Marco… de discordia
Concebido por la Cofetel como la fórmula para terminar con un añejo diferendo, el Convenio Marco de Interconexión ha logrado lo insólito: unificar a éstos… contra la instancia reguladora
Los dardos alcanzan todos los calibres. De entrada, se habla de ilegalidad, al inspirarse el documento en el Plan Técnico Fundamental de Interconexión cuya promulgación está aún en el aire.
Más allá, se acusa a la instancia encabezada por Héctor Osuna de usurpar funciones del Poder Legislativo al imponer regulaciones no contempladas en la Ley Federal de Telecomunicaciones.
Adicionalmente, se le culpa de inmiscuirse en negociaciones privadas como son los acuerdos de interconexión que firman las empresas telefónicas con Teléfonos de México, el dueño de la red.
Metiche, pues
La andanada contra la instancia oficial llegó el viernes pasado en el marco de la última consulta pública realizada sobre el tema, a la que concurrieron no sólo las empresas, sino expertos en la materia.
El primer obús lo soltó Teléfonos de México, vía su apoderado legal, Francisco Javier Islas Manero, objetando el que se incluyan los conceptos de desagregación y compartición de la infraestructura que no contempla el tenor del artículo 42 de la Ley Federal de Telecomunicaciones.
Adicionalmente, se adujo que el documento genera inseguridad e “incide de nuevo contra las inversiones requeridas para la penetración y cobertura de los servicios del sector, al plantear condiciones de interconexión sumamente desventajosas e ilegales”.
A su vez, Alestra señaló que la Cofetel no puede pasar por alto el principio de la voluntad de las partes, “toda vez que es muy raro o casi imposible que dos concesionarios no puedan convenir en la totalidad de un convenio de interconexión que además se viene celebrando en términos no discriminatorios”.
Dicho con todas las letras, la instancia está tratando de regular la voluntad de las partes.
Por su parte, Iusacell coincidió en que el documento con perfil de anteproyecto rebasa el artículo 42 de la Ley Federal de Telecomunicaciones, aun cuando también habla del 43.
Para la firma la única posibilidad de intervención de la autoridad reguladora la otorgaría una querella planteada por cualquiera de las partes.
Lo demás es
cosa de ellas
Desde su propio ángulo, la empresa estadounidense Nextel señaló a la letra que “la fórmula sugerida para el cálculo del desbalance implica una tarifa de interconexión desigual”.
En el aquelarre participó la empresa Telefónica México, es decir. la más virulenta rival de Teléfonos de México, quien también se lanzó de lleno contra la propuesta, aprovechando de pasadita el viaje para señalar que la firma del Convenio Marco de Interconexión no debe generarle a Telmex derecho alguno para modificar el Título de Concesión con que opera.
Sin embargo, insistió en que éste debe modificarse para que la firma de Carlos Slim Helú participe en el Acuerdo de Convergencia, es decir, la posibilidad de ofrecer adicionalmente servicios de video en aprovechamiento de su red.
Presente también en el agarrón contra la instancia reguladora, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable, Alejandro Puente, también se lanzó contra ésta, si bien por motivos sesgados, al señalar su extrañeza de que se someta a consulta pública un anteproyecto fundado en el Acuerdo de Convergencia, cuya validez data de hace dos años.
Ahora que, integrado al coro, señaló que la Cofetel sólo debe intervenir en materia de interconexión cuando exista una disputa entre las partes.
Sin embargo, no estuvo ausente el coscorrón para la firma hegemónica: “Es evidente que el control por parte de Telmex y Telcel de los recursos esenciales les ha permitido a través de los años controlar los servicios intermedios de interconexión y así frenar y obstaculizar la prestación de servicios por parte de sus competidores”.
A su vez, el investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México, Ramiro Tovar Landa, coincidió en que los alcances del documento rebasan las facultades de la Cofetel, además de que la pretensión de crear figuras obligatorias como por ejemplo compartir infraestructuras, dejaría al concesionario sin “un derecho residual protegido por una regla de propiedad que pudiera desincentivar el realizar inversiones incrementales con riesgos”.
Freno, pues, para nuevas apuestas.
Como lee usted, pues, el agua corrió parejo… contra la Cofetel.
Balance General
La noticia es que, tras un largo periplo judicial que se alargó durante 15 años, la empresa fabricante de aceites y lubricantes Bardahl logró romper el monopolio que Petróleos Mexicanos le había otorgado olímpicamente a la firma Mexicana de Lubricantes para colocar sus productos en la red de gasolineras del país.
Lo que no pudo lograr una resolución en firme de la Comisión Federal de Competencia emitida hace ocho años lo alcanzó la empresa encabezada por Sergio Díaz, vía una resolución del Tribunal Quinto en Materia Administrativa.
Por primera vez en tres lustros, pues, el consumidor que llegue a una estación de servicio podrá optar por los productos Mex Lub, Akron o Bardahl.
Como recordará usted, a la privatización de sus plantas de aceites y lubricantes durante el gobierno salinista a favor de la firma Impulsora Jalisciense, Petróleos Mexicanos le dio todo… y más.
En paralelo a la exclusividad para vender en las gasolineras, se le otorgó por 20 años la marca Mex Lub… que pertenecía a Bardahl, a quien se le hizo manita de puerco para cederla.
El pleito, pues, lo perdió la paraestatal.
Rompen parcelas
Firmado en forma virtual un pacto de no agresión entre las firmas propietarias de los diversos grupos aeroportuarios del país en respeto a sus propias parcelas, ahora resulta que el grupo ICA pretende participar en la licitación para construir el aeropuerto previsto en la Riviera Maya.
Como usted sabe, la zona corresponde al Grupo Aeroportuario del Sureste que encabeza Fernando Chico Pardo, a quien de hecho la Secretaría de Comunicaciones y Transportes pretendió otorgarle la concesión sin más durante el sexenio pasado.
ICA, a su vez, participó con el Grupo Aeroportuario del Pacífico.
De concretarse la pretensión de la constructora sería una bocanada de oxígeno frente a los costos que planteó el gobierno zedillista a la privatización de los aeropuertos.
Más aún, se plantea abrir otra ventana al aire fresco, al plantearse la licitación sobre la base de que el ganador sea quien ofrezca el pago menor para los usuarios en materia de servicios. Un triunfo indiscutible de la Comisión Federal de Competencia que encabeza Eduardo Pérez Motta.
Más extranjeros
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores autorizó hace unos días la operación en México de un nuevo banco de capital extranjero: The Bank of New York Mellon.
La intermediaria operará en el nicho de banca múltiple, ofreciendo servicios de fideicomisos corporativos a los mercados de capitales, apuntando con mayor énfasis a los bancos de inversión.
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barrancoalberto
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