El Gobierno de Fox gastó 30 millones de pesos para remodelar la base militar en el Caracol, sin embargo, por segundo año consecutivo se ha dejado de fumigar sembradíos de amapola en Guerrero.
La imagen de un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana posado sobre una de las pistas de la base de operaciones de la PGR en la presa del Caracol, es la única referencia de que las instalaciones están habitadas. Porque desde hace dos años este lugar, considerado como “modelo” durante el sexenio pasado para las tareas de erradicación de cultivos ilícitos, se encuentra abandonado por la dependencia federal la cual, por segundo año consecutivo, ha dejado de fumigar sembradíos de amapola en un estado considerado el primer productor a nivel nacional.
Concluido el invierno, época propicia para sembrar este tipo de planta, la cosecha de goma de opio levantada en semanas pasadas tan sólo en el estado de Guerrero podría representar en morfina y heroína para el narcotráfico según estimaciones del personal del área de erradicación de PGR, alrededor de cien millones de dólares, producto de las aproximadamente diez mil hectáreas que en esta temporada no fueron fumigadas.
La PGR reconoció que la dirección general de erradicación suspendió sus actividades desde diciembre de 2006 ya que las “actividades de aspersión de plantíos pasaron a la secretaría de la Defensa Nacional”. En su respuesta a una solicitud de información sobre destrucción de cultivos ilícitos, añadió que “por instrucción presidencial dejó de atender las actividades relacionadas con la erradicación” por lo que esta tarea recae ahora en el Ejército. De acuerdo a un análisis jurídico hecho por personal que se encuentra aún adscrito a esta área de la dependencia federal, la institución que encabeza Eduardo Medina-Mora faltaría por omisión a sus obligaciones constitucionales de perseguir el delito en virtud de que la siembra y cultivo de amapola y marihuana así son consideradas.
Aquella aeronave que aterrizó en el Caracol, despegó la mañana del jueves 27 de marzo de la base aérea militar número 7, en Pie de la Cuesta, Guerrero, y en ella viajaba el comandante de la FAM, el general de división Víctor Estrada Ricardez quien, de acuerdo a oficiales que lo acompañaban, comenzó una serie de visitas a las instalaciones aéreas abandonadas por la PGR en varios estados del país para evaluar las condiciones de operatividad y la capacidad de equipo con que cuentan. “En el Caracol ya no hay operaciones de erradicación, sólo hay personal de vigilancia que pertenece al 27 batallón de infantería, que vienen de su cuartel en Iguala, y son los que hacen labores de patrullaje en las inmediaciones como parte del operativo de resguardo”, comentaron algunos de los integrantes de la Fuerza Aérea.
En estas instalaciones el Gobierno de Vicente Fox se gastó hace cinco años poco más de 30 millones de pesos para remodelar la pista, levantar un inmueble para alojamiento, instalar equipo de radiocomunicación y acondicionar las vías de comunicación; hoy estas adecuaciones no se usan y parte del mobiliario de los dos edificios con que cuenta están en deterioro.
Ubicación ‘estratégica’
Su ubicación geográfica en la Sierra Madre del Sur, en la zona Centro del estado de Guerrero sobre la vertiente del río Balsas, hizo que fuera considerada por las autoridades como una base “estratégica” no sólo por sus tareas de erradicación de plantíos de droga sino porque funcionaba como disuasión de grupos guerrilleros como el EPR (Ejército Popular Revolucionario) y el ERPI (Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente).
Desde este lugar despegaban para labores de fumigación en promedio seis helicópteros al día durante 363 días al año, sólo paraban en Navidad y Año Nuevo, explican un par de funcionarios del área de erradicación de PGR, cada 12 meses el promedio de hectáreas destruidas de amapola se estimaba en alrededor de nueve mil y de marihuana rondaba las tres mil. En el conteo anual de todo el país, Guerrero siempre tenía el primer lugar en sembradíos del primer caso y tercero en cannabis.
Un informe de la PGR sobre el desarrollo y construcción de estas instalaciones elaborado el sexenio pasado, señalaba que ésta fue construida debido a que se encontraba en medio de las montañas donde se da la mayor reincidencia de sembradíos ilícitos y donde grupos guerrilleros han realizado ataques a fuerzas federales desde 1996. De ahí que se considerara su puesta en marcha y mantenimiento como una “prioridad” ya que cubría dos vertientes en materia de seguridad nacional, además de resguardar una instalación “estratégica” como es la termoeléctrica que opera desde hace 20 años en la zona.
Borrón y cuenta nueva
Para la secretaría de la Defensa Nacional a partir de que inició el Gobierno de Felipe Calderón el 1 de diciembre de 2006, las actividades de combate al narcotráfico se realizan “bajo un planteamiento, ejecución, supervisión y verificación estrictos, procedimientos que en administraciones anteriores no se llevaban a cabo”. El objetivo, según la Sedena en un informe de labores de 2007 enviado al Senado, sería tener una base estadística sólida para evaluar si se cumplieron los objetivos.
El documento refiere que hasta el 30 de noviembre de 2007 habían sido fumigadas 321 hectáreas de amapola vía aérea; el texto omite mencionar las entidades donde se llevaron a cabo estas acciones. En sus planes está el que para el año 2010 el 35 por ciento de la superficie que en la actualidad se siembra sea destruida y para cuando finalice el sexenio sea el 70 por ciento. Por lo pronto las cosechas, al menos en el caso de la amapola, están a todo lo que dan, asegura personal de erradicación de PGR.
Con experiencias en estas tareas que van de los 20 a 35 años, los entrevistados basan sus dichos en que las aeronaves destinadas para tal fin se encuentran paradas, en algunos casos, desde hace más de dos años. Y como son aeronaves diferentes a las que utiliza el Ejército, los pilotos de la Fuerza Aérea desconocen su operatividad por lo que la Sedena ha contratado por honorarios a ex integrantes del equipo de erradicación para que los capaciten en el manejo de los equipos.
Sin embargo, Defensa Nacional señala en el documento enviado a los senadores que “sólo como una consideración informamos a ustedes que con base en los resultados obtenidos en cada una de las operaciones de alto impacto y regionales sucesivas ejecutadas, hemos apreciado una disminución de la superficie sembrada de 13.06 por ciento”. La dependencia de nueva cuenta no especifica qué tipo de plantío ni en qué lugares de la República se dieron estas acciones.
