La tormenta que vive el rey de los jonrones y más.
Han sido tardes frías en el norte de California, con lluvia, viento y en ocasiones hasta relámpagos, y al ver este clima y sentirlo no dista mucho de parecerse a lo que está pasando el pelotero Barry Bonds, a quien recientemente le fue iniciado un proceso legal en su contra por presunto uso de sustancias prohibidas y por cargos no menos graves de perjurio, delito muy penado en Estados Unidos que lo puede llevar a la cárcel.
De este tema estuve platicando con mi amigo de la Comarca Lagunera que radica y trabaja para la Dirección de Deportes de Univisión en Sacramento, Enrique González, que por cierto me sentí muy emocionado cuando nos conocimos porque es de mi tierra y por acá lo llaman el orgullo de Torreón; retomando el tema, en su momento me cuestionó cuando Barry Bonds se encontraba en la carrera por alcanzar el récord de cuadrangulares y si el uso de esteroides era factor para que el jugador de San Francisco estuviera conectando vuelacercas a ese nivel, yo le contesté que no del todo, porque esas sustancias no le dieron el talento ni las facultades para encontrar la bola y lanzarla fuera del estadio, eso es un regalo que pocos tienen y lo viví a lo largo de mi carrera, en donde pocos son los afortunados en poseerlo.
He sido testigo de dos jugadores históricos como este pelotero llamado Bonds, que llenó estadios él solo, me emocionó verlo alcanzar y rebasar a Hank Aaron en el trono de los que más lanzan la pelota fuera del campo en grandes ligas, y tiempo atrás disfruté a Hank Aarón, que hizo lo mismo hace unas décadas, es lindo haber podido verlos y sé que lo llevaré conmigo el resto de mi vida al igual que el beisbol.
Por supuesto me duele que uno de los protagonistas de estos momentos, que me hicieron amar más el beisbol, como Barry Bonds, se encuentre en este trance legal, claro que también lo sigo de cerca; hace unos días sus abogados presentaron un recurso legal en donde el pelotero asegura que en el 2003 cuando se le cuestionó bajo juramento si había utilizado sustancias prohibidas, él dijo que no en ese momento, y agregó que las preguntas le fueron confusas y por lo tanto ha pedido a la Corte que se le retiren las acusaciones de perjurio, por lo que él llama “malinterpretaciones”.
Como gente de beisbol, espero que las cosas se aclaren por bien de este deporte, que ha sido lastimado por los últimos acontecimientos como el reporte Mitchell, en donde decenas de jugadores son involucrados en el mal de estos tiempos, el dopaje. Sin duda, si Barry Bonds resulta culpable, esto será un duro revés para el llamado Rey de los Deportes.
Por lo pronto ya empiezo a involucrarme más y más con el beisbol de las Ligas Menores; en esta ciudad juega el equipo Sacramento Rivercats en la División “Triple A”, filial directa de los Oakland A’s, equipo con el que me identifico por ser un cuadro ganador y dirigido por directivos que han trabajado bien y tienen al equipo como uno de los mejores de todo Estados Unidos. Por cierto, mi amigo Enrique González estará con ellos en marzo en los entrenamientos de primavera en Phoenix, Arizona, y me traerá noticias de lo último que suceda en esas regiones desérticas, tanto de Ligas Menores como en el beisbol de la gran carpa, así que lo sabremos de primera mano y se los compartiré detalle a detalle.
Por mi parte, prepararé más comentarios para la próxima semana desde estas tierras frías del estado dorado, California. Saludos a mis paisanos laguneros y tlahualilenses, hasta la próxima...
Sacramento, California.
Invierno 2008.