Una niña de 14 tenía 13 días de estar encarcelada en una prisión masculina en una ciudad pequeña en las afueras de la capital brasileña, hasta que fue ubicada por personeros de derechos humanos quienes gestionaron su salida, dijeron las autoridades.
La menor, cuya identidad se mantuvo en reserva, había sido detenida en la localidad de Planaltina, 56 kilómetros al norte de Brasilia, acusada de intento de robo, y se le dejó en la sobrepoblada prisión masculina de la ciudad.
No obstante, aclararon que la menor nunca estuvo en la misma celda que los hombres ni tuvo contacto con ellos durante las horas en que los reos salen a tomar el sol.
Las autoridades carcelarias habían intentado entregar a la niña a sus familiares, pero no habían podido ubicarlos.
Tras la intervención de la secretaría de Derechos Humanos, la familia fue hallada y un juez debía decidir si la niña sería entregada a sus parientes o si sería remitida a una institución para jóvenes.
La adolescente estaba en una celda junto a tres mujeres adultas, que también se encontraban presas en forma irregular en la cárcel masculina.