.
El caso es que los trabajadores viejos, digo por ubicarlos en el mapa, cuyo Régimen de Jubilaciones y Pensiones permanecerá intacto en respeto a los derechos adquiridos, se retiran con 130% de su última percepción, tras haber cubierto una antigüedad de 28 años en el caso de las mujeres, y de 29 en el de los hombres.
Bajo el esquema que el sindicato ubicó como provisional, la jubilación llegaría a los 35 años de servicio, a condición de haber cumplido 60 años, lo que según ello “se convirtió en un serio obstáculo para la contratación del personal de base que requiere el Instituto”.
Con el segundo marco el retiro podría acelerarse, al enriquecerse las aportaciones con 25% de las compensaciones que le otorgue el organismo a los trabajadores que se distingan por su productividad y eficiencia, al constituirse un fondo prorrateable de 700 millones de pesos, que podría incrementarse anualmente.
Los incentivos serán extensivos también a los trabajadores viejos.
Más allá, se abre la posibilidad de que si un trabajador no es beneficiado con un crédito del Infonavit, los fondos de su subcuenta de vivienda se endosarían a su cuenta para el retiro.
A cambio de ello, el personal del Seguro Social entrará al esquema de portabilidad, es decir su fondo migrará al ISSSTE en caso de contratarse con el gobierno.
El convenio firmado el 27 de junio pasado garantiza además incrementos a los préstamos para los trabajadores que adquieran bienes muebles o inmuebles, además de extenderse el número de éstos a que se tendrá derecho.
Más allá, los trabajadores podrán hacer aportaciones complementarias al fondo de retiro, quedando a su vez el Instituto obligado a realizar aportaciones para cubrir la cuota obrera en el ramo de Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, además de la que le corresponde como patrón.
Adicionalmente, el Estado realizará dos aportaciones al Seguro de Retiro Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, una de ellas en calidad de “cuota social”.
La posibilidad de jubilarse antes de los 35 años de servicio, se daría a condición de que la pensión que se calcula en el sistema establecido sea superior en más de 30% de lo garantizado, una vez cubierta la prima del seguro de sobrevivencia para sus beneficiarios.
Bajo el nuevo escenario, los trabajadores se incorporarán al Sistema de Ahorro para el Retiro, es decir, en lugar de que el Seguro Social administre las aportaciones, lo harán firmas privadas.
Por lo pronto, para garantizar que los recursos se manejen con la mayor transparencia, y de pasadita llevar agua a su molino, el IMSS le otorgará dos asientos al sindicato en la Afore XXI, de la que detenta 50% del capital: uno en el Consejo de Administración y otro en el Comité de Inversión de las Sociedades de Inversión Especializadas.
Carambola, pues, de dos bandas.
De acuerdo al sindicato, el nuevo marco le otorgará certeza jurídica tanto a los trabajadores actuales como a las nuevas generaciones respecto a sus condiciones de retiro, “y se evitará en cada revisión contractual discutir ese tema”.
Algo es algo.
Balance General
Programada para inaugurarse en octubre de 2006, un mes antes del final del sexenio foxista, dos años después la posibilidad de una sede para el Instituto del Genoma Humano en la Delegación Tlalpan, concretamente en la zona de hospitales, está aún en el aire.
Peor aún, planteada originalmente una inversión inicial de 300 millones de pesos, se llevan gastados más de dos mil, sin que se advierta el final de la farragosa ruta.
Lo grave del caso es que en el largo paréntesis se han tomado recursos que habían aportado particulares para la operación, lo que está cancelando posibilidades de financiamiento futuras.
En la junta directiva del organismo, presidida por el presidente de Nestlé, José Represas, están el presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, Nina Zambrano y el ex presidente de Holcim Apasco, Pierre Froidevaux.
El escándalo, pues, está a la vuelta de la esquina, con la novedad de que el país tardó 18 años en decidir alcanzar la anhelada meta de un órgano de investigación de primer mundo.
Una más, pues, del ex presidente Vicente Fox.
Ese no…
Colocado, tras la reforma de estatutos del organismo, como el gallo del presidente de la Concamin, Ismael Plascencia, para integrarse al Consejo Técnico del Seguro Social, hete aquí que el gobierno vetó a Javier Prieto De la Fuente.
Aparentemente el alto contra el ex subsecretario de Promoción de la Secretaría del Trabajo lo colocó el que fuera su jefe, es decir, el titular de ésta, Javier Lozano Alarcón.
Como se recordará, el ex presidente de la Concamin abandonó sin más la trinchera, alegando no sentirse a gusto con el estilo personal de Lozano… a quien pretendió acusar en Los Pinos.
Lo inaudito del asunto es la docilidad con que aceptó el veto el propio Plascencia, cuya belicosidad al parecer se fue al arroyo.
Revés a TMM
Sorpresivamente Petróleos Mexicanos declaró desierta la licitación para la compra de una segunda remesa de cinco buques tanque a casco desnudo, al rechazar la oferta, como postor único, de Transportación Marítima Mexicana.
Según ello, la firma de José Serrano Segovia pedía un poco más del precio tope previsto, por más que no se especifica el monto de éste.
Ahora que de los cinco solicitudes TMM ofrecía tres: el Seamarine, el ST Clemens y el Luit Spirit.
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barrancoalberto
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