Como es tradicional en estos días, haremos un repaso de algunas de las noticias más interesantes de cada mes del año que se nos va. Y como tiene que ser, empezaremos con enero, cuando las primarias en Estados Unidos empezaban a calentarse:
No sé cuándo aparecieron las agencias de publicidad, pero creo que resulta evidente que ello ocurrió después de que nacieran los dos principales partidos políticos norteamericanos. Porque a la hora de escoger símbolos, como que los fundadores no tuvieron muy buena mano ni parecen haber estado bien asesorados. Los Demócratas tienen como emblema el burro. Quizá por su tenacidad o por su aguante. Pero por lo general son otras características las que se vienen a la mente cuando uno observa un asno. Y muchas de ellas no son muy favorables que digamos.
Los Republicanos, por su parte, tienen en el elefante su mascota simbólica. De nuevo, se supone que representa el empuje, el poderío, una fuerza natural incontenible. Pero los conceptos “pesado”, “torpe”, “temperamental” también se nos ocurren a la hora de considerar a los paquidermos.
Pues bien, a partir de los resultados de las elecciones primarias y reuniones vecinales de diciembre y enero, el Partido Republicano parecía hallarse en medio de una estampida de elefantes… y en un callejón muy, muy estrecho. Bestias políticas muy grandes y pesadas, en un espacio muy reducido.
Y es que, al contrario de lo que ocurría con los demócratas, los cuales evidentemente sólo tenían de dos sopas, HIllary y Obama, los resultados electorales de enero habían ensanchado las opciones republicanas. Y eso no era necesariamente mejor.
Mitt Romney, exgobernador de Massachusetts, ganó las primarias de Michigan. Ello resucitó una campaña que se veía feamente vapuleada después de los fracasos de Iowa y New Hampshire. Mike Huckabee, el exgobernador de Arkansas, descubrió que su discurso religioso pega menos fuerte mientras más al Norte se mueva. Mientras tanto, John McCain siguió en la lid. Y el exalcalde de Nueva York Rudolph Giulianni se desapareció durante semanas para velar armas y preparar un golpe maestro en Florida, a fines de enero... lo que no le funcionó.
Así pues, al celebrarse los comicios del Supermartes el 5 de febrero, cuando hubo elecciones en más de 20 estados, los republicanos no llegaron con uno o dos candidatos claramente favoritos. Aunque ya sabemos quién fue el verdadero ganón… que no parecía perfilarse como tal en enero de este año.
