Malo, peor y catastrófico
Tradicionalmente certera su bola de cristal, Consultores Internacionales plantea en el escenario más optimista para 2009 un crecimiento económico de entre 1.4% y 1.7%
La tasa de inflación sería de 5.2% a 5.9% y de 263 a 320 mil nuevos empleos. El pronóstico habla de un precio promedio por barril de la mezcla mexicana de petróleo de 66 a 69 dólares; un flujo de inversión extranjera directa de 18 a 21 mil millones, y un tipo de cambio de 12.50 a 12.80 pesos por dólar.
Más allá, habría un déficit en la balanza comercial que escalaría entre 9 y 18 mil millones de dólares, en tanto el de la balanza de pagos se ubicaría de 8.6 a 8.5 mil millones.
Sin embargo, existe la posibilidad de un escenario ajustado, cuyo eje sería el empeoramiento de la actividad económica mundial, lo que generaría menos demanda. En las variables, además, se deterioraría el precio del petróleo y habría menos crecimiento, menos inflación y menos consumo privado.
Bajo el supuesto, el crecimiento económico llegaría sólo de 1.0 a 1.3; la inflación de 4.7 a 5.0, creándose sólo de 206 a 240 mil nuevos empleos, es decir, menos de la sexta parte del millón y medio reclamado.
Bajo el prisma, además, el precio del petróleo se ubicaría entre 65 y 68 dólares; el flujo de remesas disminuiría de 17 a 14 mil millones, y la inversión extranjera alcanzaría de 17 a 20 mil millones.
En abundancia, el déficit de la balanza comercial se situaría de 15 a 16 mil millones de dólares y el de cuenta corriente de la balanza de pagos de 8.8 a 9 mil millones.
Las exportaciones disminuirían de 285.6 a mil millones en el primer escenario, a 281 mil, en tanto las importaciones bajarían de 303.6 a 297 mil millones.
Ahora que el tercer escenario, planteado en un entorno recesivo global, con disminución en la demanda y el precio del petróleo, y por tanto menor crecimiento, inflación y tasas de interés, en paralelo a una caída pronunciada de las exportaciones y menor entrada de divisas por remesas e inversión extranjera, nos colocaría en la antesala de la catástrofe.
El crecimiento de la economía sería de entre 0.3% y 0.6%, con una tasa de inflación de 4.6 y 4.9 y un crecimiento de empleos de sólo 56 a 112 mil 500, es decir, el peor de los últimos 13 años.
Más allá, el precio de la mezcla mexicana de petróleo oscilaría entre 60 y 67 dólares; llegaría al país un flujo de remesas de 16 a 18 mil millones; de inversiones extranjeras directas de 14 a 12 mil millones, ubicándose el tipo de cambio al final del año en un rango de 12.10 a 12.30 pesos por dólar.
El déficit de la balanza comercial se situaría en un margen de entre 16.1 y 16.5 mil millones, y el de la balanza de pagos, es decir, el flujo y reflujo de billetes verdes, de 8.7 a 9.1 mil millones.
Las exportaciones descenderían a un margen de 256.2 a 201 mil millones de dólares, en tanto las importaciones se ubicarían entre 272.3 y 277.5 mil millones.
Malo, pues, peor y catastrófico.
Por lo pronto, el cierre de este año, de acuerdo con el estimado de la firma encabezada por Julio A. Millán y dirigida por Bruno Ferrari, se pinta de intenso gris, con un crecimiento económico de 2%.
La tasa de inflación se ubicaría entre 5.2 y 5.4; el número de nuevas plazas de empleo, bajo el recuento del Instituto Mexicano del Seguro Social, sería de 375 mil; las exportaciones se situarían en 280 mil millones de dólares y las importaciones en 293, con un tipo de cambio al finalizar el año de 12.20 a 12.50 pesos por dólar.
El déficit en cuenta corriente llegaría 6.2 mil millones dólares, en tanto el nivel de las reservas del Banco de México alcanzaría entre 76 y 79 mil millones.
El monto de remesas sería de 22 mil 50 a 22 mil 400 millones, y el de inversión extranjera directa de 17 a 22 mil millones.
El promedio de las tasas de interés sería de 8.2% al año.
Será melón, será sandía…
Balance general
El escándalo llegará en los próximos días cuando los tenedores de cuentas de ahorro para el retiro descubran en sus estados de cuenta una dramática minusvalía, es decir, saldos de rendimiento negativos, como consecuencia de malas jugadas de inversión realizadas por las Administradoras de Fondos para el Retiro.
Algunas de ellas, ¡válgame Dios!, le apostaron a papeles que se volvieron chatarra, por ejemplo los del banco de inversión Lehman Brothers, al que la Casa Blanca se negó a rescatar.
La paradoja del caso es que a la autoridad supervisora pereciera no preocuparle el asunto, señalando que a fin de cuentas se trata de jugadas cuya cosecha llegará hacia el largo plazo. En un golpe de suerte nos reponemos, pues.
Ahora que la mayoría de la Afores con matrices en el exterior enviaron parte de sus recursos acumulados a éstas para reforzar sus menguadas reservas, lo que viola la legislación en la materia.
La pregunta es si tampoco de eso hay que preocuparse.
¿No que no?
Negada una y otra vez la participación de la familia Bribiesca Sahagún en la composición accionaria de la línea aérea A Volar, hete aquí que en el origen de ésta aparecen los nombres no sólo del hijo mayor de la esposa del ex presidente Vicente Fox, Jorge Alberto Bribiesca, sino un hermano de ella de nombre Guillermo Sahagún Jiménez.
El sobrino y el tío obtuvieron de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes una concesión para operar una firma de razón social A Volar Líneas Aéreas.
El hijo de Martha Sahagún Jiménez tenía 15 mil acciones al momento de protocolizar el acta constitutiva de la firma ante el notario público 17 del Distrito Federal, Fernando Cataño Mora Sandoval.
El tío tenía idéntico porcentaje, en tanto un tercer socio, Juan Hernández, tenía 20 mil títulos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores le otorgó a la sociedad el permiso 903496 para utilizar la razón social.
La concesión por cinco años se otorgó el 27 de octubre de 2004 para operar 11 rutas: México-Morelia; México-Uruapan; Acapulco-Tijuana; México-Oaxaca; Morelia-Tijuana; Oaxaca-Tijuana y Tijuana-Uruapan.
El caso es que el 18 de agosto de 2007 apareció una empresa con idéntica razón social, es decir, A Volar Líneas Aéreas, en la que fungía como socio mayoritario Jorge Nehme, con un capital de 50 mil pesos.
Ahora que la evidente simulación cayó en un error: el acto se protocolizó con el mismo notario, en tanto entre los socios aparecía Carlos Alberto Vázquez del Mercado… quien era socio de Guillermo Sahagún Jiménez. El teatrito, pues, se cayó ante lo evidente.
Fue el gobierno
La explicación oficial de Teléfonos de México frente a la caída de 28% en sus utilidades al tercer trimestre del año apunta a la tardanza del gobierno en darle luz verde para su acceso al triple play.
La competencia de los distribuidores de televisión por cable, pues, le está comiendo el mandado.
Ahora que para la firma que dirige Héctor Slim la mora gubernamental no sólo le afecta a ella sino a millones de mexicanos que no pueden acceder a los servicios convergentes.
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