Un día de trabajo cualquiera en el campo para Guadalupe Ríos, habitante del ejido Celaya, municipio de Mante, Tamaulipas, trajo consigo uno de los descubrimientos más importantes de la región.
Se trata de una representación de Ajhatictamtzemlab o Señor de la Muerte, perteneciente a la cultura huasteca, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
"El sitio arqueológico está al interior de una plaza del ejido; justamente ahí está la parcela en la que al pasar el arado salió 'un mono', según la descripción del campesino, que en realidad es la representación de una deidad relacionada con la muerte", comentó Diana Radillo Rolón, arqueóloga del INAH.
La escultura del Señor de la Muerte es rectangular; mide 2.20 metros de largo por 55 centímetros de ancho y 23 de espesor. Los especialistas estiman que data del posclásico temprano de la cultura huasteca, entre los años 900 y mil 200.
El material con el que fue elaborada no se pudo determinar en un primer momento, pero según los especialistas del INAH, es probable que se trate de piedra arenisca, usada comúnmente en esa región tamaulipeca.
El monolito representa a un personaje humano con la cabeza descarnada, que tiene, a diferencia del resto del cuerpo, más detalles labrados, precisó Radillo Rolón.
El mismo campesino que descubrió al Señor de la Muerte hizo otros hallazgos mientras sembraba su parcela: descubrió un altar labrado y una estela.
El altar fue manufacturado en piedra caliza y sus dimensiones son de 2.49 metros de longitud, 1.62 de anchura y 11 centímetros de espesor.
Junto con el altar se identificó una estela alisada que presenta una espiga, que pudo ser usada de manera erguida en la plaza. Sus dimensiones son 1.38 metros de longitud, 50 centímetros de ancho y 10 de espesor, detalló la arqueóloga del INAH.
Los investigadores coinciden en que las tres piezas, al ser encontradas en el interior de plazas, se les puede atribuir significados y funciones definidas, como elementos presentes dentro de espacios destinados para actividades específicas de la cultura que pueden ser ceremoniales o rituales, entre otras.
Entre sus características se puede apreciar una banda con diseños finamente grabados y en bajorrelieve.