Perdió Slim
En lo que pareciera el punto final del último round de la pelea entre el magnate Carlos Slim y el ex secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, la Secretaría de Economía le levantó el brazo a este último.
De acuerdo a la Dirección General de Inversión Extranjera de la dependencia, la filial de la Telefónica de España en México, que opera bajo la razón social Grupo de Telecomunicaciones Mexicanas, no viola la ley en la materia, pese a que el 97.4 por ciento de su capital pertenece a la firma hispana.
El sí pero no se ubica en la magia de las inversiones neutras, es decir, que los socios extranjeros no tienen la posibilidad de asumir decisiones.
Más aún, colocada de plano detrás del mostrador de la firma ibérica que encabeza el ex funcionario, la dependencia señala que, bajo el criterio con que denunció la aparente simulación, Teléfonos de México quedaría también al margen de la ley, al detentar extranjeros el 60 por ciento de su capital… vía la compra de acciones en diversas Bolsas de Valores del planeta.
La participación se ubica también en el contexto del capital neutro, al darles una denominación a las series accionarias que no implica control.
Todo mundo, pues, se beneficia del curioso esquema que permite eludir la exigencia de mayoría de capital nacional para firmas en materia de telefonía fija.
Lo curioso del caso es que originalmente se había dicho oficialmente que el 51 por ciento del capital de la empresa de la discordia pertenecía a una empresa mexicana denominada Enlaces del Norte.
Lo cierto es que a la privatización de Telmex, el gobierno salinista ideó un esquema que permitió la participación de dos empresas extranjeras, Southwestern Bell y France Cable et Radio, bajo un esquema de acciones de control en el que Slim tenía mayoría.
Y lo cierto es que el magnate adquirió casi el 100 por ciento de los títulos, comprando en paralelo un porcentaje significativo del resto de las acciones en circulación.
El marco se calcaría a la privatización de los grupos aeroportuarios, cuya propiedad mayoritaria, vía acciones, se pulverizó entre el capital extranjero.
Ahora que detrás de la irrupción en pelea por parte de la Secretaría de Economía existe la intención de legalizar el evidente ejercicio de simulación… permitiendo mayoría de capital extranjero en firmas de telefonía fija en forma abierta, lo que implicaría modificar la Constitución.
La exposición de motivos es simple: Sí se permite la participación extranjera mayoritaria en firmas de telefonía móvil, qué tanto es tantito más.
Así de simple.
De hecho, en afán de calentar motores, la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados abrió un foro de título más que evidente: “Apertura a la inversión extranjera en el sector de la telefonía fija”, en cuyo escenario todos los dardos apuntaron hacia Telmex.
Que si sus tarifas para las pequeñas y medianas empresas son 187 por ciento mayores a las de Buenos Aires; 56 más que las de Río de Janeiro, y 35 más que las de Lima. Que no tiene competencia real…
La voz discordante fue la del presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Héctor Osuna, al señalar que la apertura está muy lejos de ser la panacea para expandir la infraestructura y aumentar la penetración de los servicios.
Lo curioso es que nadie habló de soberanía.
Por lo pronto, el punto para Gil Díaz lo coloca como víctima de la voracidad de Telmex, quien se negó a interconectar a su filial de telefonía fija, alegando justo el que operaba al margen de la Ley Federal de Telecomunicaciones y de la Ley de Inversiones Extranjeras.
Concretamente se aludía a un reporte oficial entregado por la Telefónica de España, en el que se señalaba a la letra que el 97.4 por ciento del capital de la empresa Grupo Telefónica Mexicana le pertenecía.
Round para el ex secretario de Hacienda.
Balance General
El eje en el cual gira la defensa del grupo Vitro en su pleito contra el grupo financiero Banamex/Citigroup, al que acusa de realizar una compra hostil de sus acciones en el mercado, acumulando casi el 15 por ciento de su capital social, es el artículo 48 de la Ley del Mercado de Valores.
De acuerdo a éste, las empresas puedan decidir quién sí y quién no puede adquirir paquetes mayores de cinco por ciento en el mercado, vía sus estatutos internos.
En este caso los de la firma de la familia Sada González mantienen una cláusula de exclusión para extranjeros. Y como el dueño del banco es un corporativo de los Estados Unidos…
De hecho, cuando un participante en el piso de remates, alcanza una adquisición superior a cinco por ciento, está obligado a dar cuenta a la autoridad.
El escenario explica por qué Banamex, en su defensa ante la opinión pública, señala que su participación como tal es de sólo dos por ciento. El resto, jura, lo adquirieron sus clientes.
¿Salto mortal?
Obligado por ley el cambio de presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEG), tras otorgársele autonomía frente al gobierno, quien pelea la posición es el ex director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, Mario Rodarte.
De hecho, las versiones hablan de que renunció a éste hace dos meses justo para intentar el salto al ámbito público.
Tradicionalmente en la decisión se involucra a la Secretaría de Hacienda y al Banco de México.
El asunto tiene especial trascendencia, dado que de la personalidad de quien detente el cargo dependerá si se defiende o no la autonomía otorgada.
Como usted sabe, a partir del 2011 el INEGI realizará la medición de la inflación en el país, supliendo al Banco de México.
Fundación IMSS
En su quinta asamblea general ordinaria, la Fundación IMSS que encabeza el industrial de la confección Rafael Fajer, eligió como vicepresidente al ex presidente de la Concamín, Ernesto Rubio Del Cueto.
En el Consejo Directivo del órgano que mantiene como presidente ejecutivo al ex secretario de Salud, Jesús Kumate, participan también los empresarios José A. Pérez Pérez, Rolando Vega, Manuel Somoza y Santiago Echavarría.
En el último año el organismo filantrópico logró captar donativos por 150 millones de pesos.
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