En 20 años La Laguna se puede quedar sin agua
En sólo dos décadas, La Laguna podría quedarse sin agua para consumo humano, debido al mal uso que se le ha dado y a la sobreexplotación de los mantos freáticos, según prevé el Instituto Nacional de Ecología (INE).
Adrián Fernández Bremauntz, presidente del INE, dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), comentó que el desperdicio del agua, tanto de manera doméstica como industrial, así como la práctica de actividades que requieren un uso excesivo de este líquido como el cultivo de alfalfa, son los factores que provocarán dicho problema, si no se actúa de inmediato.
De acuerdo con el funcionario federal, en las próximas dos décadas, la calidad del agua no será la adecuada para el consumo humano, dados los elevados índices de arsénico que podría contener, “y es que por naturaleza, el área en donde se encuentra La Laguna, registra elevados índices de arsénico”, dijo.
Por su parte, Gerardo Ibarra Rodríguez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) de Gómez Palacio, dijo que la Comarca Lagunera está catalogada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como una de las 100 zonas más devastadas a nivel mundial, por lo que se buscará preservar la vida y la salud de los habitantes de la región.
Por este motivo ayer fue conformado el Secretariado Técnico para el establecimiento del Programa Regional de Acción Climática para la Comarca Lagunera donde participan empresarios, académicos, ambientalistas, funcionarios de los tres niveles de Gobierno y sociedad civil.
Fernández Bremauntz, insistió que en la Región Lagunera es inviable que se continúe la sobreexplotación del acuífero durante más décadas.
“Nadie está sugiriendo que mañana se acaben las vacas, pero se tendrán que ir disminuyendo, bajando la producción y la intensidad de esa actividad, no es de un día para otro, pero es inevitable”, ya que si se sigue “con los patrones que hay ahorita en 20 años no habrá agua para las vacas ni para los seres humanos”. (Con información de Fabiola Pérez-Canedo)