Dudan que el primer ministro israelí cumpla sus funciones mientras pesan sobre él sospechas de corrupción.
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, pidió ayer al primer ministro Ehud Olmert renunciar a su cargo por dudar que “pueda cumplir con sus funciones mientras tiene sobre él las actuales sospechas” por el caso de corrupción que enfrenta.
Barak habló un día después de que el empresario estadounidense Moris Talanksy declaró en una Corte de Jerusalén que entregó unos 150 mil dólares a Olmert en los últimos 15 años para su campaña electoral y gastos personales como viajes y cuentas de hotel.
“No creo que el primer ministro pueda simultáneamente conducir el Gobierno y encargarse de este asunto”, sentenció Barak.
“En estas circunstancias no puede hacer frente a los actuales retos que Israel tiene por delante, como los procesos de paz con los palestinos, Siria y los milicianos libaneses de Jezbolá”, agregó en una concurrida rueda de prensa.
Barak dijo que Olmert “debe desconectarse del Gobierno por el bien del Estado” de forma temporal o definitiva.
La Ley israelí establece que el primer ministro puede pedir un retiro de 100 días para dedicarse a solucionar o afrontar problemas personales. Si Olmert decide alejarse del poder por ese periodo, será sustituido por la ministra de Asuntos Exteriores y viceprimer ministro, Tzipi Livni.
Olmert podría ser dimitido de su cargo si es inculpado en este proceso que se adelanta contra él y que tiene en vilo a la opinión pública israelí.
Barak también dijo que si el partido de Olmert, Kadima, “no actúa para que se forme un nuevo Gobierno que cuente con nuestro apoyo, haremos lo necesario para que se fije una fecha para elecciones anticipadas”, subrayó.
Las declaraciones de Barak desataron una ola de reacciones y varios ministros israelíes y parlamentarios se entrevistaron por la tarde y noche con sus asesores e integrantes de sus partidos para encontrar posibles salidas y soluciones a la actual tormenta política.
Aunque Olmert no ha dado declaraciones al respecto, uno de sus portavoces, Mark Regev, dijo ayer que “el primer ministro no piensa por ahora dejar su cargo”.
Esta es la quinta investigación que la Policía adelanta sobre el dinero recibido por Olmert desde que este asumió su cargo como primer ministro israelí en 2006.
Esta es la segunda vez en menos de un mes que Barak, líder del partido laborista, advierte que dejará su cargo si Olmert no renuncia a su cargo pero hasta ahora se había retractado ya que de producirse unas elecciones anticipadas, el Likud no ganaría la mayoría de los votos necesarios para ganar la jefatura del Gobierno.
Por otro lado, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, declaró ayer que “una posible salida de Olmert del Gobierno pondría en peligro el actual proceso de paz con los palestinos”.
Aunque los abogados del primer ministro entrevistarán a Talansky, el próximo 17 de julio, la opinión pública en Israel habla de cambios en el Gobierno antes de esa fecha.
No cree en Olmert 70% de israelíes
El 70 por ciento de los israelíes no cree al primer ministro, Ehud Olmert, inmerso en un escándalo de corrupción y acosado por peticiones de cese por parte de la Oposición y de sus socios de Gobierno.
Más de dos tercios de la población de Israel no cree que su primer ministro esté diciendo la verdad en la investigación a la que está sometido por la Fiscalía por haber recibido dinero de un empresario estadounidense, según una encuesta difundida ayer por el diario “Haaretz”.
El sondeo fue realizado tras las declaraciones del principal testigo en el caso, el empresario Morris Talansky, que admitió haber entregado a Olmert hasta 150 mil dólares en los últimos años, en su mayoría en sobres con dinero en efectivo.
Según la encuesta, un 51 por ciento de los israelíes que en las pasadas elecciones votaron a Kadima, el partido que dirige Olmert, no creen en su inocencia y están convencidos de que el dinero no se empleó sólo con fines electorales.
