Una vez despejado el panorama político en Estados Unidos con una lección de madurez política y ejercicio democrático Barack Obama es el Presidente electo en dicho país; después de ello se retoma la cruda realidad de la crisis económica que asola a todo el mundo; en mi artículo anterior sobre el tema energético, mencionaba que nuevamente regresaría al mismo tema ya que se requiere continuar analizando bajo diferentes enfoques la debacle que nos aqueja y con mayor razón cuando se dice que se trata de una crónica anunciada.
Es lógico que en la agenda de prioridades para el nuevo Presidente hay dos temas fundamentales: la crisis económica y el problema de la política internacional. Obama tiene que diseñar con sus colaboradores la estrategia a seguir para tratar de resolverlos aunado a las medidas ya implementadas no solo por Estados Unidos sino además por los países de otros continentes, ante la magnitud de la situación financiera y económica que parece no tener fin en sus diversas manifestaciones.
La solución requiere de un esfuerzo titánico, creatividad y acertividad, en nuevo mandatario hereda un déficit para el año entrante de aproximadamente $500,000 millones de dólares y que representa el 1.3% del PIB, una recesión mundial iniciada por ellos mismos, el aumento en la tasa de trabajadores jubilados, aunado al costo de la seguridad social que sofocan el presupuesto; un Wall Street agobiado por las pérdidas monumentales en los últimos meses y un sistema financiero con una creciente insolvencia con repercusiones en todo el orbe lo que hace que este país este incapacitado para encabezar como hasta hace unos meses, el liderazgo financiero global ante la imposibilidad de que Europa y Asia pudieran tomar el mando de la economía, lo que está causando una total incertidumbre y es muy probable que presenciemos que los Mercados financieros ya no estarán representados solo por Nueva York.
Ante la clara desconfianza de los inversionistas y una mayor aversión al riesgo que se encuentra presente incluso entre los mismos Bancos lo cuál se refleja en el declive del crédito, menor inversión pública y privada que en Estados Unidos según los últimos datos económicos afecta a más de un millón desempleados en el presente año, con una desaceleración en el consumo interno y es ante estos tremendos problemas por lo que la sociedad norteamericana, percibió la necesidad de un cambio a favor de Barack Obama.
Todos sabemos que en las campañas de elección los candidatos diseñan estrategias y planes de tipo general, después ya en el Presidencia en este caso se enfrentan a las decisiones relevantes que muchas veces significan reacciones impopulares y costos políticos con mayor razón, en este caso en dónde es altamente difícil pronosticar con un grado responsable de certeza la profundidad y temporalidad de la recesión y sus consecuencias que es el escenario que tiene frente a si Obama.
En el plano internacional la geopolítica a cambiado drásticamente y existe un clima adverso en muy diversos países hacia Estados Unidos, además del tema Irak está presente Iran, Corea del Norte y Rusia quien extrañamente está tomando una posición beligerante que preocupa y añade un componente significativo a la problemática ya existente. Asia y principalmente China continúan con una estrategia enigmática como es su cultura ya que no demuestran su preferencia hacia un Continente determinado.
En México no obstante la fortaleza en los fundamentos económicos, la economía real muestra ya los estragos que nos están repercutiendo las expectativas de crecimiento se han desplomado pero hay que reconocer, los esfuerzos del Gobierno implementando medidas anticrisis para disminuír los efectos negativos. Nos vamos sumergiendo en un estancamiento sostenido y como muestra basta ver el comportamiento de la industria manufacturera que pesa alrededor del siete por ciento del PIB del total de nuestras exportaciones, que a su vez como sabemos en un 80 por ciento se dirige a Estados Unidos. Para efectos de un diseño estratégico del próximo año opino que se debe considerar los pronósticos que dio a conocer el Dr. Guillermo Ortiz Gobernador de Banxico que son totalmente recesivos pero considero reflejan nuestra realidad.