Ya nos chamaquearon
Cierto que ningún analista serio podría sostener que la Corporación Industrial Durango estalló al impacto de la crisis que nos arrolló de golpe
El paisaje de la Corporación Industrial Durango cambió del gris al negro al alcanzarnos de un alud negado mil veces.
Se diría que al fragor del engaño, la productora de papel de los hermanos Rincón Arredondo, “tocada” desde hace varios años, joya de la corona de su tierra, se acogió a la frase mágica: mejor aquí corrió que aquí murió.
Ahora que no podría decirse lo mismo de Comercial Mexicana, por más que tampoco vivía en un lecho de rosas. La tercera cadena de autoservicio más grande del país se fue con la finta del catarrito y se la jugó con una alocada apuesta a la fortaleza del peso.
Su pecado se llama coberturas.
La compañía le apostó al escándalo de mil 400 millones de billetes verdes a un dólar barato y perdió hasta la camisa, al punto de incurrir en default al incumplir el pago de una deuda de 400 millones de pesos en Certificados Bursátiles, que en otro tiempo los habría cubierto aunque sea a jalones.
En una semana la moneda se devaluó 30 por ciento.
En el escenario están el Grupo Kuo, propietario del resultante de la fusión entre Herdez y Del Fuerte; el grupo San Luis, de Antonio Madero Bracho, y aun la poderosa Cementos Mexicanos, por más que se habla de unas 50 firmas medianas más que no cotizan en la Bolsa.
El panorama se oscurece más para la segunda de las firmas, dada la atonía en que cayó el mercado de automóviles en Estados Unidos, tras desplomarse 35 por ciento las ventas, ya que su principal filial, Rassini, es la mayor exportadora de autopartes al país de allende el Bravo.
Cementos Mexicanos, a su vez, enfrenta una colosal deuda en dólares luego de la multimillonaria operación realizada para adquirir la empresa australiana Rinker… por más que sus filiales en todo el planeta le garantizan flujos permanentes de la divisa.
Su problema, pues, fue apostarle al optimismo gubernamental.
Ahora que no fue ocioso que la cadena de tiendas Soriana se apresurara a señalar que no tenía problema alguno para cubrir los préstamos bancarios que comprometió a la compra de Gigante en mil 300 millones… de dólares.
No vaya a ser el diablo…
Por lo pronto, en la chamaqueada que nos recetó el gobierno al minimizar los efectos de la brutal crisis de Estados Unidos, los saldos son de escándalo.
De entrada, el divorcio entre el Banco de México y la Secretaría de Hacienda se volvió irreversible ante la exigencia de ésta de bajar las tasas de interés por decreto, y la disparidad en criterios en la estrategia para atrincherar el mercado cambiario.
Más allá, a contrapelo del anuncio de arriesgar sólo 400 millones de dólares diarios de las cuantiosas reservas internacionales en un escenario en que la depreciación alcance más de dos por ciento, el viernes se soltaron los amarres de seis mil 400 millones en tres subastas, la mayor cantidad de la historia para un solo día… y ni así.
Se diría que la furia especulativa se volvió incontenible al recuerdo de la fábula del pastorcito y el lobo… sólo que al revés.
El estribillo ahora gritaba una y otra vez que no había lobo… y apareció el hombre lobo.
Y si le seguimos, las acciones de Comercial Mexicana, tras el anuncio de que su corporativo se acogía a un concurso mercantil o procedimiento de quiebra ordenada, acumularon una caída de 82.92 por ciento.
El pánico de los vendedores, al sonido de la campanada inicial del piso de remates que le daba otra vez luz verde a su cotización, se lanzó al abordaje al grito de lo perdido, lo que aparezca.
Naturalmente, nadie en su sano juicio esperaría que el gobierno saliera a las calles a gritar que ahí viene la catástrofe, lo que habría provocado una espiral especulativa sin fin. Pero tampoco que se dibujaran paisajes color de rosa, en nostálgica rememoración a la mítica Foxilandia.
¿O sería que el blindaje era de hojalata?
Le íbamos ganando de calle la guerra al narcotráfico cuando apareció la estadística que refleja más muertos que la guerra en Irak. Le teníamos espacio reservado al regreso en cascada de migrantes de Estados Unidos, cuando nos cayó el agua helada de sólo 300 mil empleos para este año.
Se devaluó la credibilidad. Nos chamaqueó el gobierno.
Balance General
Inconformes con lo que califican de “tibia permisiva y anodina” respuesta de los industriales al grave problema que representa la creciente obesidad infantil, legisladores del Partido Acción Nacional preparan la elaboración de una ley que le corte de tajo las alas a la publicidad de productos chatarra que les atribuye propiedades falsas.
Como usted sabe, a iniciativa del organismo que aglutina a los productores de alimentos y bebidas en el país, se elaboró un Código de Ética Publicitaria dirigido al Público Infantil, que plantea acotar las prácticas irresponsables por la vía de reglas de conducta.
La propuesta, encabezada por la senadora Martha Sosa y el diputado Alejandro Sánchez Camacho, plantea la modificación del artículo 32 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, además de adicionar un párrafo al 33.
La intención, desde un ángulo, es establecer lineamientos publicitarios, y desde otro prohibir la entrega de regalos a los consumidores de productos prohibidos.
La alternativa propuesta por la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) hablaba de colocar en las envolturas o envases un semáforo: rojo para lo que provoca obesidad; amarillo para lo que no tanto, y verde para lo permisible.
Me vale
En lo que representa un franco desafío para el gobierno mexicano, concretamente para la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la firma propietaria del troncal Noroeste de los ferrocarriles, Kansas City Southern México, prepara la construcción de un cruce transfronterizo en Nuevo Laredo, entre las comunidades Río Bravo y el Cenizo, que conectaría a su matriz de Estados Unidos.
De hecho ésta, Kansas City Southern Railway, ya inició la construcción por su propia lado, es decir, en el Laredo texano.
La obra, cuyo objetivo es aliviar el intenso tráfico de la zona, había sido rechazada originalmente por la SCT, alegando que le daría una ventaja inalcanzable a la firma sobre la competencia.
El proyecto se denomina East Leup Bypass.
Buena y mala
Criticado acremente por sus tembeleques (¿o serán timoratos?) colegas, por haber utilizado el calificativo de “monumental” al referirse a la crisis que viene, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, se vio más realista, aun cuando habló de borrar obras en la cartera.
El problema es que la cancelación del proyecto para construir un aeropuerto en la Riviera Maya representa el enésimo golpe contra Quintana Roo, tras anunciarse la creación de una zona turística en el norte del país a la que se anuncia como “Nuevo Cancún”; el abandono a su suerte del paraíso del Caribe por parte de Fonatur, y la falta de apoyo federal para revivir las playas.
¿Se trata de matar la gallina de los huevos de oro?
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