El encarecimiento del maíz es un factor de desequilibrio en las economías
Los futuros del grano para entrega en diciembre cerraron en 311.59 dólares por tonelada.
Las inundaciones que han devastado el medio Oeste de Estados Unidos han arruinado la agricultura de la región, pero los cultivadores de Minesota y otras regiones vieron hoy precios sin precedentes para el maíz.
En la Junta de Comercio de Chicago, el maíz se cotizaba ayer a casi 7.40 dólares por bushel, esto es 291.32 dólares la tonelada.
El lunes, al cierre de las transacciones la cotización llegó a 7.65 dólares por bushel, es decir que saltó la marca inédita de los 301 dólares por tonelada.
Los futuros del maíz para entrega en diciembre cerraron en la Bolsa de Chicago a 7.915 dólares (311.59 dólares por tonelada), lo cual indica que los especuladores esperan aún más aprietos alimenticios en los meses venideros.
Hace apenas cuatro años, los precios del maíz en Chicago estaban por debajo de los tres dólares por bushel (unos 118 dólares por tonelada).
En el último año se han presentado disturbios en varias partes del mundo por el incremento de precios y la escasez de alimentos básicos, y muchos expertos atribuyen esa inflación en el maíz a la combinación de una demanda mayor en países como China e India, y el uso de maíz para la producción de combustibles.
En las últimas semanas vastas regiones de Iowa, Indiana e Illinois estuvieron bajo lluvias que anegaron los maizales recién plantados y demoraron la plantación de millones de hectáreas.
La zafra malograda en esas áreas ha resultado una bonanza para los cultivadores en Minesota que, hasta ahora, han escapado al daño ocurrido más al Sur.
Por ahora la alegría de los productores en Minesota ha contrastado con los padecimientos de los productores de porcinos y pollos, muchos de los cuales encaran pérdidas debido al elevado costo de las raciones.
Hasta el 15 de junio, de acuerdo con el Departamento de Agricultura, aproximadamente el 57 por ciento de los maizales del país estaban en condiciones buenas o excelentes.
Pero una semana antes el Gobierno había indicado que ese panorama prometedor alcanzaba a 60 por ciento de las plantaciones, y un año antes a esas alturas de la estación el 70 por ciento de los campos de maíz estaba en condiciones buenas o excelentes.
Las competencias de los maizales este mes son las peores desde 1996 y tan malas como las de 1993, la última vez en que las inundaciones extensas redujeron el rendimiento y anegaron los campos.
El Departamento de Agricultura indicó en una encuesta divulgada el 30 de marzo que los agricultores estadounidenses planificaban plantar 34.8 millones de hectáreas con maíz, esto es un 8.1 por ciento menos que los 37.8 millones de hectáreas en la zafra anterior, la más extensa desde 1944.
En las últimas dos semanas, según los datos del Servicio Meteorológico Nacional, algunos campos de maíz en el Estado de Iowa, el mayor productor de maíz y soja en Estados Unidos, recibieron más de 360 milímetros de lluvia.
El alto precio del maíz ya ha hecho que algunos grandes productores de etanol recorten sus planes de expansión, y los ganaderos probablemente reducirán mediante matanza selectiva sus manadas, rebaños y piaras si siguen subiendo los precios de la ración.
Propondrán nueva política
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) propondrá una nueva política agropecuaria para modernizar al campo y dejar de verlo sólo como un problema, ante “el difícil entorno por el que atraviesa la economía mundial en materia de alimentos”.
El presidente del CCE, Armando Paredes Arroyo Loza, dijo que es el momento de erradicar vicios, modificar la estructura productiva, despolitizar al campo y reorientar subsidios “que hoy no se justifican ante los más altos precios de la historia en el sector de alimentos”.
En un comunicado agregó que los altos precios de alimentos son una fuerte presión inflacionaria. Ante esa situación dijo que con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), el Instituto Mexicano para la Competencia y dedicar la mayor parte del tiempo a solventar la coyuntura de esta crisis; debemos elevar las miras y redefinir la estrategia agroalimentaria de México, erradicar vicios, modernizar la estructura productiva y reorientar los subsidios”, aseveró.
El empresario pidió convertir la crisis de los altos precios de alimentos en una “auténtica oportunidad bajo el actual entorno global, debemos erradicar los vicios del pasado y despolitizarlo”.
La modernización de la política agroalimentaria, añadió, será con base en las ventajas competitivas del país, es decir potencial productivo, logística y mercados, así como de la seguridad alimentaria.
Asimismo, indicó que los temas que se analizarán son innovación y transferencia de tecnología, infraestructura, incluido transportes, acopio, redes de frío e irrigación.
Además, estatus sanitario, acceso a mercados, organización y capacitación de productores, ambiente y sustentabilidad, coberturas, seguros, información climática y avance de cosechas e ingreso objetivo, así como seguridad jurídica y financiamiento.
