La policía prohibió la entrada a por lo menos dos pueblos donde se derrumbaron escuelas. (AP)
Unas siete mil aulas escolares se vinieron abajo con el sismo, con frecuencia en zonas donde ningún otro edificio resultó seriamente afectado.
La policía acordonó escuelas destruidas y detuvo un grupo de voluntarios que planeaba una conmemoración un mes después de un devastador terremoto, en un aparente intento por prevenir protestas públicas por la muerte de niños escolares atrapados cuando se desplomaron sus escuelas.
La policía prohibió la entrada a por lo menos dos pueblos donde se derrumbaron escuelas. Una decena de policías y soldados montaba guardia en la entrada de los restos de la escuela de Juyuan, mientras que unas 50 personas se habían congregado al frente.
Las medidas de seguridad ponen de manifiesto que la indignación pública por la muerte de tantos niños enerva a las autoridades.
Los padres de los alumnos y algunos ingenieros dijeron que el desplome de las aulas aparentemente se debió a diseños inadecuados, la falta de vigas de acero como refuerzo y el uso de materiales de construcción baratos.
Un mes después que el terremoto de magnitud 7.9 mató a unas 70 mil personas en el centro de China, las autoridades tratan de poner énfasis en la reconstrucción y apelan a narraciones de casos de heroísmo en las tareas de rescate.
Asimismo intentan acaparar el mensaje al público. Un reportero del diario Straits Times, de Singapur, fue expulsado del pueblo de Juyuan y obligado a regresar a la capital provincial de Chengdu.
En la zona del sismo, los indignados padres de los alumnos bloquearon la única carretera de la destruida Beichuan furiosos porque una placa en memoria de los niños muertos había sido destrozada durante la noche.
"Estamos desalentados. Nuestros niños murieron hace un mes. La placa recordatoria está rota y a los periodistas los han echado de aquí", se quejó Wang Ping, cuya hija de 16 años murió al desplomarse la escuela local. "Tengo 40 años. Todas nuestras esperanzas eran nuestros hijos. Ahora están muertos. Nuestro futuro también".