El consumo excesivo de bebidas alcohólicas en las calles del medio rural es común, por la falta de vigilancia.
El Siglo de Durango
VICENTE GUERRERO, DGO.- La proliferación de expendios de cerveza y venta clandestina de licor mantienen borrachos la mayor parte del tiempo a los esposos y padres de la comunidad San Francisco Javier, en detrimento de las familias que no tienen para comer.
San Francisco Javier sólo cuenta con dos policías para cuidar la seguridad pública de alrededor de dos mil personas, por lo que -en consecuencia- se han propagado los bares que no respetan horarios y los negocios clandestinos de embriagantes.
Lo anterior fue denunciado por habitantes de esta comunidad, quienes demandan al Ayuntamiento empezar a imponer sanciones, pues es evidente que en San Francisco no se respetan los horarios establecidos para la venta de alcohol.
CLAMOR CIUDADANO
Una de las dirigentes de la comunidad, Adriana Puente Alcalá, señaló que el clamor ciudadano es que sean erradicados los expendios de venta de cerveza y licor, donde se mantienen borrachos sus esposos y, por ende, se gastan ahí el dinero.
Las madres de familia se quejan de que los niños no tienen nada para comer y por eso andan mendigando y pidiendo fiado; mientras tanto, sus esposos se gastan lo poco que ganan en “la tomadera”.
ANTROS DE VICIO
Denuncia que en los últimos meses se han incrementado los negocios de billares con venta de cerveza, en lugar de que haya más tiendas de alimento y servicios.
Los expendios y cantinas funcionan todo el día y toda la noche y eso ha provocado muchas muertes que nunca salen a la luz pública, originadas por el consumo excesivo de alcohol y las drogas, añadió.
“Los negocios no cierran, están abiertos todo el tiempo, y en lugar de que las autoridades nos hagan parques y jardines para que las familias se diviertan, dejan que sigan apareciendo cantinas”, criticaron vecinos del lugar.
Situación
En el olvido, el poblado San Francisco Javier, de Guerrero.
Hay dos policías que vigilan el lugar.
La localidad tiene alrededor de dos mil habitantes.
Los expendios y cantinas proliferan.
Los padres de familia prefieren tomar a dar para el gasto.
Piden sana recreación y no más bares ni billares.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.