Momento en que los policías municipales son sometidos por los federales la mañana del 8 de septiembre pasado.
La detención de agentes municipales a manos de federales, causa que la ciudadanía todavía se sienta insegura.
Hace un mes inició el efecto “dominó” que en 20 días desarticuló la estructura de la Policía Preventiva de Torreón. A la fecha la herida sigue abierta. En Seguridad Pública se esfuerzan para dejar atrás el desprestigio que empezó la mañana del 8 de septiembre, cuando 35 policías aparecieron esposados, tirados boca abajo en el suelo, ante las botas de los policías federales.
Roberto López Franco, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), opina que a un mes del primer enfrentamiento entre municipales y federales, la ciudadanía todavía se siente insegura y que el alcalde José Ángel Pérez, tiene mucho por hacer si quiere encausar el proyecto de la “mejor Policía del norte del país”.
“El alcalde tardó mucho tiempo para actuar en Seguridad Pública, ya que desde hace año y medio quedaba claro que el recurso humano estaba en riesgo y nunca escuchó las voces al interior y al exterior de su Administración que daban señales de que la violencia social se estaba ampliando y se agudizaba por la inminente llegada del proceso electoral”, dice el académico.
Sobre la Policía de Torreón, López Franco señala que “la institución está desacreditada, no creo que vaya haber una situación que permita tener al menos un cuerpo de seguridad que nos permita tener la sensación de tranquilidad y que las cosas puedan volver a corto plazo a la normalidad”.
La conducta de los federales entonces fue “excesiva” y afectó también su prestigio, ya que según el catedrático “los federales sabían muy bien dónde está la violencia y saben muy bien dónde están los delincuentes de tiempo completo, que no se hagan, los municipales cometieron infracciones a un reglamento dentro de una institución y había que sancionarlos, pero no había por qué tratarlos como delincuentes, están cometiendo una infracción y hay que hacer que la paguen, pero no como delincuentes de San Joaquín con los que llegan y se agarran a balazos”.
El efecto mediático de la detención de 35 municipales repercutió a la corporación y a la ciudad, “fue un error de la Policía Federal tratar así a los municipales, es incorrecto, debieron investigar”.
Luego de otra detención de 14 agentes el 20 de septiembre que recuperaron su libertad el domingo 27, un día antes el alcalde José Ángel Pérez anunció la destitución de 21 comandantes y siete oficiales. “Esto políticamente es incorrecto, fue demagógico y espectacular, un show”.
La baja de un director y de un director interino en 20 días tampoco son una buena lectura para la ciudadanía. “Ante la ola de críticas desesperadas, ahora se pide que esté al frente de la corporación alguien con un perfil que nos asegure la tranquilidad, en este momento lo que necesita el presidente municipal y la institución, es tener alguien con un liderazgo muy productivo, muy eficiente, que conozca de ciudad y que nos hable claramente de lo que pretende hacer, no planes ni proyectos sino de lo que va hacer a diario para controlar esta ola de inseguridad en la Comarca Lagunera”.
