Como el cohetero
Teléfonos de México le arrima piedras a la Telefónica de España, en tanto los cableros hacen lo propio con la primera, y de pasadita con Axtel, Marcatel, Alestra...
En el milagro del nuevo milenio, la resolución preliminar de la Comisión Federal de Competencia en materia de dominancia en el sector de las telecomunicaciones logró hermanar a tirios y troyanos… contra la dependencia.
En el insólito, pues, Teléfonos de México le arrima piedras a la Telefónica de España, en tanto los cableros hacen lo propio con la primera, y de pasadita con Axtel, Marcatel, Alestra, Protel y Avantel.
Uno para todos, y todos contra una.
Mientras Telmex acusa a la instancia constituida como paladín contra los monopolios de incongruente, al señalarla como hegemónica en el mercado de larga distancia, pese a ser la única en abrir la posibilidad de que sus clientes opten por el proveedor de su preferencia, Telefónica de México la culpa a su vez de incoherente.
La ira de ésta la provocó el que se haya acusado a su filial de telefonía fija, Grupo Telefónico Mexicano, de mantener poder sustancial en el mercado intermedio de terminación de llamadas, pese a tener sólo 20 mil clientes, es decir, la diezmilésima parte de los existentes.
El universo, como usted sabe, alcanza 20 millones de línea fijas, de las cuales 17 millones las aglutina Telmex, siguiéndole en línea descendente Axtel, Alestra, Marcatel…
Ahora que la instancia encabezada por Eduardo Pérez Motta había planteado un escenario similar en su panorama de dominancia de telefonía móvil, al colocar en el mismo rasero que Telcel en el segmento de terminación de llamadas a Movistar, Nextel y Iusacell, pese a que la primera tiene 14 por ciento del mercado, y la tercera sólo 4 por ciento.
La razón del aparente dislate se ubica en una extrapolación al modelo mexicano de la fórmula utilizada por la Unión Europea para medir la hegemonía, por más que los esquemas son paralelos. Digamos que allá sí hay posibilidad de abusos con la tarifa, a diferencia de México, donde la batuta la tienen Teléfonos de México y Telcel.
Dicho con todas las letras, la competencia de éstas se convierte en simple tomadora de los precios que implantan. Subirlos sería suicida, y bajarlos sería incosteable.
La razón de la ira se ubica en que fue justo Telefónica de México la que planteó la exigencia de la indagación con apoyo de un grueso legajo de análisis del mercado realizado por expertos, cuyo costo fue de más de seis dígitos.
El expediente lo terminó de engrosar la Cámara Nacional de Televisión por Cable, bajo la vela en el entierro de su ingreso al triple play, es decir, la posibilidad de ofrecer telefonía en aprovechamiento de su red.
Se diría, pues, que el acusador se convirtió en acusado.
Ahora que en otra perla, hete aquí que en el país existen 400 áreas de marcación, de las cuales 200 las mantiene Teléfonos de México y 200 están abiertas a la competencia. Pues bien, en la lógica de la Comisión Federal de Competencia la firma de Carlos Slim Helú es dominante… ¡en este último segmento!
Así como lo lee usted.
Por lo pronto, en la coyuntura del periodo que abrió la CFC para recibir objeciones a su resolución preliminar se han formado todos con un costal de agravios sobre el hombro.
El aquelarre será de antología.
Como recordará usted, hace siete años la propia CFC había realizado una investigación similar que desembocó en una declaración de dominancia contra Teléfonos de México en cinco mercados. La empresa promovió un amparo contra la resolución que, en la carambola, debió resolver la Suprema Corte de Justicia, que le daría cause, alegando que la Comisión Federal de Competencia se había extralimitado en las funciones que le infería la ley… que por lo demás rebasaba el marco constitucional.
El procedimiento, solicitado a petición de la empresa Avantel, debió reponerse una vez reformada la ley, con la novedad que en el paréntesis llegaron las denuncias de Telefónica México y los cableros.
¿Parto de los montes?
Balance General
Planteada a finales del año pasado por el PAN, durante el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso se analizará una iniciativa que en el papel pretende cerrar el paso a la posibilidad de una crisis hipotecaria en el país como la que vive Estados Unidos.
La intención, lo adivinó usted, es evitar que los créditos se otorguen sin los amarres necesarios que los vuelvan impagables.
De entrada, se faculta a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para autorizar, inspeccionar, regular y sancionar a los valuadores profesionales, controladores y unidades de valuación.
La posibilidad la tiene la Sociedad Hipotecaria Federal.
Más allá, se amplía la definición para incluir a todo aquel que mediante examen demuestre tener las aptitudes. Hasta hoy se requiere un título profesional y un posgrado para ejercer la actividad.
De panzazo
De acuerdo con una evaluación realizada por un grupo de expertos a petición del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, la propuesta de reforma petrolera del presidente Felipe Calderón alcanza una calificación de 6.34. Pasa, pues, de panzazo.
En el recuento participaron, entre otros, el ex secretario de Hacienda Jesús Silva Herzog Flores; el ex rector del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Javier Beristáin Iturbide; el director general del Centro de Investigación y Docencia Económicas, Carlos Elizondo; el ex diputado Jorge Chávez Presa y el presidente del Instituto de la Competitividad, Roberto Newell.
El siguiente paso será evaluar el proyecto priísta, integrándose en este caso al “jurado” el ex director general de Pemex Adrián Lajous y los economistas Carlos Heredia y Rogelio Ramírez de la O, entre otros.
Según el pájaro…
La Comisión Federal de Competencia analiza con lupa un contrato que acaba de redactar Televisa, a través del cual se fijan tarifas diferenciales para venderle a las empresas de televisión por cable señales de sus contenidos de televisión abierta. Digamos que según el pájaro es la pedrada…
La vela en el entierro de la instancia encabezada por Eduardo Pérez Motta es que la condición para permitirle a la firma de Emilio Azcárraga Jean la compra de Cablemás, la segunda cablera del país, era no restringir la posibilidad de oferta de contenidos. El problema es que algunas firmas, como MVS, exigen que éstos se entreguen sin costo.
Sombrero ajeno
Ayuno de resultados, el organismo de promoción de inversiones denominado ProMéxico intenta adornarse con sombrero ajeno al calificar como “uno de sus grandes logros” la inversión realizada en San Luis Potosí por la empresa General Motors para construir una nueva planta.
El problema es que la primera piedra se colocó hace 14 meses, cuando no existía aún la instancia calcada de su similar ProChile.
La apuesta fue de 960 millones de dólares.
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