El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, admitió ayer que la economía de Estados Unidos se enfrenta a “numerosas dificultades” y aseguró que normalizar los mercados financieros será una de las prioridades de este banco central.
En su comparecencia semestral ante el Congreso, Bernanke se refirió a los problemas del mercado financiero, la crisis inmobiliaria, el débil mercado laboral y los altos precios del petróleo, de los alimentos y de otras materias primas como obstáculos que dificultan el crecimiento de la economía.
El máximo responsable de la Fed destacó que esa combinación de factores ha frenado el ritmo de crecimiento de Estados Unidos en el primer semestre del año e impulsado al alza las tasas de inflación.
Bernanke explicó que la evolución de los mercados financieros y su impacto en las previsiones macroeconómicas ha sido el gran foco de atención de la Fed desde el pasado año, cuando las hipotecas de alto riesgo desataron una crisis que se vio reflejada primero en las grandes firmas en Wall Street y después en la economía en general.
Por ello intervino por primera vez en marzo cuando proveyó financiación al quinto mayor banco estadounidense de inversión, Bear Stearns, para ayudar a rescatarlo de sus problemas de liquidez y evitar que se hundiese y arrastrara a otras empresas financieras.
Para evitar mayores desastres, la Fed aprobó después una medidas temporales como garantizar préstamos a corto plazo a los grandes bancos de inversión y ampliar el periodo de amortización.
Según Bernanke, estas iniciativas y otras adicionales, como el aflojamiento de las políticas monetarias, ayudaron a mitigar “algunas presiones” del mercado.
No obstante, subrayó, “los hechos de las últimas semanas han demostrado que muchos mercados financieros e instituciones siguen estando bajo una considerable presión”, en parte por las previsiones para la economía y la incertidumbre sobre la calidad crediticia.
El presidente de la Fed se refirió a los problemas que atraviesan los gigantes hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mae, a cuyo rescate ha acudido junto al Departamento del Tesoro.
El plan ideado por el Gobierno prevé aumentar temporalmente la línea de crédito que las dos compañías tienen con el Departamento del Tesoro y adquirir acciones de la misma.
Como explicó hoy en la misma comparecencia el secretario del Tesoro, Henry Paulson, el Gobierno no pretende poner inmediatamente en práctica el plan, ya que sólo será aplicado en última instancia.
La Fed, por su parte, autorizó una línea de crédito para ambas firmas si fuera necesario.
A raíz de esta segunda intervención del Estado, Bernanke aseguró que “el crecimiento económico saludable depende del buen funcionamiento de los mercados financieros”.
En este sentido subrayó que “ayudar a los mercados financieros para que vuelvan a su funcionamiento normal seguirá siendo una de las principales prioridades de la Reserva Federal”.
Bernanke reconoció que el crecimiento económico avanzará más lento durante el resto del año, principalmente debido al débil mercado inmobiliario, los elevados precios del petróleo y las condiciones más estrictas para los créditos.
