La Barra de Abogados diserta que la gente ya no cree en los jueces y que los defensores de oficio ganan muy poco.
El Siglo de Durango
Defensores de oficio sin buenos salarios y con sobrecarga de trabajo. La Barra de Abogados capítulo Durango indica que actualmente es una situación de inequidad la que prevalece en los juicios penales.
Mientras que en los asuntos civiles se trata de una pelea legal “de igual a igual”, en los penales es un panorama distinto.
“Aunque toda la maquinaria la tiene la Procuraduría General de Justicia, lógicamente en un 70 u 80 por ciento están más preparados los abogados particulares que los defensores del Ministerio Público, esa es una gran verdad, hay una disparidad tremenda entre la capacidad del abogado particular y la de los del Estado”, plantea.
Al preguntarle la razón de este contexto que describe, reflexiona que todo es raíz del sueldo que perciben los defensores de oficio. “Un Agente del Ministerio está trabajando con diez mil pesos al mes, muchos trabajan en la Sierra y realmente cualquier abogado de medio pelo va a ganar ocho mil pesos al mes”, conversa.
“Los defensores públicos ganan seis mil pesos al mes y tienen un montón de asuntos, nosotros con un solo caso ganamos eso y ellos tienen muchísima responsabilidad y no están cobrando lo que deberían”, plantea.
DUDAS
Aunque la ley vigente establece que los juicios deben ser públicos esto es muy complicado de llevar a la práctica, según diserta el entrevistado.
“En los juzgados está toda la gente apeñuscada, a veces hay dos o tres diligencias al mismo tiempo, es imposible que el Juez esté presente en las tres, entonces, no hay credibilidad porque inclusive el inculpado casi nunca ve al Juez, a menos que lo pida”, comenta.
Los jueces son bien intencionados pero ante la gran cantidad de trabajo y el sistema de justicia escrito las personas no perciben que realmente estén laborando, conforme lo detalla el licenciado en Derecho. “Con los juicios orales se le dará credibilidad a la sociedad, ese es el detalle, por eso se necesita un cambio, no porque estemos muy mal”, dice.
MODERNIZACIÓN
La Barra de Abogados participa en el proceso que se lleva para la implementación de los juicios orales. “La Procuraduría de Justicia nos hizo la invitación para que nombráramos un delegado para que participe en las mesas de trabajo con efecto de que opináramos”, platica.
Desde el punto de vista de Miranda Martínez la instauración de los juicios orales avanza lentamente. “Es viable este sistema, la reforma en donde de alguna manera se proteja a las garantías individuales pues es bienvenido”, diserta.
Si bajo el esquema que se tiene en la actualidad se respetara la legalidad de las pruebas no habría necesidad de cambiarlo, sin embargo, dice el entrevistado, como la sociedad no confía, es necesario hacer los juicios orales para que vuelva la credibilidad. “La sociedad ya no cree en los jueces, en los policías, ya en lo único en lo que cree es en los abogados”, apunta con una sonrisa.
