Hallan el cadáver en un pequeño eriazo de tierra y arena a 50 metros del panteón El Águila.
Un sujeto no identificado fue encontrado sin vida en un pequeño eriazo de tierra y arena a 50 metros del panteón El Águila. El hombre de entre 30 y 40 años presentaba golpes contusos en diferentes partes del cuerpo y en la cara. Además tenía signos de que estuvo atado o esposado.
Boca arriba, con el brazo derecho extendido horizontalmente y el izquierdo vertical, quedó el cuerpo que fue arrastrado tres metros con ayuda de un cartón plastificado para poder cargarlo. En el arrastramiento se le cayó una bota negra que al igual que la otra no traía agujetas.
De tez morena, de 1.65 ó 1.70 metros de estatura, cabello crecido, bigote abundante, barba de candado rala y el resto de la barba de días; vestido con las botas marca Magnum tipo policía o militar, sin cintas, pantalón de mezclilla negro y playera roja con una cruz al frente y en la espalda la palabra “Independent” que corresponde a una marca de ejes de patineta, fueron las señas particulares del occiso.
Junto a un perro putrefacto que tenía pedazos de piel y huesos al descubierto, desprendiendo fétidos olores, estaba el cuerpo del hombre que tenía moretones en el pecho, las costillas, la espalda y las nalgas. La rigidez cadavérica era de entre seis y doce horas.
A las 10:40 horas, agentes de Seguridad Pública recibieron el reporte sobre un cadáver cerca del panteón El Águila, que está a menos de 500 metros del Centro de Readaptación Social (Cereso), de la base de la Policía Ministerial y a espaldas del Campo Militar del ejido La Joya.
Los municipales verificaron el reporte y notificaron del hallazgo al Ministerio Público y a los ministeriales que de inmediato se trasladaron al lugar y preservaron el área con el fin de recabar muestras de unas huellas de llanta que claramente pertenecen al vehículo en el que se trasladó al difunto.
Además de los moretones en diferentes partes del cuerpo, al occiso de le apreciaba una herida contusa que le destruyó la nariz y otra herida similar en forma de “L” sobre la ceja izquierda.
El cuerpo estaba al pie de unas sombras de carromateros que acostumbran cargar arena y tierra, cerca de un solitario mezquite que fue inerte testigo del depósito del cuerpo.
¿OTRO MUERTO?
Casi a la misma hora que el agente del Ministerio Público terminaba de dar fe del cadáver cercano al panteón de El Águila, se notificó en la Policía Ministerial sobre el supuesto hallazgo de otro cuerpo en el ejido La Paz.
Mientras que se verificaba el reporte con apoyo de la Policía de Torreón y la Policía Preventiva del Estado (PPE), una patrulla de la Ministerial se aproximó al ejido que está a un costado de la carretera estatal La Unión- Ana-La Partida.
Al llegar al poblado las patrullas recorrían el lugar con resultados negativos hasta que una patrulla municipal y una ministerial se perfilaron al panteón del ejido por un camino paralelo a un pequeño canal de riego, para peinar el área.
Los resultados fueron negativos y la presencia de las patrullas ya había alborotado a varios pobladores, en su mayoría mujeres y niños, quienes en motoneta, bicicleta y hasta a pie, recorrieron los casi 500 metros de terracería para enterarse de primera mano sobre lo que buscaban patrulleros y representantes de la prensa, que al fin de casi una hora regresaron aterrados y sin hallar el cuerpo.