EL SIGLO DE DURANGO
Sombrerete, Zac.- El problema de la violencia familiar es muy fuerte y delicado en Sombrerete, ya que se han presentado 70 casos en cuatro meses y se debe catalogar como un problema de salud pública, pero la gente por miedo no denuncia ni rompe el silencio.
Lo anterior lo señalaron María Araceli Flores Frías, María Gabriela Hernández Jáuregui y María de Jesús Castrellón, Díaz, coordinadora y psicólogas, respectivamente, del Centro de Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género (Cepavif).
Desde septiembre que empezaron a dar los servicios, hasta diciembre se han presentado estos casos, donde prolifera la violencia psicológica y física, principalmente contra mujeres.
CULTURA MACHISTA
Las causas de la violencia se deben a una cultura machista, donde las personas piensan que es parte de la educación agredir y golpear en Sombrerete y la situación económica, que provocan un constante estrés.
Asimismo, la historia familiar, donde existen padres golpeadores o abusos, y la persona de grande se convertirá en víctima o victimario y se repetirán los patrones.
“El esposo golpea a la esposa, la esposa a los niños y los niños se desquitan con la mascota y la mascota con las flores del jardín o con las plantas. Es toda una cadenita que se presenta con la violencia”, añadieron.
De violencia física se han presentado cuatro casos, donde se utilizan puños, empujones, sillas, cinturones, botellas, etc. La violencia psicológica es tanto para el hombre como para la mujer.
HUMILLACIONES
“Inútil, no sirves para nada, gorda”, entre otras humillaciones se profieren contra la pareja, lo mismo la manipulación y el chantaje, por lo que se aprecia una baja autoestima en la persona y confusiones al momento de tomar decisiones, destacaron.
Diez mujeres que han intentado suicidarse con fuertes depresiones han sido enviadas al Hospital de Salud Mental de Durango, donde se cuenta con el apoyo del médico Manuel Salazar Enríquez.
Al Ministerio Público han sido canalizados tres casos, cuando las mujeres llegan muy golpeadas, con lesiones como rotura de tabique nasal, de mandíbula y moretones en cara y brazos. Se han presentado otros 10 casos de varones maltratados por sus mujeres, con daño psicológico y físico.
TEMOR DE DENUNCIAR
Las mujeres tienen temor de denunciar y muchas de ellas, incluso, de esferas sociales altas, señalan: “Desde hace un mes quería venir a denunciar, pero tenía miedo de que alguien me viera o me conociera”, añadió una de ellas, quien pidió el anonimato. Muestran además vergüenza al qué dirán, por lo que se orienta a las féminas a proceder con valor para acabar con este lastre social.
