Los Medios de Comunicación.
Una de las mayores experiencia de mi vida, es la de presenciar y ser copartícipe de los avances de las ciencias en todas sus manifestaciones, especialmente en las tecnologías de información, comunicaciones que sin duda son elementos claves para sustentar el crecimiento económico ya sea de personas, comunidades u organizaciones en cualquier país, ya que nos permiten estar informados al instante de todos los cambios que suceden en el mundo, independientemente de los avances de la ciencia que es otro factor para tratarse en otra ocasión.
Decía que es asombroso y de hecho ya pasa inadvertido por lo cotidiano, lo que nos permite tener el conocimiento del acontecer diario en el mundo gracias a los medios electrónicos incluso los escritos ya que sólo los separan unas horas de diferencia; lo que considero importante es que hay que tener mucho cuidado en seleccionar y hasta procesar el cúmulo de noticias para formar una opinión propia y cierta de lo que se nos está comunicando, debemos estar conscientes de que el conocimiento de los hechos, están moldeando nuestro presente y nuestro futuro.
Vivimos en un mundo regido por el conocimiento, la tecnología y la rapidez de la información por conducto de los comentaristas, especialistas en la comunicación que nos abruman con sus disertaciones propiciando en muchas ocasiones, procesar tantos argumentos que nos impiden reflexionar y obtener nuestras propias conclusiones, viéndonos inducidos a tener una idea fija de los hechos que no necesariamente son la verdad.
Estoy cierto que compartimos el sentimiento de vernos abrumados por noticias incisivas y reiterativas de quienes están transmitiendo los acontecimientos, muchas veces sesgados hacia los intereses gremiales o compromisos definidos de quienes detentan las concesiones; de hecho uno mismo tiene simpatía por determinadas personalidades o frecuencias e interpretamos como dogma lo que se nos está comunicando; prácticamente para conocer la verdad, tiene que convertirse en un investigador en los
casos trascendentales.
De hecho las descalificaciones, denuestos y hasta veredictos se decretan en los medios, como escuchamos en ocasiones “ se litiga primero en los medios” después se siguen los procedimientos legales; algunos “dueños del micrófono” utilizan términos ofensivos contra quienes van dirigidas sus críticas y ya es normal escuchar términos como imbécil, torpe, retrasado etc. pues se olvidan del más elemental sentido de la educación, ética y profesionalismo que debe caracterizar a quien tiene el privilegio de llegar a un extenso auditorio a quien muchas veces no sólo se les mal informa, lo más grave es que se le manipula, olvidándose que comunicar es formar, educar, crear conciencia.
Mucho se contribuye con ello, a permitir a través de los tiempos con diferentes matices, la construcción de grupos de interés con pocas cosas en común, pero sí en alcanzar metas definidas para sus propósitos respectivos, también para atacar a quienes cuyas creencias no concuerdan con sus opiniones.
Noticias como el problema reciente de Colombia, Ecuador y Venezuela, con el lamentable hecho de las muertes justificadas o no por su raíz, así como el hecho de que estén mexicanos involucrados en los hechos, hacen de inmediato con afán sensacionalista afirmar que son parte de la guerrilla y hasta conjeturar que la FARC tiene ingerencia en la UNAM, todo es posible pero sin pruebas se juzga, se acusa y se olvida la preocupación y responsabilidad de informar sí, pero con la razón y pruebas, olvidando la responsabilidad de la información veraz, cierta o al menos con el beneficio de la duda; inmediatamente se accede a la opinión pública con expertos, comentaristas y reporteros que convierte la noticia en una ficción.
Es responsabilidad de todos nosotros la sociedad, que en nuestro país se conserve el respeto a todas las maneras de pensar, que se evite el fanatismo, que se exija día a día el respeto a la ley y a la Constitución, para evitar se dañe a nuestra democracia y al respeto de las personas, cierto son tiempos muy difíciles y muchas veces sabemos que se debe actuar fuerte y sin miramientos contra los transgresores, pero que no se olvide que tiene que prevalecer el imperio de la ley en donde los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad de construir y apoyar a la sociedad sin distingos.
En la obra “hombre para la eternidad” el héroe, sir Tomás Moro. Cuándo el fanático yerno de Moro propone prohibir cualquier ley en Inglaterra que signifique un obstáculo para su persecución del demonio, Moro contesta : “Y cuándo la última ley fuera eliminada y el demonio se volviera hacia ti, ¿dónde te esconderías, Roper, con todas las leyes desaparecidas? Este país está plantado de leyes de costa a costa, leyes humanas, no divinas, y si las talas, y tu eres el hombre que quiere hacerlo, ¿ crees que podrías tenerte en pie contra los vientos que soplarían entonces?”