La noche triste del “Macho”
Hugo Sánchez se va de la Selección Nacional de la manera menos esperada. Después de que se comprometió con dar buenos dividendos y darnos muchas satisfacciones por los triunfos, en la realidad Sánchez se quedó corto.
Se pueden analizar todos los factores que fallaron en este proceso, comparar con lo hecho por otros técnicos y sacar juicios sobre si benefició o no el trabajo del pentapichichi.
Pensar que México es el gigante de Concacaf es cosa del siglo pasado, algo histórico. En la actualidad nuestro país tiene una estructura sólida del balompié profesional, y en muchos casos con mejores cimientos que en países sudamericanos.
Sin embargo, la apatía, el exceso de confianza y a veces el saber que si no se alcanza el objetivo de todos modos se tiene seguro un gran salario, varios jugadores mexicanos ven al Tri como un escaparate pero no como una responsabilidad.
De nueva cuenta el aficionado mexicano se cuestiona qué prefiere, si un futbol de desarrollo, en donde lo importante sea sacar jugadores de gran calidad, o bien ver esta actividad como un negocio donde lo que importa es que la Selección sea una buena atracción para anunciantes, que el Tri regale alegrías en torneos de Concacaf y en los Mundiales pase sólo a la segunda ronda.
Ambas visiones tienen que cambiar. Un futbol más global obliga hasta al aficionado promedio mirar con otros ojos este deporte. La mentalidad del jugador mexicano ya no es un problema, porque los ejemplos de gran desarrollo de atletas en otras disciplinas queda de manifiesto. Donde hay que trabajar mucho es en la colectividad y la cooperación, porque es el talón de Aquiles que ha detenido a generaciones y generaciones de deportistas de gran nivel pero que no pasaron de ser grandes individualidades pero poco efectivos a la hora de trabajar en equipo.
La responsabilidad de Hugo Sánchez no sólo es el hecho de que se perdieron millones de pesos por el fracaso olímpico, sino que también deja dudas en cuanto a si con estos jugadores se podrá avanzar a nivel mundial o habrá que conformarse con logros menores como eliminar a Belice y empatarle a Estados Unidos o Guatemala.
Chucho Ramírez entra al quite, sólo por un momento, y ya se manejan varios nombres con experiencia internacional. Se habla de que habrá una renovación integral en el futbol mexicano, como se dijo cuando salió el “Vasco” Aguirre, La Volpe y ahora “Hugol”. Los dueños del balón tienen la respuesta, si ahora sí va en serio o sólo con llegar al Mundial de Sudáfrica será suficiente como para decir misión cumplida.
Hugo, como toda la gente del futbol mexicano, tiene que aprender de esta lección, pues ha estado en situaciones como esta y ha salido adelante. Posiblemente ayer fue la noche triste de Hugol.