ENVÍO. Las cabezas y los cuerpos los subieron a un auto del Semefo, luego al H.U.
Un grupo de niños que caminaban hacia su casa entre una brecha se llevaron el susto de su vida, al toparse en su camino con dos cabezas calcinadas y vendadas de los ojos en el municipio de Escobedo, en Nuevo León.
Movilización
Los jóvenes asustados corrieron hacia la carretera a Colombia para dar aviso a una patrulla del dicho municipio sobre el hallazgo, ocasionando la movilización del Ejército mexicano, Policía federal, Seguridad Pública del Estado y detectives de la Agencia Estatal de Investigaciones especialistas en homicidios.
Los hechos fueron reportados en el kilómetro uno sobre la brecha El Palomo, ubicada a un lado del Anillo Periférico Monterrey- Saltillo informó personal de la planta de radio que recibió el reporte de la patrulla asignada a la zona.
Hace un par de días se encontraron a ocho soldados decapitados en Chilpancingo, Guerrero, lo que causó que un pelotón arribara al lugar para las investigaciones, pues tomaron fotos y datos sobre los restos humanos.
Se preció que parte de las cabezas estaban calcinadas y restos de cinta plateada en los ojos, pero no se confirmó por las autoridades investigadoras estatales, y los cuerpos los encontraron en un perímetro de 800 metros cuadrados.
En medio de un silencio, personal de Servicios Periciales arribó para videograbar la zona del hallazgo, además de levantar evidencias alrededor de las testas, pero no se logró establecer, si ahí se llevó a cabo la decapitación de los dos hombres.
Sin embargo, la distancia entre los dos cráneos era de dos metros de separación, se sospecha que sólo fueron tiradas entre las yerbas, al encontrarse los peritos huellas de neumático muy cerca del hallazgo. El par de cabezas fueron levantadas en bolsas negras y envueltas en sacos para cadáveres, para enviarlas al anfiteatro.