¡En sus marcas…!
En 2007 la línea aérea propiedad del Grupo Posadas emplazó a sus sobrecargos a un Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica, alegando que el contrato colectivo vigente la llevaba a la quiebra
De rechazar la Suprema Corte de Justicia la posibilidad de una suspensión definitiva en la solicitud de amparo promovida por la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación contra el amago de desmantelar su contrato colectivo con Mexicana de Aviación, habría una avalancha de casos similares.
De hecho, en el incierto aún, al menos seis empresas tienen integrado un expediente para ingresarlo al arbitraje de la Junta Federal de Conciliación.
Como recordará usted, el año pasado la línea aérea propiedad del Grupo Posadas emplazó a sus sobrecargos a un Conflicto Colectivo de Naturaleza Económica, alegando que bajo su estructura actual el contrato colectivo vigente la llevaba irremisiblemente a la quiebra. Se trataba, pues, de un callejón que colocaba en grave riesgo la fuente de empleo.
El litigio, como usted sabe, lo ganó la empresa, ordenándose el desmantelamiento del contrato colectivo de trabajo… contra lo que se amparó el sindicato.
El asunto cobró especial trascendencia, dado que era la primera vez en 40 años de posibilidad abierta que un procedimiento similar llegaba a sus últimas consecuencias, dada la alternativa de conciliación que se abre en las diversas etapas del proceso.
De hecho, aunque Aeroméxico había planteado hace años un emplazamiento idéntico, éste se canceló ante la posibilidad de victoria de la contraparte, optando la empresa por liquidar al personal… para contratarlo bajo nuevas condiciones. La firma cambió de razón social a Aerovías de México.
Ahora que aunque durante la época de Santiago Levy como director general el Seguro Social amagó con hacer lo propio para desmantelar el Régimen de Jubilaciones y Pensiones, nunca se atrevió a hacerlo, ante la posibilidad también de un revés, bajo el cobijo de la norma constitucional que coloca como intocables los derechos adquiridos por los trabajadores.
Previsto en la Ley Federal del Trabajo, concretamente en los artículos 914 al 918, el procedimiento sólo puede plantearse cuando se ponga en peligro la viabilidad de una empresa… o de los trabajadores.
Mexicana recurrió al procedimiento tras solicitar a las sobrecargos renunciar voluntariamente a una parte de salarios y prestaciones hasta alcanzar un ahorro de 25 millones de dólares. En el estira y afloja el sindicato llegó a ofrecer 23… que fueron rechazados.
De acuerdo con la resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, bajo el nuevo escenario se le rebaja a los trabajadores de vuelo 35 por ciento de su salario; se les obliga a trabajar 10 horas efectivas de vuelo, es decir, dos más de las que marca la ley, y se les cancelan prestaciones habituales en cualquier empresa.
A cambio, de acuerdo con lo previsto en el laudo de 124 páginas a renglón cerrado, la empresa se obliga a realizar inversiones… sin que se le indique el monto y el flujo, por más que se hable de que éstas “podrían ser” de 180 millones de dólares… para cubrir su déficit de capital.
El documento hablaba de que la empresa aérea sólo tiene 48 centavos en recursos líquidos para pagar cada peso de sus obligaciones inmediatas, alcanzando sus pasivos de largo plazo el equivalente a mil 522 veces su capital social.
Según ello, al momento de la resolución Mexicana estaba a un tris de la quiebra técnica, al alcanzar el valor de sus deudas 99.7 por ciento de sus activos.
El caso es que ante la trascendencia del asunto la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió atraer la solicitud de amparo planteada originalmente ante el Tribunal Décimo de lo Laboral, que concedió una suspensión provisional.
El debate, que llegará en los próximos días, se centrará en si puede un procedimiento previsto por una ley reglamentaria de un artículo de la Constitución cancelar derechos adquiridos de los trabajadores.
El jaloneo será de antología.
Por lo pronto, la fila de empresas que pretenden repetir el numerito de Mexicana se hace larga.
Balance General
¿Se acuerda usted cuando los panistas criticaban agriamente las posturas de todo o nada de los perredistas, en cuyo marco se salían del ruedo en plena faena? Bien, pues la historia se repite, sólo que al revés.
De acuerdo con lo previsto por Los Pinos, de no obtenerse el apoyo priísta a la propuesta de reforma energética que planteó el presidente Felipe Calderón, ésta se retirará de la mesa.
La exposición de motivos hablará de intransigencia de la oposición, en un escenario en que los problemas de Petróleos Mexicanos estallarán a partir de 2012, es decir, cuando se haya agotado el presente gobierno. El problema, pues, será para el que sigue. Así como lo lee usted.
Cuestión de enfoque
En realidad, el eje central de la disputa por si debe mantenerse la rectoría de la Sociedad Hipotecaria Federal o debe otorgársele a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para otorgar autorización de operar a los valuadores profesionales, se ubica en la pretensión de los bancos de mantenerse como juez y parte.
Digamos que la intermediaria que recibe la solicitud de un préstamo hipotecario es la misma que evalúa el costo de la propiedad, en un escenario en que la mayoría de los países le otorgan la facultad a valuadores profesionales independientes.
Como usted sabe, el avispero que colocó de uñas a los Colegios de Profesionales, Asociaciones y Sociedades de Valuadores Profesionales lo abrió una iniciativa panista para reformar la Ley de Transparencia y Fomento a la Competencia en el Crédito Garantizado a la Vivienda.
Telcel en rebeldía
Pues de acuerdo con fuentes de la Comisión Federal de Competencia, la empresa de telecomunicaciones más reacia a colaborar en las investigaciones de dominancia que realiza es Telcel.
La filial de telefonía celular de la firma encabezada por Carlos Slim tuvo la menor participación en las consultas realizadas por la instancia en la fase previa a su resolución preliminar.
Lo curioso del caso es que quien mantenía una postura similar era Teléfonos de México, cuya colaboración se ha vuelto ejemplar.
Boda en puerta
Quienes están próximos a anunciar oficialmente su casamiento son la división de electrodomésticos de la firma estadounidense General Electric y la mexicana Mabe. La intención es crear un trabuco capaz de competir con las firmas europeas que han llegado al país.
Fundada por Luis Berrondo, Mabe se constituye como una de las firmas tradicionales del país, a cuyo inicio su oferta se constreñía a estufas.
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