El secretario del Ayuntamiento, Jaime Fernández Saracho consideró que en el tema de las obrajeros se tienen que buscar consensos.
“No se puede aplicar la ‘ley del garrote’ en el tema de las ladrilleras, es un asunto que corresponde a todas las instancias de Gobierno y a la sociedad”, afirmó el secretario del Ayuntamiento, Jaime Fernández Saracho.
Al ser cuestionado sobre el tratamiento y posible reubicación de los obradores que trabajan en algunos puntos de la ciudad, dio a conocer que actualmente en este problema están inmersas todas las dependencias relacionadas con el medio ambiente.
Acciones. Dijo que se han estado levantando actas administrativas en contra de algunos lugares donde se desarrolla la actividad, sin el permiso correspondiente y que en la última semana se han clausurado seis lugares por no contar con el permiso correspondiente.
Incluso se realizó la demolición de algunos lugares, se llevó a cabo de manea concertada, ya que no se puede actuar de manera unilateral.
Responsabilidad. Reconoció que hasta el momento no se ha encontrado una alternativa para terminar con el problema, lo cual no quiere decir que se esté evadiendo la responsabilidad de la autoridad municipal, ya que se tienen que consensuar los intereses de todos.
Mientras tanto se continúa con el levantamiento de actas, una de las principales de la sociedad es que se atienda esta problemática.
Posición. El ex diputado federal precisó que como autoridad se debe ser neutral, no se puede estar entre la espada y la pared en este asunto, el cual siempre ha representado un reto para las administraciones municipales.
Informó que a la fecha 20 lugares utilizan para quemar el ladrillo aserrín, 150 operan con aceite y las demás con el combustible tradicional.