Como todos los años, se conmemoró el día de la lectura, leyendo textos de Octavio Paz Nuestro premio Nobel de Literatura. Nada más como una referencia, esta semana se ha conmemorado a Carlos Fuentes como escritor. Unamos estos dos nombres a los de Rulfo y Arreola que podríamos decir conforman la cuarteta que un mexicano instruido debiera de conocer y podemos seguir aumentando nombres con autores de nuestro gusto; en el caso mío el de Fernando del Paso y el de Jorge Volpi, aunque no le haríamos el feo a Elena Garro, ni a la Poniatowska, para no salirnos de la literatura mexicana porque después a uno lo acusan de extranjerizante.
Pero hay para todos los gustos; los que quieran darse baños de pueblo pueden leer a Armando Ramírez o a Raúl Prieto, algunos no dejarían de recomendar la larga obra de Luis Spota. Si lo que queremos presumir es de clásicos y de la alta alcurnia intelectual entonces hay que entrarle a Don Alfonso Reyes o a Cossio Villegas; y la juventud no puede quejarse ya que está bien representada con José Agustín y su generación bien o mal llamada de la onda.
Por autores y obras no paramos, que en México, hoy por hoy , existe una larga tradición de escritores de todos los sabores para todos los gustos. No solamente de la capital sino más que nada han surgido en la provincia que de una manera u otra ha comenzado a hablar; Chucho Gardea sería uno de los tantos casos.
Por lo general la lectura no se empieza con los autores consagrados. En otros tiempos se comenzaba con lo que dieron en llamar literatura para las masas; esa que de una manera u otra en nuestros tiempos ha venido a rematar con las telenovelas, pero como estamos hablando de libros mejor diremos con la saga de películas sacada de los libros tales como Harry Portter. Si Harry Potter, y Narda y todos los de este estilo, hacen las veces de lo que en la antigüedad llamaron la literatura de folletón, donde lo importante no es el estilo literario sino la acción que nos lleva a la ventura. Debo de confesar que últimamente me he estado avocando a este tipo de textos porque como promotor de la lectura o profesor de literatura los mencionamos y no los leemos sin saber a ciencia cierta lo que mencionamos. Los misterios de parís y el Judío errante De Eugenio Sue han sido mis últimos intereses. La primera obra la comparo con nuestra señora de parís de Víctor Hugo y pienso que pertenecen al mismo genero. Víctor Hugo como buen romántico sabía mover muy bien los hilos sentimentales sobre todo en su obra Máxima de este tipo, Los miserables.
Ya que estamos con Víctor Hugo el Romántico, no puedo dejar de aceptar que este es un género que me encanta y al que le he dedicado un buen tiempo de mis lecturas, no solamente al autor mencionado sino a contemporáneos a él como lo son Balzac y Sthandal. Pero de los Franceses de esta época, no ya romántico sino realista, el que más me encantó fue Flaubert. Pienso que Madam Bovary es una novela que tiene infinidad se sorpresas que poco mencionan como que se comienza a narrar por un autor testigo para que después de la segunda hoja se convierta en omnisciente.
Pero de franceses tenemos para rato, no solamente del siglo XIX sino también del XX, comenzando con Proust y su busca del tiempo perdido una de las referencias imprescindibles para escribir novelas; Camust, la otra cara del existencialismo; recomendamos ampliamente su novela “La Peste”, Saint Exupery, otro punto de vista de la novela aunque sin dejar de ser un análisis de la condición humana su principito; para mencionar a algunas mujeres, Margarite Yourcenar, y Marguerite Duras no pueden quedar afuera de la lista.
He saltado a Europa sin hacer un recorrido latinoamericano que para muchos escritores de las nuevas generaciones han sido sus escuelas. Por un lado se encuentra el barroquismo que produce la exuberancia tropical, comenzando con Carpentier; sin olvidar que en el siglo XIX y XX han sido dos los movimientos que se han impuesto mundialmente, el modernismo de Rubén Darío y el realismo Mágico con Jorge Luis Borges y Gabriel García Marques. La literatura Latinoamericana del siglo XX abunda y aún la del XIX; fundamental el canto del gaucho Martín Fierro, o Ricardo Guiraldes. Así como brillo el romanticismo Francés y Alemán , el de Latinoamérica no le quedó a la saga con sus características especiales. Volvemos a México con los Bandidos de Río Frío, o con facundo de Sarmiento, latinoamericano.
No lo he olvidado, Bisbis bisbis. Cortazar aunque nacido en Europa y muerto allá puede considerarse Argentino por educación y por novelística. La maga no es Francesa, no pude serlo. Todo el mundo de Cortazar nos pertenece por herencia.
Pero Latinoamérica no puede estar completa si no mencionamos a Brasil, Guimaraes Rosas que a los editorialistas les ha dado no volverle a publicar quien junto con Jorge Amado es lo más conocido por acá. El segundo porque ha tenido muchas versiones para el cine y la televisión.
Vargas Llosa Peruano se ha nacionalizado Español y de la madre patria literaria no hemos dicho nada, comenzando por Cervantes, básico, y antes , los cantares del mío Cid y los romanceros. El siglo de oro, Lope de Vega y demás, Benito Pérez Galdós ( Nazarín) Emilia Pardo Bazán, la generación del 98 ( Azorín, Pio Baroja, unamuno) la generación del 27 ( García Lorca) los premios nobel y todo lo que se junte esta semana.
Faltan los quebraderos de, cabeza: El inleíble pero necesario James Joyce. ( A este autor hay que leerlo en orden: Dublineses, Sthepen el Héroe, El retrato del artista adolescente, Exiliados, el Ulises, y su última obra cuando la traduzcan si es que la llegan a traducir. ¿Finnegans?)
Faulkner es otra referencia necesaria para quien guste del mundo de las novelas. De la segunda parte del siglo Gunter Grass, José Saramago, al tercero (la levedad del ser) lo traigo en laguna mental al rato me acuerdo. Pero ya se me está acabando el espacio y no menciono a Michima, ni a Haruki Murakami y tantos más que me escapan. Aún tengo vida para seguir leyendo. Y Pensar que hay quien dice que ya acabó de leer todo lo interesante.
Vida no te acabes, me queda mucho por leer.
