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Ensayo sobre la cultura / EL SENTIDO DE LA PATRIA

José Luis Herrera Arce

Los nacionalismos son invenciones de los últimos siglos; después del 18 ó 19 se comenzaron a conformar y el romanticismo les dio todo su valor sentimental; sirvió para dar un sentido de pertenencia que se derivaba de vivir en un lugar determinado en un tiempo determinado. Se compartió una historia; un moverse hacia alguna parte con un fin determinado.

Tal vez los nacionalismos sean la continuación del sentimiento religioso de ser un pueblo elegido, donde existe un pacto general que te conecta con lo divino y te permite soportar las adversidades por existir una promesa que augura que al final de cuentas serás el vencedor.

Cuando conocemos la historia patria nos damos cuenta del camino recorrido para llegar a la situación en la que nos encontramos y podemos imaginar que esto es sólo un camino; estamos a la mitad, debe de haber un sentido de este camino, una dirección que imprimirle, un final tal vez desconocido ahora pero que debemos definir, o que alguien debe definir, como en tiempos anteriores se ha definido para bien o para mal.

El sentido de recordar a los héroes y las fechas que han sido un hito en nuestra historia es eso; darle importancia a este camino que se ha recorrido y a estas personas que influyeron para que se recorriera. También recordamos a los antihéroes para borrarles de la vista o recordar sus nombres son signos negativos intentando evitar el depósito de nuestra confianza en alguien como ellos.

La educación cívica nos enseña rendirle honores a la bandera y a nuestros símbolos patrios. Algunos, por decepción o por no comprender lo que significa la palabra símbolo, intentan quitarle la importancia a ello dando como resultado la pérdida del valor patriótico. Dicho en otras palabras, dando como resultado el sentimiento de ser una persona social que debe de velar por el bien de todos, derivando a actitud egoísta, personalista, ególatra que puede definirse con: los demás no existen sólo importo yo.

Nadie se detiene un poco para intentar explicar en qué consiste un símbolo. Se piensa que se honra al símbolo por el símbolo mismo pero no es eso. Se honra al símbolo como una forma de materializar a lo que representa. El símbolo por sí mismo no vale nada, su valor lo obtiene por su relación con lo representado.

La bandera no es el material con el que se hace ese objeto sino es la historia que pasa frente a nuestros ojos y que nos trae al aquí y al ahora. Honramos a todos y cada uno de los hombres que nos dieron patria y que nos la siguen dando. Lo mismo el Himno Nacional, influye en nuestro espíritu para promover este sentimiento que nos hace sentirnos unificados a los que nos antecedieron y a los que vendrán después de nosotros. Esto es sentir importante nuestra historia. No honramos a una canción o a una tela, les estamos agradeciendo a los hombres que en un momento dado supieron defender nuestro territorio, nuestras costumbres, nuestros valores y gracias a los cuales seguimos subsistiendo y tenemos un lugar entre las otras naciones.

Si valoramos nuestra independencia, entonces, por qué no agradecer a aquéllos que no las dieron. Si valoramos nuestras costumbres, entonces por qué no agradecer a aquéllos que nos la promovieron. Si valoramos los momentos difíciles que en el pasado tuvieron que pasar algunos para defender la integridad de la patria y que murieron por ello, entonces por qué no honrar su memoria.

A los jóvenes les puede sonar hueco estas cosas porque les hemos enseñado a vivir en un egocentrismo donde todo se les da y lo único que importa son ellos. Poco saben de que las instituciones alguien las sostiene y alguien las mantiene. Hay alguien que provee hasta que el hombre sea capaz de autoabastecerse. En el futuro ellos tendrán que pagar con una moneda similar.

El sentir la patria es comprender ese compromiso social que tenemos con los otros porque es un compromiso que tenemos con nosotros mismos. Nadie puede sobrevivir solo. Si únicamente se piensa en la propia sobrevivencia entonces se acaba con la sociedad. A corto y largo plazo se destruye lo construido se derrumba la civilización que nos mantiene.

Desgraciadamente eso es lo que está pasando. Los egoísmos personales nos destruyen. La inseguridad que todo mundo siente es eso, no podemos confiar en nadie, los que no rodean ya no recorren el mismo camino, se bifurcan los intereses, nos aprovechamos los unos de los otros , sacamos nuestro beneficio personal de las situaciones y acabamos con la patria. Nos vendemos, nos corrompemos, utilizamos la fuerza para arrasar con las esperanzas de que la historia tiene algún sentido. Hoy parece que la historia deja de tener sentido y simplemente nos defendemos para subsistir. Ya no queda lugar para los sueños.

Nuestras cabezas están perdidas. Las fuerzas que nos protegen corrompidas y son antagónicas entre ellas mismas. Basta recordar lo que pasó en el Siglo 19 antes de Juárez, las luchas constantes entre escoceses y yorkinos, una patria a la deriva en manos de un dictadorcito de comedia, Santa Ana, en la que perdimos la mitad del territorio y murieron tantos inútilmente.

La patria es el recuerdo de la historia.

¿Alguien sabe a dónde vamos?

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