Jaime Chávez Aguilar, dio ayer el saque inicial de la Copa Coca Cola 2008 en esta ciudad. (Fotografía de Jesús Galindo)
Con alrededor de 150 equipos, se puso en marcha ayer la décima primera Copa Coca Cola de Futbol Soccer en el sector Torreón, donde la totalidad de equipos va por la representación de este municipio para las siguientes fases eliminatorias del certamen.
Tras la presentación de las diferentes delegaciones, donde figuraron escuelas públicas y privadas del nivel secundaria con sede en este municipio, se efectuó la ceremonia inaugural, misma que fue encabezada por Roberto Trujillo, gerente operativo del Centro de Distribución Estadio de Embotelladora Lagunera; Jaime Chávez Aguilar, titular de la Comisión Municipal del Deporte; José Antonio Liu, presidente del consejo de administración del Club San Isidro, además de otros invitados especiales al acto.
Los honores a la Bandera Nacional estuvieron a cargo de la escolta y banda de guerra del Colegio Alemán, mientras que la entonación del Himno Nacional Mexicano corrió a cargo del profesor Luis Jáuregui.
La bienvenida a los participantes que protagonizarán este certamen de futbol fue hecha por parte de Roberto Trujillo, quien destacó la importancia de tener a tantos jóvenes en actividad, todos ello con un objetivo común, la posibilidad de ganar el cetro nacional dentro de su respectiva rama y representar a México en el Mundialito Coca Cola, a realizarse en Brasil.
El señor José Antonio Liu fue el encargado de hacer la toma de protesta a los deportistas, mientras que Jaime Chávez hizo la declaratoria inaugural de la competencia en punto de las 15:40 horas.
En lo que fue un saque inaugural múltiple, Jaime Chávez, José Antonio Liu y Roberto Trujillo, se hicieron presentes, para poner en marcha el torneo intersecundarias.
Los equipos de la Secundaria Técnica No. 3 y el Colegio Mijares, se encargaron de abrir la actividad, al ser los protagonistas del juego inaugural.
Por lo pronto, en las siguientes semanas se vivirá una intensa actividad en los campos de Nuevo San Isidro, donde cada triunfo significará dar un paso adelante hacia la consagración de estos pequeños futbolistas, quienes además serán observados de cerca por visores que han sido invitados por el comité organizador, encargados de detectar talento para el futbol profesional mexicano.