Preparan elecciones La seguridad se ha intensificado en Pakistán de cara a las elecciones generales paquistaníes que se celebrarán hoy. Miembros de los “rangers” paquistaníes realizan rondines de vigilancia en el país. (EFE)
El líder tribal paquistaní Baitullah Mehsud encargó el asesinato de la dirigente opositora y ex primera ministra Benazir Bhutto y facilitó los 4 mil 500 euros necesarios para acometer el plan, que ejecutaron cinco terroristas, informó ayer la Policía al dar por concluida la investigación del atentado.
En la víspera de las elecciones generales en Paquistán, el jefe de la investigación, Abdul Majeed, dijo en rueda de prensa que hubo varios intentos de atentar contra Bhutto hasta el que acabó con su vida, el pasado 27 de diciembre, en Rawalpindi, ciudad vecina de Islamabad.
De acuerdo con Majeed, citado por la agencia estatal APP, el plan que culminó en el asesinato de la ex primera ministra fue encomendado por Mehsud -un talibán paquistaní al que el Gobierno vincula con Al Qaeda-, a un tal Qari Ismail, adoctrinado en la madrasa (escuela coránica) Haqqania de Aakora Khatak.
Mehsud entregó a Ismail 400 mil rupias (unos 5 mil dólares) para ejecutar el plan, que éste encargó a dos terroristas preparados para una acción suicida, a los que entregó los chalecos con explosivos, y a otros tres que ayudaron en los preparativos del atentado.
Se trata de Saeed alias Balal, el suicida que mató a Bhutto, e Ikramullah, quien estaba dispuesto en otra salida del parque Liaquat de Rawalpindi donde Bhutto daba un mitin el día del atentado y que huyó de la ciudad a la mañana siguiente. Los primos Rafaqat y Hasnain Gul, detenidos el pasado día 7, alojaron en su casa de Rawalpindi a los dos terroristas y los trasladaron al parque el día del atentado.
Según la fuente policial, Mehsud decidió eliminar a Bhutto por su anunciada intención de combatir a los talibanes y yihadistas en Paquistán si ganaba las elecciones y se hacía con el Gobierno, además de porque el Islam “no reconoce el mando de las mujeres”. Majeed afirmó que los cinco detenidos por el atentado han confesado su participación en él. Junto a los primos Gul, los otros detenidos son Aitezaz Shah, un adolescente de 15 años, Sher Zaman y Abdul Rashid. Según Majeed, la confesión del primer arrestado, Aitezaz, dio pistas esenciales para continuar la investigación.
El adolescente, dijo, fue entrenado como yihadista en una madrasa de Karachi (sur) y recibió la tarea de asesinar a Bhutto, que se terminó encomendando a Qari Ismail tras fracasar otros intentos en la propia Karachi y otras localidades.
Tras la muerte de Bhutto, el Gobierno reveló la existencia de una supuesta conversación telefónica entre Baitullah Mehsud y un líder talibán en la que se mencionaban los nombres de Ikramullah y Bilal como los autores del ataque. El asesinato de la líder del opositor Partido Popular de Pakistán llevó al Gobierno a posponer hasta hoy los comicios previstos para el 8 de enero.
Ese atentado fue el segundo perpetrado contra Bhutto, cuya comitiva fue objeto de otro ataque el 18 de octubre de 2007 en Karachi, horas después de que la opositora regresara a Pakistán tras pasar ocho años y medio en el exilio.
Oposición advierte de fraude masivo
Los líderes de los partidos de Oposición advirtieron ayer sobre la posibilidad de un fraude masivo, en momentos en que los paquistaníes se preparan para elegir un nuevo parlamento en unos comicios considerados como un gran paso hacia la democracia.
Se piensa que estas elecciones también son una prueba que podría determinar la supervivencia política del presidente Pervez Musharraf, aliado de Estados Unidos en el combate al terrorismo.
Legisladores estadounidenses instaron a Musharraf a cumplir sus promesas de efectuar elecciones libres y justas, a pesar de que algunas encuestas de opinión indican que la Oposición ganará en los comicios de hoy.
Musharraf, un general retirado del Ejército que enfrenta creciente indignación tras sus decisiones del año pasado para declarar el estado de emergencia, destituir al poder judicial e imponer restricciones a la prensa, fue reelegido el año pasado para un nuevo mandato de cinco años.
La elección es vista como un referéndum de los ocho años de Gobierno de Musharraf, incluida su alianza con Estados Unidos a la que se oponen muchos paquistaníes.
Aunque en los comicios del lunes no está en juego la posición de Musharraf como presidente, un resultado desfavorable podría dejarlo políticamente vulnerable, e incluso con el riesgo de ser sometido a un juicio político.